Texto publicado por Manuel Emilio Ballista Caro

Texto, bíblico de hoy.

¡La mayor recompensa!

No nos cansaremos de predicar la esperanza que tenemos en Dios y sobre
Su gran amor, porque es grandioso lo que nos da.
No es que al hacernos cristianos no vayamos a tener más problemas,
pero conocerlo y tener esa relación, nos da una actitud totalmente
diferente para enfrentar la vida y sus sinsabores.
Y es un hecho que al recibir a Jesús y saber y entender lo que
significó el entregar Su vida por nosotros, la mayoría de las personas
queremos servirle y usar nuestros talentos.
No es como para pagarle, es para retribuirle, es que sentimos que
merece todo lo que podamos hacer para Él, aunque no lo necesite.

Colosenses 3:23-24 (NTV)
23 Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el
Señor y no para la gente.
24 Recuerden que el Señor los recompensará con una herencia y que el
Amo a quien sirven es Cristo;

Colosenses 3:23-24 (RVR 1960)
3:23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no
para los hombres;
3:24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia,
porque a Cristo el Señor servís.

La idea tampoco es hacerlo para buscar la mayor recompensa.

Y no es que debamos hacerlo por la recompensa.
No. La verdad es que la vida es un gran obsequio y conocerlo y tener
una relación con Él ya es una magnífica recompensa.
Su gracia es invaluable y esa paz que nos da cuando lo buscamos,
cuando estamos en aprietos y pronunciamos Su nombre.
El sentir Su presencia junto a nosotros, la seguridad que nos da,
saber que el Único y Todopoderoso Dios está de nuestra parte, nos debe
quitar todo temor.
Recordemos a David, quien, siendo un chiquillo ovejero, enfrentó a
Goliat, un gigante al que todo un ejército temía.
Pero David lo venció porque estaba seguro, convencido totalmente de
que Dios lo respaldaba.
Y de esa misma manera te respalda a ti.

1 Samuel 17:45-47 (NTV)
45 David le respondió al filisteo: Tú vienes contra mí con espada,
lanza y jabalina, pero yo vengo contra ti en nombre del Señor de los
Ejércitos Celestiales, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien tú
has desafiado.
46 Hoy el Señor te conquistará, y yo te mataré y te cortaré la cabeza.
Y luego daré los cadáveres de tus hombres a las aves y a los animales
salvajes, ¡y todo el mundo sabrá que hay un Dios en Israel!
47 Todos los que están aquí reunidos sabrán que el Señor rescata a su
pueblo, pero no con espada ni con lanza. ¡Esta es la batalla del
Señor, y los entregará a ustedes en nuestras manos!

1 Samuel 17:45-47 (RVR 1960)
17:45 Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y
lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los
ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has
provocado.
17:46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te
cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves
del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay
Dios en Israel.
17:47 Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y
con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en
nuestras manos.

Esa historia en la Biblia nos deja ver que Dios no busca al más
apropiado ante los ojos del hombre.
Dios ayuda, respalda y pelea por el que le pide ayuda, el que lo
busca, a todos nosotros que buscamos tener una relación con Él.
Debemos estar convencidos del gran poder de Dios.
Nuestro Dios sigue activo, sigue vivo entre nosotros.

Pero solo nos pide fe.

Mateo 17:20-21 (RVR 1960)
17:20 Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo,
que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte:
Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
17:21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno.

Con fe, como dijo Jesús, del tamaño de una semilla de mostaza, podemos
hacer cosas extraordinarias.
Creer en nuestro Dios y Su gran poder, no el nuestro, es fe y es lo
que cambia las cosas.
Necesitamos cultivar nuestra fe acercándonos cada día más a Dios y
creyendo, sin dudar, de Su amor y Su gran poder.
Y si hacemos todo lo que estamos asignados a hacer, nuestras labores
en casa, en nuestro trabajo, nuestras relaciones con amistades, con la
familia; si lo hacemos todo como para Él, tenemos la promesa de que
nos compensará con una herencia.
Y Dios siempre ha cumplido Sus promesas.
Por tanto, créelo y sigue haciendo todo como para el Señor.

Josué 23:14 (NTV)
14 »Dentro de poco moriré, seguiré el camino de todo ser viviente en
este mundo. En lo profundo del corazón, ustedes saben que cada promesa
del Señor su Dios se ha cumplido. ¡Ni una sola ha fallado!

Josué 23:14 (RVR 1960)
23:14 Y he aquí que yo estoy para entrar hoy por el camino de toda la
tierra; reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra
alma, que no ha faltado una palabra de todas las buenas palabras que
Jehová vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os han acontecido,
no ha faltado ninguna de ellas.

Oración del día:
En el nombre de Jesús, Bendito y amado Padre Jehová, Todopoderoso.
Te alabo Señor mi Dios.
Que no olvide yo nunca, por favor, cuánto me amas y cuán
asombrosamente poderoso eres.
Quiero recordar que Tú eres quien me respalda, porque te llevo en mi
corazón y te dedico tiempo de mi vida.
Que mi fe siga creciendo y haciéndose cada vez más firme.
Creo en Ti Padre Amado y deseo acercarme cada vez más a Ti y conocerte
cada vez mejor.
Ayúdame siempre por favor, y te pido de corazón que se haga Tu
voluntad en mi vida.
Amén.

Aplicación:
Alguna vez has sido puesto a prueba y has pedido ayuda a Dios y la has recibido.
¿Cuál fue la prueba y cómo te sacó Dios adelante?

------------------------

Hay Alguien que te ama y entiende exactamente por lo que estás pasando.
A Él le interesas más de lo que te puedas imaginar, y quiere que
tengas una vida feliz y productiva, y que seas una influencia positiva
en las vidas de las personas a tu alrededor.
Pide a Jesús que entre en tu corazón a través de esta oración:
“ Jesús, deseo los dones que Tú nos ofreces: la vida eterna, el amor y
un sentido a la vida.
Te abro mi vida y mi corazón ahora y acepto Tu don de salvación.
Te ruego que me perdones todas mis malas acciones, que me ayudes a
volver a empezar, a llegar a conocerte íntimamente y a sentir tu amor.
Amén.

Juan 14:6 (RVR 1960)
14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie
viene al Padre, sino por mí.

¿Este tema ha sido de bendición?
¡Compártelo!

¡Que Dios te bendiga y hasta la próxima meditación!