Texto publicado por Manuel Emilio Ballista Caro

Texto; bíblico de Hoy.

EVANGELIO DEL DÍA
Jueves 9 de septiembre de 2021.
Evangelio según San Lucas 6, 27-36.
Jesús dijo a sus discípulos: «Yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difaman.
Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica. Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames.
Hagan por los demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes. Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquellos que los aman. Si hacen el bien a aquellos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores.
Y si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo. Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los malos. Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
¡Ganancias sin Dios no prosperan!

Hemos dicho en varias oportunidades que no es malo el dinero.
No es malo querer tener más dinero mientras no lo hagamos nuestro dios.
Por otra parte, no debemos olvidar nunca darle a Dios la prioridad de
nuestro día, nuestro tiempo y nuestros recursos.

El que es generoso prosperará; el que reanima a otros será reanimado.
Proverbios 11:25 (NTV)

11:25 El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también
será saciado.
Proverbios 11:25 (RVR 1960)

Sí, porque todas nuestras ganancias nos llegan habiendo sido ya de Dios.
Él es quien las provee.
Y no es que necesite de nuestra ayuda.
Jamás, aunque nosotros sí de la de Él.
Pero tenerlo en primer lugar significa que antes de obtener esas
ganancias, ya le estábamos agradeciendo.

En lugar de quejarnos, hagamos algo al respecto.

Es tomar parte de esas ganancias para hacer obras para Él.
Somos Su cuerpo, por eso nos puso acá y debemos trabajar siempre para Él.
Cuando nos quejemos de lo que no anda bien en el mundo, recordemos
hacer algo al respecto.
Para eso estamos aquí.

Den, y recibirán. Lo que den a otros les será devuelto por completo:
apretado, sacudido para que haya lugar para más, desbordante y
derramado sobre el regazo. La cantidad que den determinará la cantidad
que recibirán a cambio.
Lucas 6:38 (NTV)

6:38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando
darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os
volverán a medir.
Lucas 6:38 (RVR 1960)

Si queremos tener más, para poder ayudar a otros, no olvidemos tener a
Dios en la fórmula.
Dios conoce nuestros corazones y sabe nuestros pensamientos.
Tratemos de obtener ganancias, pero con Dios para que prosperen.
Si vamos a iniciar un negocio, no olvidemos tener a Dios en él.
Desde el proyecto, desde sus inicios.

En el mundo sobran necesidades, colaboremos con algunas.

Hay diversas instituciones que ofrecen ayuda a niños en distintas
partes del mundo.
Hay hospitales que atienden a los pequeños enfermos con diversas
dolencias sin cobrar un centavo a sus padres.
Hay muchas instituciones y movimientos en contra de lo que está mal en
nuestro planeta con las que podemos colaborar.

Recuerden lo siguiente: un agricultor que siembra solo unas cuantas
semillas obtendrá una cosecha pequeña. Pero el que siembra
abundantemente obtendrá una cosecha abundante.
2 Corintios 9:6 (NTV)

9:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará
escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también
segará.
2 Corintios 9:6 (RVR 1960)

Si tenemos ganancias y no las usamos para el bien, no prosperarán.
Necesitamos ser buenos administradores de los bienes que nos provee
nuestro Dios.
Tenemos que ser mejores seres humanos cada día, dando el ejemplo,
ayudando a otros y haciendo de nuestra relación con Dios la prioridad
de nuestra vida.

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A Cristo Jesús le interesas más de lo que te puedas imaginar, quiere
que tengas vida eterna y una vida feliz y productiva, y que seas una
influencia positiva en las vidas de las personas a tu alrededor.

Pide a Cristo Jesús que entre en tu corazón a través de esta oración:

SEÑOR Jehová Creador del cielo y de la tierra:
yo sé que soy pecador (a).
Yo creo que Cristo Jesús el Mesías, me sustituyó en mis pecados cuando
murió en la cruz del calvario.
Yo creo que su sangre, muerte y resurrección fueron para mí.
En el nombre de Cristo Jesús le pido que me perdone de mis errores y
pecados y recibo a Cristo Jesús como mi Señor y Salvador.
Yo entrego mi corazón y vida a ti Padre Creador, y deseo hacer tu voluntad.
Lo pido en el nombre de Cristo Jesús.

14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie
viene al Padre, sino por mí.
Juan 14:6 (RVR 1960)

10:10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación.
Romanos 10:10 (RVR 1960)

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¡Que Dios te bendiga y hasta la próxima meditación!