Texto publicado por José Luis Rios

Juego interactivo “La Pulga Leocadia” para menores con discapacidad visual

Juego interactivo “La Pulga Leocadia” para menores con discapacidad visual

“La Pulga Leocadia” es un software especialmente diseñado para niños con discapacidad visual de edades comprendidas entre los 2 a los 5 años, por lo que “su principal objetivo es acercar el uso del ordenador y las nuevas tecnologías de la comunicación y la información a los niños ciegos de estas primeras edades”, tal y como ha explicado Ángeles Lafuente, coordinadora del proyecto. Permite trabajar con el teclado del equipo y con el ratón, y utiliza información auditiva y refuerzos verbales de forma constante, con efectos sonoros, voces naturales y expresivas que posibilitan y motivan al niño la comprensión del programa.

El juego, concebido como material didáctico dentro del proceso educativo de los niños ciegos y deficientes visuales, puede ser utilizado también por niños videntes debido a su claridad en las imágenes, los contrastes visuales, el colorido y la disposición de la información. Constituye, así, y está concebido como un instrumento integrador dentro del aula, aspecto que se acentúa al ofrecer la posibilidad de trabajar en castellano, gallego, catalán, eusquera o inglés.

Aprendizaje y juego de la mano de Leocadia

“¿Qué quieres hacer?” Con esta pregunta comienza el viaje por el mundo de Leocadia, la pulga que ha de enfrentarse al mundo desde su pequeño tamaño y la compañera inseparable del niño ciego o deficiente visual que, mediante su voz, le irá guiando por cada uno de los momentos y actividades del juego.

Desde el menú inicial, Leocadia ofrece al usuario la opción de leer un cuento, bien por capítulos (“La Pulga Leocadia”, “Sillas y cojines”, “Una, dola, tela, catola” y “El mar”) o bien de continuo, o la opción de acceder a los juegos interactivos, separados en dos niveles que se ajustan al desarrollo evolutivo de cada niño, su capacidad de atención, sus conocimientos y su ritmo de aprendizaje.

Su hermano Lucas, su madre y su padre, su tío Honorato, su abuela Herminia, sus amigos Carlota, Nuria, Marcos, Fermín, Rocío, María, Inés, Tomás y el elefante Jacinto, son los personajes que acompañan a la Pulga Leocadia en las diferentes situaciones de su vida: la casa, el colegio, el parque, la playa...

Todo ello ideado por Antonio Vicente Lucerga, autor real del cuento, especialmente sensibilizado con las necesidades educativas de los niños con discapacidad visual, que se ha volcado en su aportación literaria a este proyecto, y quien ha comentado durante la presentación que su cuento “surgió con la intención de que el niño ciego se identificara con la pulga y, a través de ella, pudiera reconocer su capacidad de superación ante todos los límites que se vaya encontrando”. A modo de moraleja el cuento concluye con la lucha de Leocadia por mantener en pie un castillo de arena en la playa, cuya representación significa “la necesidad de ir construyendo nuestro propio castillo, en este caso el del niño, luchando más que contra el mar contra la propia tierra que es el terreno en el que una está y puede controlar”, tal y como ha apuntado el autor.

Contenidos básicos de la Educación Infantil

El juego ha sido diseñado por un grupo de profesionales de la ONCE, con muchos años de experiencia en la educación de personas ciegas y deficientes visuales y en la creación de juegos adaptados, con el fin de cumplir todos los aspectos psicopedagógicos y los contenidos del currículo exigidos en la Educación Infantil. “El proyecto, largo pero fructífero, surgió hace algo más de dos años al plantearse la necesidad de crear materiales educativos en el marco de las nuevas tecnologías, accesibles para niños con discapacidad en edades tempranas, prácticamente inexistentes en el mercado actual”, según ha referido la Directora de Educación, Luz Laine.

A través de “La Pulga Leocadia” el niño desarrolla las nociones básicas del conocimiento y control del propio cuerpo y de su autonomía personal, la convivencia con los demás y el descubrimiento del entorno, el aprendizaje del lenguaje y de las habilidades comunicativas, la representación numérica, y la expresión artística y la creatividad.

Junto al software, la ONCE también ha editado el cuento en braille y tinta, con ilustraciones en relieve, para permitir que los niños ciegos y deficientes visuales puedan tener, a través del tacto, un acercamiento más directo a Leocadia, y, a la vez, empezar a conocer el clásico código de lectoescritura de las personas con discapacidad visual.

Maria Pilar Tobías