Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día viernes 22 de marzo del año 2024.

“Examinando las escrituras”.
Texto del día viernes 22 de marzo del año 2024.

Estarán proclamando la muerte del Señor, hasta que él venga (1 Cor. 11:26).

Una de las razones por las que invitamos a otros a la Conmemoración es porque deseamos que sepan lo que Jehová y Jesús han hecho por todos nosotros (Juan 3:16).
Queremos que lo que vean y escuchen por primera vez esa noche los motive a conocer mejor a Jehová y a ser siervos suyos. Nuestras invitaciones también van dirigidas a otro grupo de personas: los inactivos. Los invitamos a la Conmemoración para recordarles que Dios sigue queriéndolos. Nos llena de alegría ver que muchos deciden asistir. Esa noche les recuerda lo felices que fueron sirviendo a Jehová (Sal. 103:1-4).
Sea que las personas acepten nuestra invitación o no, hacemos todo lo posible por invitarlas porque sabemos que para Jehová las personas son muy importantes (Luc. 15:7; 1 Tim.
2:3, 4). w23.01 20 párr. 1; 23 párrs. 9-11

Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 11 de nisán) Marcos 11:20-12:27, 41-44

La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo.

1 Corintios 11:26.
Porque, cada vez que coman de este pan y beban de esta copa, estarán proclamando la muerte del Señor, hasta que él venga.

Juan 3:16.
”Porque Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo unigénito para que nadie que demuestre tener fe en él sea destruido, sino que tenga vida eterna.

Salmo 103:1-4.
Alaba a Jehová, alma mía; que todo lo que hay dentro de mí alabe su santo nombre. 2 Alaba a Jehová, alma mía; que yo nunca me olvide de todo lo que él ha hecho. 3 Él perdona todos tus errores y sana todas tus dolencias. 4 Él rescata tu vida del hoyo y te corona con su amor leal y su misericordia.

O “de la tumba”.

Lucas 15:7.
Les digo que, de la misma manera, habrá más felicidad en el cielo por un pecador que se arrepiente que por 99 justos que no necesitan arrepentirse.

O “gozo”.

1 Timoteo 2:3, 4.
Esto es bueno y agradable a los ojos de nuestro Salvador, Dios, 4 pues su voluntad es que toda clase de personas se salven y lleguen a tener un conocimiento exacto de la verdad.

O “lo que él quiere”.

Marcos 11:20-12:27.
Temprano al día siguiente, al pasar junto a la higuera, vieron que se había secado de raíz. 21 Pedro, acordándose de lo sucedido, le dijo: “¡Rabí, mira! La higuera que maldijiste se secó”. 22 Al oír eso, Jesús les dijo: “Tengan fe en Dios. 23 Les aseguro que, si alguien le dice a esta montaña ‘Levántate y lánzate al mar’, y se lo dice sin tener dudas en su corazón, sino teniendo fe en que así va a suceder, conseguirá que eso se haga realidad. 24 Por eso les digo: todas las cosas que pidan en sus oraciones, pídanlas con fe y denlas por recibidas, y las tendrán. 25 Cuando estén de pie orando, perdonen cualquier cosa que tengan contra alguien, para que su Padre que está en los cielos también les perdone a ustedes sus ofensas”. 26 -- 27 Entonces llegaron de nuevo a Jerusalén y, mientras él caminaba por el templo, vinieron los sacerdotes principales, los escribas y los ancianos, 28 y le preguntaron: “¿Con qué autoridad haces tú estas cosas? ¿Quién te autorizó a hacer estas cosas?”.
29 Jesús les respondió: “Les voy a hacer una pregunta. Si ustedes me la responden, yo les diré con qué autoridad hago estas cosas. 30 El bautismo que Juan realizaba, ¿venía del cielo, o venía de los hombres? Contéstenme”. 31 De modo que ellos empezaron a razonar sobre el asunto unos con otros. Decían: “Si le contestamos que venía del cielo, él dirá: ‘Entonces, ¿por qué no le creyeron?’. 32 Pero ¿quién se atreve a decir que venía de los hombres?”. Le tenían miedo a la multitud, porque todos consideraban que Juan realmente había sido un profeta. 33 Así que le respondieron a Jesús: “No lo sabemos”. Y Jesús les dijo: “Pues yo tampoco les digo con qué autoridad hago estas cosas”.

