Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día jueves 21 de marzo del año 2024.

“Examinando las escrituras”.
Texto del día jueves 21 de marzo del año 2024.

Vi al Cordero, y con él 144.000 (Apoc. 14:1).

Los que gobiernen en el Reino de Dios tendrán a su cargo a miles de millones de personas por todo el planeta. Igual que Jesús, los 144.000 serán reyes y sacerdotes (Apoc. 5:10).
Bajo la Ley mosaica, la responsabilidad principal de los sacerdotes era proteger la salud física y espiritual del pueblo. Como la Ley tenía “una sombra de las cosas buenas por venir”, es lógico pensar que los que gobernarán con Jesús desempeñarán una función especial: atender la salud física y espiritual del pueblo de Dios (Heb. 10:1).
Claro, no sabemos todavía cómo estos reyes y sacerdotes se comunicarán con los ciudadanos del Reino que estén aquí en la Tierra. Podemos estar seguros de que los que vivan en el Paraíso tendrán la guía que necesiten (Apoc. 21:3, 4).
w22.12 11 párrs. 11-13

Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 10 de nisán) Marcos 11:12-19

La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo.

Apocalipsis 14:1.
Entonces vi al Cordero de pie en el monte Sion, y con él 144.000 que llevan escritos en la frente el nombre de él y el nombre de su Padre.

Apocalipsis 5:10.
Tú hiciste que fueran un reino y sacerdotes al servicio de nuestro Dios. Y ellos reinarán sobre la tierra”.

Hebreos 10:1.
Porque, como la Ley tiene una sombra de las cosas buenas por venir pero no la realidad misma de esas cosas, esta nunca puede perfeccionar con los mismos sacrificios que se ofrecen regularmente año tras año a los que se acercan.

O “sustancia”.
O quizás “los hombres nunca pueden”.

Apocalipsis 21:3, 4.
Luego oí una voz fuerte que salía del trono y decía: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad. Él residirá con ellos y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos. 4 Y les secará toda lágrima de sus ojos, y la muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor. Las cosas anteriores han desaparecido”.

O “carpa”.
O “duelo”.

Marcos 11:12-19.
Al día siguiente, cuando salían de Betania, le dio hambre. 13 Desde lejos vio una higuera que tenía hojas, y fue a ver si encontraba algún fruto. Pero, al acercarse, no encontró nada, solo hojas, porque todavía no era la temporada de los higos. 14 Así que le dijo: “Que nadie vuelva a comer de tu fruto jamás”. Y sus discípulos lo escucharon. 15 Después de llegar a Jerusalén, Jesús entró en el templo y se puso a echar a los que vendían y compraban allí. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los bancos de los que vendían palomas.
16 Además, no dejaba que nadie transportara ningún objeto cruzando por el templo. 17 Luego estuvo enseñándole a la gente y diciéndole: “¿Acaso no está escrito ‘Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones’? Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones”. 18 Los sacerdotes principales y los escribas se enteraron y empezaron a buscar la manera de acabar con él. Y es que le tenían miedo, porque la multitud estaba impactada con su enseñanza. 19 Cuando se estaba haciendo tarde, Jesús y sus discípulos salieron de la ciudad.

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower.
jw.org