Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

El origen de las notas musicales.

GUIDO D’AREZZO, (995-1.050), monje benedictino considerado el padre de la música, fue quien dio nombre a las notas musicales, inspiradas en las sílabas
iniciales de unos versos dedicados a San Juan Bautista, «Ut queant laxis», atribuidos a Pablo el Diácono.

«Ut queant laxis [«Para que tus siervos
Re sonare fibris puedan exaltar
Mira gestorum a pleno pulmón
Famuli torum las maravillas de tus milagros,
Solve polluti perdona la falta de
Labii reatum labios impuros,
Sancte Iohannes». San Juan»].
D’Arezzo denominó a este sistema de entonación solmización, que más tarde sería denominado solfeo, y fue el primero que elaboró una aproximación a la notación
actual, al asignar los nombres a las seis primeras notas y al utilizar la notación dentro de un patrón de cuatro líneas (tetragrama), y no una sola como
se venía haciendo anteriormente. D’Arezzo utilizaba este sistema para la enseñanza de la música y pronto adquirió gran popularidad. Su sencillez hizo que
el mismísimo Papa ordenase su introducción inmediata en las escuelas eclesiásticas de música.
Inicialmente, la nota do se llamó ut (hoy en día sólo se utiliza en francés y en partituras de canto gregoriano), hasta que en el siglo XVIII se cambió
el nombre de ut por do (por Dominus o Señor, aunque algunas fuentes apuntan que fue por el cantante italiano Giovanni Battista Doni). La razón principal
para este cambio fue que la utilización de una sílaba acabada en vocal favorecía que pudiese cantarse mejor (de hecho, en francés cuando se canta la escala
en voz alta, ut se lee como do).
D’Arezzo no quiso dar nombre a la séptima nota, siguiendo la tradición que consideraba el si como un tono diabólico (era denominado diabolus in musica).

Sería hacia el siglo XVI cuando se añadió la nota musical si, derivado de las primeras letras de San Juan [Sancte Ioannes].
También en este proceso se añadió una quinta línea a las cuatro que se utilizaban para escribir música, llegando a la forma en que hoy la conocemos, llamada
pentagrama. Después de las reformas y modificaciones llevadas a cabo en el siglo XVI, las notas pasaron a ser las que se conocen actualmente: do, re, mi,
fa, sol, la, si.