12 Entonces empezó a hablarles usando comparaciones. Les dijo: “Un hombre plantó una viña y la rodeó con una cerca. Además, excavó un lagar y construyó una torre. Luego les alquiló la viña a unos agricultores y viajó al extranjero. 2 A su debido tiempo, les envió un esclavo a los agricultores para recibir de ellos su parte del fruto de la viña. 3 Pero ellos lo agarraron, le dieron una paliza y lo mandaron de vuelta con las manos vacías. 4 Y el dueño les envió otro esclavo, y a este lo golpearon en la cabeza y lo humillaron. 5 Luego envió otro, y lo mataron. Y envió muchos más; a algunos les dieron una paliza y a otros los mataron. 6 Todavía le quedaba alguien más: un hijo amado. Así que en último lugar lo envió a él, porque decía: ‘Respetarán a mi hijo’. 7 Pero los agricultores se dijeron unos a otros: ‘Este es el heredero. Vamos, matémoslo; así la herencia será nuestra’. 8 De modo que lo agarraron, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.
9 ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá, matará a los agricultores y les dará la viña a otros. 10 ¿Es que nunca leyeron este pasaje de las Escrituras: ‘La piedra que los constructores rechazaron, esa ha llegado a ser la principal piedra angular’? 11 ¿Y no leyeron: ‘Esta ha venido de Jehová y para nosotros es maravillosa’?”. 12 Como sus enemigos se dieron cuenta de que la comparación la había hecho pensando en ellos, quisieron arrestarlo, pero le tenían miedo a la multitud. Así que lo dejaron y se fueron. 13 Entonces le enviaron algunos de los fariseos y de los miembros del partido de Herodes para que lo atraparan en sus propias palabras. 14 Al llegar, estos le dijeron: “Maestro, sabemos que siempre dices la verdad y que no buscas la aprobación de nadie, porque no te fijas en la apariencia de la gente, sino que enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad. ¿Está permitido que le paguemos tributo a César, o no?
15 ¿Lo debemos pagar, o no lo debemos pagar?”. Pero él, al notar su hipocresía, les contestó: “¿Por qué me ponen a prueba? Tráiganme un denario para que lo vea”. 16 Así que se lo trajeron y él les preguntó: “¿De quién es esta imagen y el nombre que está aquí escrito?”. “De César”, le respondieron. 17 Jesús entonces dijo: “Páguenle a César lo que es de César, pero a Dios lo que es de Dios”. Y ellos se quedaron asombrados con él. 18 Entonces vinieron los saduceos —que dicen que no hay resurrección— y le preguntaron: 19 “Maestro, Moisés nos dejó escrito que, si el hermano de un hombre muere dejando esposa pero no hijos, este hombre debe casarse con la viuda para darle descendencia al hermano que murió. 20 Resulta que hubo siete hermanos. El primero tomó una esposa, pero se murió sin dejar descendencia. 21 Y el segundo se casó con la viuda, pero también se murió sin dejar descendencia; y el tercero lo mismo. 22 Y ninguno de los siete dejó descendencia. Después de que todos murieron, también se murió la mujer.
23 En la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa? Porque los siete estuvieron casados con ella”. 24 Jesús les respondió: “¿Acaso no es esta la razón por la que están equivocados: que no conocen ni las Escrituras ni el poder de Dios? 25 Porque, cuando se levantan de entre los muertos, los hombres no se casan ni las mujeres son entregadas en matrimonio, sino que son como los ángeles en los cielos. 26 Pero, en cuanto a que los muertos sean resucitados, ¿no leyeron en el libro de Moisés, en el relato de la zarza, que Dios le dijo: ‘Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’? 27 Él no es Dios de muertos, sino de vivos. Ustedes están muy equivocados”.

O “era de origen humano”.
O “Es correcto”.
Lit. “levantados”.

Marcos 12:41-44.
Y se sentó en un lugar desde donde se veían las arcas del tesoro, y se puso a observar cómo la gente echaba dinero en ellas; muchos ricos echaban muchas monedas. 42 Entonces vino una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco valor. 43 Él llamó a sus discípulos y les dijo: “Les aseguro que esta viuda pobre echó en las arcas del tesoro más que todos los demás. 44 Porque todos ellos dan de lo que les sobra; pero ella, que es tan pobre, lo echó todo, todo lo que tenía para vivir”.

Lit. “de su necesidad”.

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower.
jw.org