Texto publicado por Urria Gorria

#frases de Voltaire (filosofo y escritor #Francia 1694-1778)

Voltaire
1694-1778. Seudónimo de François Marie Arouet. Filósofo y escritor francés.

Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero.

Sólo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos.

Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una.

En el desprecio de la ambición se encuentra uno de los principios esenciales de la felicidad sobre la tierra

Azar es una palabra vacía de sentido, nada puede existir sin causa.

Lo que llamamos casualidad no es ni puede ser sino la causa ignorada de un efecto desconocido.

Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan.

El amor propio, al igual que el mecanismo de reproducción del genero humano, es necesario, nos causa placer y debemos ocultarlo.

Dios creó el sexo, los sacerdotes el matrimonio.

El verdadero valor consiste en saber sufrir.

Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo.

Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que usted pudiera decirlo.

Una de las supersticiones del ser humano es creer que la virginidad es una virtud.

El primero que comparó a la mujer con una flor, fue un poeta; el segundo, un imbécil.

La esperanza es una virtud cristiana que consiste en despreciar todas las miserables cosas de este mundo en espera de disfrutar, en un país desconocido, deleites ignorados que los curas nos prometen a cambio de nuestro dinero.

Es peligroso tener razón cuando el gobierno está equivocado.

La escritura es la pintura de la voz.

"Una palabra mal colocada estropea el más bello pensamiento".

Si alguna vez, ve saltar por la ventana a un banquero suizo, salte detrás. Seguro que hay algo que ganar.

Cuando se trata de dinero todos somos de la misma religión.

Quien se venga después de la victoria es indigno de vencer.

La ignorancia afirma o niega rotundamente; la ciencia duda.

Decimos una necedad y a fuerza de repetirla acabamos creyéndola.

Debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo.

La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano

Lo maravilloso de la guerra es que cada jefe de asesinos hace bendecir sus banderas e invocar solemnemente a Dios antes de lanzarse a exterminar a su prójimo.

Conviene siempre esforzarse más en ser interesante que exacto; porque el espectador lo perdona todo menos el sopor.

El divorcio probablemente se remonta a la misma época que el matrimonio. Yo creo, sin embargo, que el matrimonio es algunas semanas más antiguo.

Hay que saber que no existe país sobre la tierra donde el amor no haya convertido a los amantes en poetas.

La naturaleza vuelve a los hombres elocuentes en las grandes pasiones y en los grandes intereses.

Hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás.

El sentido común no es nada común.

La civilización no suprimió la barbarie; la perfeccionó e hizo más cruel y bárbara.

La ciencia es como la tierra; sólo se puede poseer un poco de ella.

Los males llegan volando y se alejan renqueando.

La providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida.

Las falsedades no sólo se oponen a la verdad, sino que a menudo se contradicen entre sí.

El hombre se precipita en el error con más rapidez que los ríos corren hacia el mar.

Todos los hombres tienen iguales derechos a la libertad, a su prosperidad y a la protección de las leyes.

Debemos amar a nuestro país aunque nos trate injustamente.

¡Cuán querida es de todos los corazones buenos su tierra natal.

El secreto de no hacerse fastidioso consiste en saber cuando detenerse.

Para conseguir la más pequeña fortuna, vale más decir cuatro palabras a la querida de un rey que escribir cien volúmenes.

Calumniad, calumniad que algo quedará.