Texto publicado por Geudis Vega

Faro

Hola amigos:

Es la primera vez que publico algo en internet, así que les pido me disculpen cualquier error.

Este texto no sé si ya lo han leído antes, pero es uno de mis favoritos. Ahí se los dejo.

FARO
Está afianzado en la roca, no importa dónde sea construido. Está ahí para brillar. El propósito de la luz cambia. A veces es un aviso, otras atrae la atención, está ahí para guiar, siempre anclado a la roca.
Sabe lo que otros ignoran, dónde está el problema, orienta y guía. La luz es capaz de ayudar a conducir los barcos a salvo a la bahía. Hay regocijo en el faro cuando esto sucede, pero el guardián no va al barco para brindar con el capitán, se alegra silenciosamente, y continúa con su brillante luz.
Los capitanes que llegan al puerto, a salvo, gracias a la luz del faro, nunca conocen al guardián del faro, y este no publica sus declaraciones para decir a otros a cuántos ha salvado. Se queda en silencio y solo, clavado en la roca.
Hay personas así, que pasan por la vida intentando ayudar, guiar, tender la mano; pero todo se derrumba cuando dejan el faro y suben al barco para festejar.
Otras, en cambio, ayudan en silencio, tocan e iluminan las vidas de muchos a su paso, no buscan reconocimientos, dan porque sienten algo maravilloso al hacerlo y cuando han logrado salvar o hacer sentir mejor al otro. Esas personas son verdaderos faros, no necesitan figurar, ni ser aplaudidos, ni adulados, ni sentirse importantes.
Siguen firmes sobre la roca y saben que su luz siempre será de ayuda para quien la necesite. Piensa, ¿cómo quieres ser?