Texto publicado por SUEÑOS;

Stanislaw Jerzy Lec

-Reflexiona, antes de pensar.

-Más de un bumerang no vuelve nunca. Elige la libertad.

-La contemplación del mundo es gratis, pero los comentarios nos cuestan caro.

-El más importante entre todos los descubrimientos humanos debería ser
el descubrimiento de los errores.

-¿Cuántos ruiseñores debe devorar una bestia para poder cantar ella misma?

Dos paralelas se encuentran en el infinito. Y hasta ellas lo creen.

-Siempre que un hombre comienza a dudar de sí mismo, le sucede alguna
tontería que vuelve a entusiasmarlo.

-Los puritanos tendrían que llevar dos hojas de parra delante de los ojos.

-El primer síntoma de la muerte es el nacimiento.

-Un caballo sin jinete sigue siendo un caballo. Un jinete sin caballo
no es más que un hombre.

-Puso su bandera en alto.... para no tener que verla.

-Soy optimista: creo en el influjo liberador del pesimismo.

-Al destruir monumentos hay que dejar los pedestales a salvo. Siempre
terminan siendo útiles.

Todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla.

-Quién sabe lo que habría descubierto Colón si América no se hubiera
interpuesto.

-Era un hombre progresista en materia de religión. Aceptaba que el
hombre desciende del mono, pero del mono del Arca de Noé.

-No se dejen imponer la libertad de expresión antes que la libertad de
pensamiento.

-Un salto moral es mucho más peligroso que un salto mortal.

-El gallo canta incluso la mañana en que terminará en la olla.

-Las heridas se convierten en cicatrices, pero las cicatrices crecen
con nosotros.

-¿Habrá algún método para que también nuestras almas puedan llegar
algún día a ser económicamente productivas?

-Vi un hombre que vertía el contenido de un vaso vacío dentro de otro.
Le pregunté por qué lo hacía. «Soy un reloj de agua modernizado.»

-Quién sabe cuántos mandamientos de Dios nos han ocultado.

-Poblar el mundo es fácil. Despoblarlo también. ¿Dónde está entonces lo difícil?

-¡La arqueología tiene un futuro formidable! ¿No es algo terrible?

-¿Qué esperamos en realidad? Sólo una nueva respuesta a la vieja
pregunta: «Caín, ¿dónde está tu hermano Abel?»

-Hasta su silencio tenía errores de lenguaje.

-A la liebre le gusta la polenta. Eso dice el cocinero.

-Los hombres tienen reflejos lentos, suelen tardar varias generaciones
en comprender.

-No llames a las cosas por su nombre si no conoces su apellido.

-La resurrección sólo es posible para los muertos. Los vivos tienen
más dificultades.

-Los refranes se contradicen. Y en eso consiste precisamente la
sabiduría del pueblo.

-La vida obliga al hombre a toda suerte de actos voluntarios.

-El amor por la patria pasa por encima de las fronteras, de los otros.

-Se suele acusar a la literatura de facilitar a los prisioneros la
evasión de la realidad.

-Tenía la conciencia limpia; no la usaba nunca.

-Me desconcierta el rostro del enemigo porque veo cuánto se me parece.

Cuando saltes de alegría, cuida que nadie te quite el pavimento bajo los pies.

-Sé generoso: respeta el egoísmo de los demás.

-Preveo la desaparición del canibalismo. El hombre está asqueado del hombre.

-¿Alguien preguntó alguna vez a la tesis y la antítesis si querían
realmente convertirse en síntesis?

-El heno no huele igual para los caballos que para los enamorados.

-Las ideas son como las pulgas, saltan de uno a otro, pero no pican a todos.

-Soy hermoso, soy fuerte, soy sabio, soy bueno ¡y todo eso lo descubrí yo mismo!

-Los que nadan contra la corriente no deben esperar que ésta modifique
su dirección.

-¿Quién cree ahora en los milagros? Y sin embargo todos los esperan.

-De la mayoría de las obras sobreviven únicamente algunas citas. ¿No
sería mejor escribir desde el comienzo sólo esas citas?

-También un happy end es un final.
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