Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

“Examinando las escrituras”.
Texto del día sábado 16 de marzo del año 2024.

Pongámonos el casco de la esperanza de la salvación (1 Tes. 5:8).

Un soldado lleva el casco para proteger su cabeza. En nuestra guerra espiritual, debemos proteger nuestra mente de los ataques de Satanás. Él nos bombardea con tentaciones y con ideas que dañan la mente. Tal como el casco protege la cabeza del soldado, la esperanza protege nuestra mente para que nos mantengamos fieles a Jehová. Pero, si solo pensamos en nuestros propios deseos, esa esperanza podría debilitarse. Pensemos en lo que les pasó a algunos cristianos de la antigua ciudad de Corinto. Habían perdido la fe en una promesa de Dios muy importante, la de la resurrección (1 Cor. 15:12).
Pablo dijo que los que no creían en esta enseñanza solo vivían para el presente (1 Cor. 15:32).
Hoy en día, hay muchas personas que no confían en las promesas de Dios y por eso solo viven para el presente y para disfrutar de los placeres. En cambio, nosotros confiamos en el futuro que Dios nos promete.
w22.10 25, 26 párrs. 8, 9

La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo.

1 Tesalonicenses 5:8.
Pero nosotros, que le pertenecemos al día, mantengamos nuestro buen juicio y pongámonos la coraza de la fe y el amor, y el casco de la esperanza de la salvación,

1 Corintios 15:12.
Ahora bien, si se está predicando que Cristo fue levantado de entre los muertos, ¿cómo es que algunos de ustedes dicen que no hay resurrección de los muertos?

1 Corintios 15:32.
Si yo, como otros hombres, he peleado con animales salvajes en Éfeso, ¿de qué me sirve? Si los muertos no van a ser resucitados, “comamos y bebamos, porque mañana moriremos”.

O quizás “desde un punto de vista humano”.

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower.
jw.org