Texto publicado por Miguel Ángel Rodríguez Sánchez

¿La siembra de nubes en verdad funciona?

Recientemente, el tema de la siembra de nubes ha dado de qué hablar, principalmente por las lluvias que se presentaron en Nuevo León en medio de una sequía que ha estado afectando a gran parte del país. Pero ¿realmente se pueden sembrar nubes? Antes de contestar esta pregunta es importante saber qué es desde cuándo se conoce este término. Para empezar, a diferencia de lo que se suele pensar, las nubes no son bolas de gas en el cielo, por el contrario, son un conglomerado de muchas gotitas de agua líquida o sólida (cristales de hielo) que están suspendidas en el aire. Estas gotitas y cristales chocan entre sí hasta que, si las condiciones son favorables y alcanzan un tamaño suficiente, caen al suelo produciendo la lluvia. Ahora sí, al entender qué es una nube, ya podemos hablar de en qué consiste la siembra.
La siembra de nubes ha sido utilizada desde hace ya varias décadas, pero quizá el caso más famoso es el de las olimpiadas de Beijing, China. Con el objetivo de limpiar el aire de la contaminada ciudad, se utilizó la siembra de nubes para promover la lluvia, con la esperanza de que las precipitaciones limpiaran el aire de la ciudad y que estuviera lista para la inauguración de los juegos olímpicos.
¿Pero cómo funciona la siembra de nubes?
Contrario a lo que el nombre indica, la siembra de nubes no se trata de crear una nube de la nada, más bien se trata de modificar una que ya existe. El principio básico de la siembra de nubes es arrojar a la nube algo llamado núcleos de hielo (normalmente se utiliza el yoduro de plata). Estos núcleos son hidrofílicos, es decir atraen agua. El agua que estos núcleos atraen es la que está presente en la atmósfera, de hecho, es uno de sus componentes principales. La idea es que estos núcleos de hielo comiencen a condensar el agua, es decir que el vapor de agua pase de fase gaseosa a fase líquida, generando así gotas cada vez más y más grandes, de tal manera que tengan el tamaño suficiente para que puedan precipitar. 
Si bien la siembra de nubes es conocida para promover la lluvia, no sólo se utiliza con ese objetivo, también se ha intentado utilizar para evitar que se formen granizos de gran tamaño, o para quitar la niebla en los aeropuertos. La siembra de nubes puede hacerse desde la tierra utilizando cañones, o desde el cielo, con el uso de avionetas que dispersen el yoduro de plata. Así mismo, existen dos tipos de siembra: la estática y la dinámica. 
¿Verdaderamente ha funcionado la siembra?
La principal desventaja que tiene la siembra de nubes es que es complicado saber si una nube precipitó debido a que se agregaron los núcleos de hielo o si esa nube de todas formas iba a precipitar aún sin ellos. 
Adicionalmente, para una siembra óptima, se deben de tener ciertas características particulares, como que haya una suficiente cantidad de agua sobreenfriada en la nube, así como la velocidad del viento, y el desarrollo vertical de la nube. Sin embargo, las conclusiones de la mayoría de los experimentos de siembra de nubes indican que es muy difícil lograr modificar las nubes.  
Siembra de nubes ¿la solución de la sequía?
Como se mencionó antes, para poder utilizar el método de siembra de nube y así poder generar lluvia, en un principio se necesitan nubes, es decir que en un ambiente muy seco o con poca humedad difícilmente se podría promover la precipitación. Adicionalmente, no se sabe con certeza si el añadir yoduro de plata a la atmósfera, y al precipitar como lluvia podría causar un efecto adverso en el suelo.
La siembra de nubes aún es una técnica que no ha demostrado ser eficaz, es difícil de implementar y es difícil de establecer hasta qué grado puede funcionar. A pesar de toda la tecnología que ostentamos y de la que hacemos uso todos los días, aún no podemos lograr un avance sustancial en modificar las nubes para que llueva dónde y cuándo queramos, que uno pensaría es de las primeras cosas que un ser humano pudo haber necesitado. 
Por: Ana Elena Martínez Melgarejo & Jorge Luis García Franco