Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Humor con arte.

Músico busca pareja por Marcelo Silverlei

Busco quedar ligado a una mujer blanca, de figura afinada, armónica, acorde a mis ritmos, alegre ma non troppo y que hubiese ya incorporado ciertos adagios,
cuerda (que no le falle la clavija, se salga de pista, ni que le dé a la caña cuando le preste las llaves), que no hable en claves antiguas ni tenga ganas
de escorchear con temas de motivos repetitivos ni se haga la sordina cuando sea necesario hacer puente (respetando mis silencios y espacios o sabiendo
leer entrelíneas)y que, sin forzar unísonos ni barras divisorias, esté a tono con mis ideales sin la violencia de batir el parche sino dando siempre la
nota compás y, en lo posible, sin costos adicionales.

Yo la tengo clarinete: siempre y cuando no sea una trompeta, me chamuye sobre un triángulo o venga con el bombo, a mí me importa un cornosi carece de guitarra,
aunque sería mejor que viniera contrabajo para no tener que pasar el platillo en algún transporte.

De elegancia clásica con algún toque rococó y sin falsos impresionismos, romántica, de edad media aunque contemporánea, que cuando la vean todos digan
"¡ a la flauta !", luminosa como un sol, poseedora de un registro superior notoriamente engrosado, los medios más bien planos y bajos sólidos de buenos
cantos, se apreciará grandemente que gobierne la técnica de soplidocon la lengüeta (con labios firmes embocadura)y la de ambas manos, manejando el repertorio
académico sin descuidar ser popular, no solo en la posición fundamental sino también en todas las inversiones con sus respectivas variaciones y movimientos,
eludiendo ser dominante sino mediante su ser sensible carente de alteraciones, con experiencia en haber sostenido relaciones moduladas sin demasiados bemoles.

Que después de cenar la cazuela y con naturales crescendos y acelerandos no tenga dificultades en la tertulia para decir que sí y disfrutar trémolos y
vibratos en el foso con el que la viola y llegar al paraíso, aunque sea de parado (en vez de andar diciendo por las noches "que la cabeza melodía" dejándome
de puntillo y trinando). Por lo quetendrán especial consideración las que carezcan de inconvenientes para llegar repetidamente a casilla uno y, después
de varios da capo,puedan anunciar el brioso final pasando decididamente a la coda.

Esta Sílfide, Giselle, Carmen, Bella Durmiente, Elegíaca Del Destino, Heroica y Patética, que desayuna galletitas Ópera y unta La Traviata, seleccionada
entre 1812, que a los 15 años en un picnic estudiantil tuvo su primera Consagración de la Primavera en plena Pastoral, tendrá las Bodas de Fígaro con un
verdadero Príncipe Igor, quien en La Coronación le ofrecerá no solo El Anillo de los Nibelungos sino todo El Oro del Rhin y collares de Corales, y que,
evitando su fuga y tras varias tocatas, se compromete a hacerle conocer La Pasión y Gloria durante Las Cuatro Estaciones.