Texto publicado por Urria Gorria

Tanto #España como la #UE advierten al coronel golpista de #Mali que si contrata a 1.000 mercenarios como escoltas de #Rusia dejaran de asesorar al ejercito golpista

La crisis política en Mali amenaza la misión estratégica de España en el Sahel

La UE advierte a Bamako del final de la operación militar si permite la presencia de mercenarios rusos en el Ejército adiestrado por los aliados europeos. España contribuye con 530 efectivos y fuerza aérea a la espera de reforzar su presencia

Mateo Balín COLPISA | MADRID

ESPAÑA

El coronel Assimi Goita, líder de dos golpes militares, llegó al poder de Mali en junio.
El coronel Assimi Goita, líder de dos golpes militares, llegó al poder de Mali en junio. AMADOU KEITA | REUTERS
17 sep 2021 . Actualizado a las 17:30 h.
La larga crisis política en Mali, con dos golpes de Estado en menos de un año, y la deriva de la Junta Militar que dirige temporalmente el país subsahariano han puesto en grave riesgo la continuidad de la misión militar de la Unión Europea (EUTM-Mali). Una operación que comenzó en el 2013 y en la que España aparece como uno de los principales contribuyentes en la actualidad con 530 efectivos y fuerza aérea (tres helicópteros de combate).

La negociación del gobierno de transición dirigido por el coronel Assimi Goita, que llegó al poder a la fuerza en junio pasado, de contratar a mercenarios rusos del Grupo Wagner para colaborar con el Ejército nacional ha generado el peor desencuentro con la UE desde que se puso en marcha la misión. Este jueves, Bruselas dio un ultimátum a Goita, que ha recibido precisamente entrenamiento en la base de Koulikoro, en la que España adiestra a las fuerzas locales. Si continúa con su plan de privatizar la seguridad a terceros la operación llegará a su fin, advirtió la UE.

El portavoz de Exteriores, Peter Stano, justificó que «todo el mundo conoce la compañía (rusa) y su hoja de servicios» para asegurar que la supervivencia de la operación -prorrogada hace unos meses hasta el 2023- depende de los Estados miembros. Francia y Alemania ya han asegurado que se irán si Bamako contrata a 1.000 mercenarios de Wagner para tareas de escolta, asesoramiento y entrenamiento militar y policial.

Mientras tanto, España, como contribuyente activo por su interés estratégico en la pacificación de la región del Sahel (rutas de la inmigración, terrorismo y suministros energéticos desde Argelia), no se ha pronunciado en público, pero se da por hecho que seguirá los pasos de sus aliados si se consuma la ruptura. Ello, pese al interés del Ministerio de Defensa de incrementar su presencia militar y extender su campo de acción a otros puntos calientes de Mali para formar al Ejército nacional.

«Es importante que todos los actores respeten las reglas y las leyes humanitarias. No vamos a cooperar con este grupo, eso está absolutamente claro», indicó el portavoz Stano, que destacó la labor de EUTM-Mali en estos ocho años para combatir el terrorismo «de forma apropiada».

Punto de inflexión

Moscú, por su parte, niega cualquier vínculo con el grupo Wagner, que presta servicios de mantenimiento de equipos militares y de formación, pero también está acusado de actividades mercenarias por intereses comerciales y se sospecha que pertenece a un empresario cercano al Kremlin, Evgeny Prigozhin. Sus hombres ya están presentes en la República Centroafricana y en Libia. Y también se hallan en Sudán o en Mozambique.

Este nueve frente político en Mali, con la posible presencia de Rusia en la región, llega en un momento de inflexión para la UE, que aún está digiriendo la resaca del fracaso de la misión en Afganistán.

En junio pasado Francia anunció el final de la misión de combate Barkhane tras ocho años y el progresivo repliegue de sus 5.000 efectivos sobre el terreno (España despliega fuerza aérea en Senegal de apoyo logístico a los franceses). El presidente Macron alegó entonces que «hay un fenómeno de desgaste y un sentimiento generalizado de que perdemos el hilo del motivo por el que estamos ahí».

París quiere centrarse ahora en una nueva labor antiterrorista que pretende involucrar a los aliados europeos, entre ellos España, que gasta en Mali entre 80 y 90 millones al año. Precisamente, este jueves se conoció que un dron del Ejército francés mató en agosto en la llamada «zona de las tres fronteras» (Malí, Níger y Burkina Faso) al emir yihadista Abou Walid Al Saharaui, líder del Estado Islámico del Gran Sáhara (EIGS), al que se atribuye la mayor parte de ataques y atentados de los últimos años.

Con todos estos interrogantes sobre la mesa, la continuidad de la misión europea de Malí, estratégica para los intereses nacionales de España, está ahora sí realmente en el aire.

Fuente: la voz de Galicia