Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

El león y la serpiente de cascabel: cuento.

El león y la serpiente de cascabel

Ambrose Bierce (EE.UU.)

Un Hombre que se encontró un León en su camino, se disponía a domarlo
mediante el poder del ojo humano. Por allí cerca se encontraba también
una Serpiente de Cascabel ocupada en fascinar a un pajarito.

-¿Qué tal te va, hermano? -le gritó el Hombre al otro reptil sin desviar
sus ojos del León.

-De maravilla -contestó la serpiente-. Tengo el éxito asegurado; mi
víctima se me acerca más y más a pesar de sus esfuerzos.

-Y la mía -dijo el Hombre- se me acerca más y más a pesar de los míos.
¿Tú crees que es normal?

-Si tú crees que no -respondió el reptil como mejor pudo, con la boca
llena de pájaro-, será mejor que lo dejes.

Media hora más tarde, el León, hurgándose los dientes con las garras, le
dijo extrañado a la Serpiente de Cascabel que en toda su variada
experiencia en el arte de ser domado, no había visto nunca a un domador
que desistiera tan concienzudamente.

-Pero -añadió con una amplia, expresiva sonrisa- yo lo miraba a la cara.