Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Pequeño tecsto.

Medardito, el hijo del juez.

¡Gurí travieso y
loco había sido siempre Medardito Contreras! Hijo del juez Contreras que tenía
el Juzgado bandeado el Cerro de las Animas.

Había que tenerlo
siempre atado a Medardito porque si estaba suelto no se sabía lo que podía
pasar.

Una vez que,
estando en el pueblo, entró a una pieza en la casa de la madrina –doña Mónica-
faltó cielorraso.

El juez Contreras
andaba desesperado con el muchacho.

Y una tarde, las
malhechurrías de Medardito alarmaron a todo el paso en cinco lenguas a la
redonda.

¡Medardito se había
quedado in rato solo en el Juzgado y se había tragado la lapicera del padre! El
juez Contreras, a los gritos, mandó al peón que agarrara caballo y saliera
zumbando para lo de Nico Echachuri, el mano santa, a preguntarle que hacía.
Matando al overo rosado llegó el peón a lo de Nico y le dice:

-Vengo e’parte’el
Juez Contreras porque el hijo, Medardito, se le tragó la lapicera’el Juzgao.
Dice que si puede que vaya, que no se fije en la plata, pero que me diga,
demientras juté yega, qué hace…

El viejo Nico
Echachurri pensó un rato y le contestó:

-Y… de mientra yo
yego, digalé que escriba con lapi"

Artur García Núñez,"wimpi".