Texto publicado por Alicia Cobian

Lágrimas de un hombre.

Miré tus ojos vidriosos
no lo podía creer
perlas suaves en tu rostro
comenzaban a caer
se mezclaban con el viento
que te quería proteger.
-Los hombres jamás sollozan-
me dijiste ,justo ayer
ante mi alma temblorosa
que no te quería perder
;más de pronto sintió frío
y comenzó a comprender
que tu orgullo era tan fuerte,
nuestra historia no iba a ser ...
Y hoy te encuentras amargado,
casi tirado a mis pies,
las palabras ya se fueron
y no podían volver,
pues los hombres nunca lloran,
insististe sin prever
que quizá te equivocabas
todo puede suceder;
lástima que yasea tarde
nada queda para hacer ,
los hombres también sollozan
triste forma de aprender.