Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Fronteras: un escrito.

Fronteras.

Desde siempre las fronteras están, unas son naturales, otras creadas especialmente por el hombre para separar lo suyo de otros: ya sean hombres u animales, se separa de lo que teme, por eso se protege… se protege? Quizás se oculta y se cuida de si mismo…

Teme a lo desconocido, y según su temor o su esperanza lo nuevo es malo o muy bueno; seguro, es lo que lleva en su interior lo que entonces aflora.

La naturaleza puso sus fronteras, que fueron para el hombre limitaciones y para los visionarios: un desafío.

El deseo de conocer, la necesidad , el poder, el afán de conocimiento llevaron al hombre a la aventura sin limites porque en su interior soñaba con una realidad mejor, quizás en pos de lo perdido, detrás del sueño no encontrado, pero siempre la esperanza fue la tea que lo guió en su desconocido camino.

En el ser individual y hacia dentro están también los limites y fronteras que la educación, el comportamiento social según el caso, el ser lleva consigo, muchas veces como rémora, entonces el ser es prisionero de sus propios temores y en la medida que el ser no despierta los guardianes aprietan el cerco…

Cuando se produce el despertar, cuando el sol del conocimiento alumbra las fronteras de la conciencia entonces el despertar es hermoso y se nace a la vida nueva sin tener en cuenta el calendario convencional.

El ser tiene la capacidad de renacer siempre, y el crecimiento es desde dentro y germina y crece y se desarrolla igual a una buena semilla en tierra fértil…y todo está allí a nuestro alcance: las nuevas especies del jardín y los maestros jardineros diciendo sus consignas a diario: el que tenga lengua, que hable, el que

tenga oídos que oiga, el que tenga ojos que mire.

Marie Díaz