Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Instructivo: Cuiddado con las carreras.

Bueno amigos, creo que aunque sea saludable practicar cualquier deporte, no está de más el tomar ciertas precauciones al respecto.

Saludinos desde Asturias.

Cuidado con las carreras populares.

Los especialistas advierten de que realizar una carrera popular sin
entrenamiento adecuado ni revisión médica previa puede entrañar riesgos para la
salud
Autor: Por CLARA BASSIFecha de publicación: 15 de julio de 2012

- Imagen: Omar de Armas -Las carreras populares, triatlones o maratones cada vez
congregan a más participantes que se apuntan a correr en estos eventos
deportivos, más si están organizados por una buena causa. Pero correr solo un
día, sin un control médico previo y sin una preparación física adecuada, puede
resultar peligroso para el corazón, sobre todo de quienes superan los 35 o 40
años, edades a partir de las que aumenta el riesgo cardiovascular. A
continuación se detallan qué medidas hay que tener en cuenta al hacer deporte
aficionado para prevenir al máximo los riesgos para la salud y el corazón.
El 75% de las personas que practican deporte dicen hacerlo por su cuenta y solo
el 19% afirman realizarlo como integrantes de un club, asociación, organización
o federación, según datos de la última encuesta de hábitos deportivos en España,
de 2010, realizada por el Consejo Superior de Deportes y el Centro de
Investigaciones Sociológicas.
Aunque el hábito de practicar ejercicio es saludable, las cosas cambian cuando
se lleva a cabo por libre y sin control. Nuevos datos lo evidencian: menos del
2% de las personas que se someten a un examen médico-deportivo de forma
voluntaria corresponden a este perfil de deportistas aficionados o por libre,
según la actividad de la Unidad de Medicina Deportiva (UME) del Hospital de San
Rafael, de Barcelona. El 98% son deportistas federados y, entre ellos, casi
todos, futbolistas que deben pasar de manera obligatoria por estas pruebas.
Estas cifras ponen de manifiesto que la mayoría de la población que practica
deporte por su cuenta lo hace desprotegida, sin saber si el ejercicio físico
entraña algún riesgo para su salud y su corazón.
Esta es una práctica habitual en los participantes de carreras deportivas,
triatlones y maratones, que salen a correr por una causa justa. Para muchos, es
la excusa perfecta para reconciliarse con el ejercicio físico y piensan que
podrán hacerlo fácilmente porque a los 20 años eran buenos en algún deporte. Sin
embargo, la forma física se pierde y volver a practicar ejercicio de repente,
solo por un día, después de mucho tiempo (a veces años) de inactividad, sin una
revisión médico-deportiva y una buena preparación física previas, entraña
riesgos de diversa consideración para la salud.
Riesgos para la salud en competiciones populares En estas competiciones, los
corredores amateurs pueden sufrir desde lesiones y desmayos sin importancia
hasta arritmias y otros episodios de gravedad e, incluso, morir. Por esta razón,
"siempre que se vaya a realizar una actividad deportiva nueva e intensa, como
salir a correr por cuenta propia, una carrera popular, un triatlón o un partido
de fútbol en un 'día de costillada', es necesario someterse a una evaluación
médico-deportiva previa, sobre todo si la persona es un adulto que tiene entre
35 y 40 años", advierte Joan Bosch, médico especialista de la Unidad de Medicina
Deportiva (UME) del Hospital de San Rafael, de Barcelona.
Los corredores amateurs pueden sufrir lesiones, desmayos e, incluso, arritmias
y morir Esto se debe a que las personas que superan los 35 años y las que tienen
más de dos factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión arterial,
colesterol elevado, diabetes, tabaquismo, obesidad o sedentarismo, entre otros,
tienen más riesgo cardiovascular durante el ejercicio físico o las siguientes
horas. Así, entre el 74% y el 94% de las muertes súbitas de deportistas
profesionales y aficionados ocurren durante las 24 horas posteriores a la
práctica deportiva, según datos de la UME del Hospital de San Rafael.
Revisión médico-deportiva y entrenamiento previos A tenor de los riesgos que
supone el deporte sin control, "el mensaje que hay que difundir es, 'antes de
hacerlo, piénsalo': además de la revisión médico-deportiva, hay que entrenarse y
es posible que, en ciertos casos, incluso haga falta un preparador. Hay que
ejercitarse cada semana, dos o tres veces, y el entrenamiento previo a cualquier
actividad de intensidad media debe iniciarse al menos dos meses antes. Y, cuanto
más tiempo se prepare uno, mejor", puntualiza Bosch.
Ahora bien, ¿cada cuánto y dónde debe llevarse a cabo esta evaluación
médico-deportiva? En referencia a la periodicidad, las federaciones fijan los
límites para los deportistas federados, pero para los aficionados que van por
libre no hay una norma fija. Bosch aconseja realizar una consulta antes de
empezar a practicar deporte y después una revisión entre cada dos y cinco
años(nunca más allá de los cinco años). Asimismo, si una persona nota más fatiga
que antes o que le cuesta respirar, también es conveniente que no espere dos
años más, para la siguiente revisión, sino que acuda antes.
En cuanto a dónde desarrollar estos exámenes médico-deportivos, "las personas
con la formación más adecuada para llevarlos a cabo son los profesionales de
Medicina del Deporte, por lo que sería bueno que los gimnasios, que realizan
muchas de estas evaluaciones, se vinculasen a las Unidades de Medicina del
Deporte. Lo idóneo es que las personas que requieran estas evaluaciones se
dirijan a una de estas unidades", informa Bosch.
Esta revisión médico-deportiva incluye la elaboración de la historia clínica del
deportista profesional o aficionado, en la que se recoge si tiene algún riesgo
conocido para la salud o antecedentes familiares (de riesgo cardiaco,
hipertensión, etcétera); una evaluación del estado básico del individuo (talla,
peso, etc.), así como una primera valoración de su sistema osteomuscular
(musculatura y flexibilidad); y un electrocardiograma de reposo, avalado por la
Federación Española de Medicina del Deporte, que aporta información sobre cómo
está el corazón.
Además, según la situación de partida, se pueden añadir una espirometría, para
valorar la situación de los pulmones, y un electrocardiograma de esfuerzo,
consistente en colocar electrodos por distintos puntos del cuerpo (brazos y
extremidades) para ver cómo responde el corazón mientras la persona se mueve
sobre un andador mecánico o una bicicleta estática.
Utilidad de las revisiones predeportivas
Someterse a una revisión de salud en una Unidad de Medicina Deportiva puede
ayudar tanto a mejorar la salud como el rendimiento físico. Según la UME del
Hospital de San Rafael, con estas revisiones, se puede conseguir lo siguiente:
Preservar la seguridad de la práctica deportiva.
Detectar enfermedades o alteraciones físicas que conviertan realizar ejercicio
físico en un riesgo para la salud en general (o del corazón en particular).
Identificar patologías que limiten la práctica deportiva.
Satisfacer los requerimientos legales para hacer deporte.
Plantear una estrategia terapéutica y/o de rehabilitación para patologías.
Prevenir lesiones músculo-esqueléticas como una patología de pies o trastornos
de la marcha.

¡Cuanto más te disfraces, más te parecerás a ti mismo!