Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día miércoles 17 de mayo del año 2023.

“Examinando las escrituras”.
Texto del día miércoles 17 de mayo del año 2023.

Ocupen sus puestos, estense quietos y vean cómo los salva Jehová (2 Crón. 20:17).

Al rey Jehosafat se le presentó una situación muy difícil. Él, su familia y el pueblo se vieron amenazados por un enorme ejército de hombres de Ammón, Moab y la región montañosa de Seír (2 Crón. 20:1, 2).
¿Qué hizo Jehosafat? Le pidió ayuda y fuerzas a Jehová. Su humilde oración, que se encuentra en 2 Crónicas 20:5-12, revela cuánto confiaba en su amoroso Padre celestial. Jehová le respondió mediante un levita llamado Jahaziel, que le dijo las palabras del texto de hoy. Confiando totalmente en su Dios, Jehosafat obedeció. Cuando el rey y el pueblo salieron al encuentro de sus enemigos, él puso en primera línea no a sus mejores soldados, sino a hombres desarmados que iban cantando. Tal como Jehová le había prometido a Jehosafat, derrotó al ejército enemigo (2 Crón. 20:18-23).
w21.11 15, 16 párrs. 6, 7

La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo.

2 Crónicas 20:17.
Ustedes no tendrán que pelear esta batalla. Ocupen sus puestos, estense quietos y vean cómo los salva Jehová. Gente de Judá y Jerusalén, no tengan miedo ni se aterroricen. Mañana salgan y enfréntense a ellos, que Jehová estará con ustedes’”.

2 Crónicas 20:1, 2.
Después, los moabitas y los ammonitas, junto con algunos ammonim, vinieron a luchar contra Jehosafat. 2 Así que se le informó a Jehosafat: “Una gran multitud ha venido contra ti desde la región del mar, desde Edom, y allí están en Hazazón-Tamar, es decir, En-Guedí”.

2 Crónicas 20:5-12.
Entonces Jehosafat se puso de pie en medio de la congregación de Judá y Jerusalén en la casa de Jehová, delante del patio nuevo, 6 y dijo: “Oh, Jehová, Dios de nuestros antepasados, ¿no eres tú Dios en los cielos? ¿No tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? En tus manos hay fuerza y poder, y nadie puede contra ti. 7 Oh, nuestro Dios, ¿verdad que expulsaste delante de tu pueblo Israel a los habitantes de esta tierra y entonces se la diste de forma permanente a la descendencia de tu amigo Abrahán? 8 Y ellos se establecieron en ella y te construyeron allí un santuario para tu nombre. Decían: 9 ‘Si nos ocurre una calamidad —sea por la espada, un juicio desfavorable, una epidemia o hambre—, nos pondremos de pie ante esta casa y ante ti (porque tu nombre está en esta casa) y angustiados acudiremos a ti por ayuda, y tú nos escucharás y nos salvarás’.
10 Ahora están aquí los hombres de Ammón, Moab y la región montañosa de Seír. Cuando Israel salió de la tierra de Egipto, tú no permitiste que invadiera el territorio de ellos; se apartó y no los destruyó. 11 Y ahora nos lo pagan viniendo aquí a sacarnos de tu propiedad, que tú nos diste como herencia. 12 Oh, Dios nuestro, ¿no los vas a castigar? Porque nosotros no podemos contra esta gran multitud que viene a atacarnos, y no sabemos qué hacer, pero nuestros ojos miran hacia ti”.

2 Crónicas 20:18-23.
Al instante, Jehosafat se inclinó rostro a tierra, y todo Judá y los habitantes de Jerusalén cayeron ante Jehová para adorar a Jehová. 19 Entonces los levitas que eran descendientes de los cohatitas y de los coreítas se levantaron para alabar a voz en cuello a Jehová, el Dios de Israel. 20 A la mañana siguiente, se levantaron temprano y salieron al desierto de Tecoa. Mientras salían, Jehosafat se puso de pie y dijo: “¡Escúchenme, oh, Judá y habitantes de Jerusalén! Tengan fe en Jehová su Dios para que puedan mantenerse firmes. Tengan fe en los profetas de él, y les irá bien”. 21 Después de consultarlo con la gente, seleccionó hombres para que le cantaran a Jehová y lo alabaran con adorno santo yendo delante de los hombres armados y diciendo: “Denle gracias a Jehová, porque su amor leal dura para siempre”.
22 Cuando empezaron a cantar alabanzas con alegría, Jehová les tendió una emboscada a los hombres de Ammón, Moab y la región montañosa de Seír que estaban invadiendo Judá, y se mataron unos a otros. 23 Los ammonitas y los moabitas se volvieron en contra de los habitantes de la región montañosa de Seír para destruirlos y exterminarlos; y, cuando acabaron con los habitantes de Seír, se mataron unos a otros.

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower.
jw.org