Texto publicado por Ma. Guadalupe Hernández Méndez

Diario de un ciego 6

DIARIO DE UN CIEGO 6
(HOJAS SUELTAS)
Si la vida es un sueño como dicen los poetas, yo quiero soñar… creo que en la vida muchos hemos o estamos tras de un sueño o proyecto o manera de querer vivir ¿o no? Tú, si alguna vez has estado enamorado lo podrás entender mejor. Porque ahora la vida de una joven llena de sueños e ilusiones está frente a ti. ¿su nombre?... no importa, cualquiera puede ser. ¿su edad?... tampoco tiene importancia a cualquier edad se puede soñar que nos hemos enamorado de algún príncipe.
Lloré amargamente pues el chico de quien me enamoré estaba besando a otra, aunque yo sabía muy dentro de mi que lo iba a conseguir, hice de todo… corté mi pelo, pinté mi cara, cambié mi forma de vestir, hablar, reír, caminar y creo que hasta de pensar. ¡imagínate! hasta me atreví a escribirle poemas como este:
La imaginación no tiene límites…
La pradera está verde con tonalidades de diamante al levantarse el alba, el río que la cruza no puede detener ni callar el canto de sus aguas cristalinas. El olor penetrante de las flores llega hasta mí con recuerdos impregnados de melancolía y a la nueva luz del día mi corazón se pregunta ¿Dónde estás luz de mis ojos, sol de mi alma? te he buscado inútilmente por la mañana.
La pradera ahora arde bajo el ardiente sol, el río cantarino parece agotado te estoy esperando aún y no llegas a mi lado el canto de los pájaros el ruido de los árboles, las nubes caprichosas dibujando figuras en las alas del viento mi pensamiento corre, corre pero no te encuentro…¿dónde estás luz de mis ojos, sol de mi alma? .
La tarde ha caído, la pradera poco a poco se ha llenado de sombras, todo duerme menos yo que en la luz de las estrellas sigo buscando tu rostro, del alba al crepúsculo; del crepúsculo al alba te sigo buscando y no te he encontrado ¿dónde estás luz de mis ojos, sol de mi alma?
Buscaré en el mar y en las montañas, en la nieve fría o en el desierto te buscaré aún de la tierra en sus entrañas por si hubieras muerto y al final entraré en mi corazón ahí te encontraré porque no tiene límites la imaginación.
Pues con algunos de estos poemas y dos que tres truquitos mas por fin logré llamar su atención y un día me citó en el parque, ¿te imaginas? Pensé en mil maneras de iniciar la conversación, en como le propondría que fuéramos novios ¿(en caso de que él no se atreviera), practiqué algunas sonrisas frente al espejo y cuando por fin me sentí lista salí rumbo a mi destino con el alma en un hilo y mi corazón en la mano dispuesta a entregarlo. Pero…¡¡¡!!!
Mejor te pongo la breve conversación que sostuvimos.
-hola nena, ¿Qué onda?
Hola ¿Cómo estás?
-oye morra no te pongas pesada y dame unos kises
-¿Qué? Pero yo…
-si ya me han dicho que tú quieres conmigo y pos orale aquí me tienes
-pero yo esperaba otra cosa
-ay ya no te azotes morra di “simón” y directo al colchón

No le dije mas y mejor me fui porque estaba muy equivocada y él no era lo que yo creí. Chicas fíjense en quien ponen sus ojos o si no ven como yo, fíjense en quien ponen las manos. fin