Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Humor: no mas pruebas de alcoolemia.

>Una loca se divierte corriendo en su silla de ruedas a lo largo y ancho

>del pasillo de un manicomio, imitando ruidos de coches de carrera.

>De repente sale un loco de una habitación, la detiene y le dice:

>

>

>

>-¿Disculpe señora, pero excedía usted el límite de velocidad permitido

>en esta calle. ¿Puedo ver su registro de conductor?

>

>

>

>La loca se pone a buscar en su bata y saca un boleto de colectivo usado.

>

>

>El loco verifica el documento, encuentra que esta todo en regla, se lo

>Devuelve y, después de advertirle sobre los peligros del exceso de

>Velocidad, la deja seguir.

>

>La loca sigue con su particular 500 millas de Indianápolis y, al pasar

>Otra vez ante la habitación del loco, éste surge de nuevo.

>Vuelve a detenerla y dice:

>

>-Disculpe señorita, pero he visto como pasaba la doble línea continua.

>Le importaría mostrarme la documentación del vehículo?

>

>La loca revuelve otra vez en sus bolsillos y exhibe una apolillada

>Cuenta del supermercado.

>

>El loco comprueba que los papeles están en regla, vuelve a amonestarla

>Y deja que se vaya otra vez.

>

>La loca se lanza de nuevo a

>toda velocidad por los pasillos...

>Y, al volver a pasar por el mismo sitio, el loco se asoma por tercera

>vez

>De su habitación, pero ahora totalmente desnudo y con una tremenda y

>enorme erección:

>

>La loca lo ve y exclama:

>- ¡Ah, no! Otra vez el test de alcoholemia, nooooo...!!!