Texto publicado por Manuel Emilio Ballista Caro

Texto, bíblico de hoy.

EVANGELIO DEL DÍA
Viernes 27 de Agosto DE 2021.
Evangelio según San Mateo 25, 1-13.
Por eso, el Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes.
Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite, mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos.
Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas. Pero a medianoche se oyó un grito: 'Ya viene el esposo, salgan a su encuentro'.
Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas. Las necias dijeron a las prudentes: '¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan? Pero estas les respondieron: 'No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado'.
Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la puerta. Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: 'Señor, señor, ábrenos', pero él respondió: 'Les aseguro que no las conozco'.
Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora.
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
EVANGELIO DEL DÍA
Jueves 26 de Agosto DE 2021.
Evangelio según San Mateo 24, 42-51.
Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.
¿Cuál es, entonces, el servidor fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su personal, para distribuir el alimento en el momento oportuno?
Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo. Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
Pero si es un mal servidor, que piensa: 'Mi señor tardará', y se dedica a golpear a sus compañeros, a comer y a beber con los borrachos, su señor llegará el día y la hora menos pensada, y lo castigará. Entonces él correrá la misma suerte que los hipócritas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
¡Allí estará también vuestro corazón!

Cuando Jesús dijo:
12:34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Lucas 12:34 (RVR1960)
nos estaba dando una advertencia para cuidar nuestra salvación también.

Mejor en la mano que en el corazón.

Hace muchos años, cuando el reverendo A. Fuller visitaba el banco de
Inglaterra, le fue mostrado el departamento secreto donde se guarda el
oro del imperio británico.
Tomando este siervo de Dios un lingote en la mano, después de
examinarlo dijo a un amigo:
¡Cuánto mejor es tener esto en la mano que en el corazón!

El problema no es el oro en sí.

Mucha gente cree que ningún buen cristiano debería tener posesiones y
otros creen que una muestra de estar bien con Dios es tener muchas
posesiones materiales.
El problema en sí mismo no radica en tener o no tener, sino en dónde
atesoramos esas posesiones, si están sólo en nuestras manos o si las
guardamos en el corazón de manera que ocupen un lugar que sólo le
corresponde a Dios.

Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas
personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe
verdadera y se han causado muchas heridas dolorosas.
1 Timoteo 6:10 (NTV)

6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual
codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de
muchos dolores.
1 Timoteo 6:10 (RVR 1960)

Cuando el oro está en el corazón, no hay espacio para otra cosa y lo
único que hace es alejarnos de Dios y de los tesoros espirituales.

¿Dónde está tu corazón?

Es bueno saber dónde tenemos nuestro corazón y qué guardamos en él.
Si eres consiente de que las riquezas materiales ocupan un lugar de
privilegio en tu vida, empieza a buscar más aquellos tesoros que no
son perecederos, aquellos que son eternos.
Recuerda que donde esté tu tesoro va a estar tu corazón y eso definirá
no sólo el rumbo de tu vida terrenal, sino también la eterna.
¡Que las riquezas no te cieguen!

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A Cristo Jesús le interesas más de lo que te puedas imaginar, quiere
que tengas vida eterna y una vida feliz y productiva, y que seas una
influencia positiva en las vidas de las personas a tu alrededor.

Pide a Cristo Jesús que entre en tu corazón a través de esta oración:

SEÑOR Jehová Creador del cielo y de la tierra:
yo sé que soy pecador (a).
Yo creo que Cristo Jesús el Mesías, me sustituyó en mis pecados cuando
murió en la cruz del calvario.
Yo creo que su sangre, muerte y resurrección fueron para mí.
En el nombre de Cristo Jesús le pido que me perdone de mis errores y
pecados y recibo a Cristo Jesús como mi Señor y Salvador.
Yo entrego mi corazón y vida a ti Padre Creador, y deseo hacer tu voluntad.
Lo pido en el nombre de Cristo Jesús.

14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie
viene al Padre, sino por mí.
Juan 14:6 (RVR 1960)

10:10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación.
Romanos 10:10 (RVR 1960)

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¡Que Dios te bendiga y hasta la próxima meditación! ¿Señalas errores de otros para justificar los tuyos?

La mayoría de los seres humanos tendemos a buscar excusas cuando
cometemos un error.
Adoptamos la costumbre de buscar maneras de explicar el error y nos
cuesta reconocer directamente cuando nos vemos acusados.
Luego, si dejan de presionarnos, es posible que podamos reconocerlo
más fácilmente, y pediremos la disculpa necesaria.
Y es que por buscar conversación y parecer simpáticos, podemos caer en
decir algo que no acostumbramos o que puede ser interpretado de manera
adversa.
Es un error y debemos reconocerlo y refrenarnos al momento porque sino
da pie a que digan que siempre eres así, aunque no sea cierto.

No señales a otros, busca soluciones.

Lo más importante es buscar vivir en paz y conformes con quiénes somos.
Señalar a alguien que comete un error, para dejar ver que no somos los
únicos que cometemos errores no es enaltecedor.
Es lamentable que dejemos salir la mezquindad, pero ocurre.
Si caemos en eso, busquemos soluciones.
Si nos damos cuenta de que hemos caído en hacer algo así, debemos
enmendar el error.
Pedir disculpas a Dios de corazón es el primer paso, y luego, a la
persona que hayamos involucrado.
Ya después de eso, es proponernos que no vuelva a ocurrir.
Pero somos seres de costumbres (hábitos).
Tendemos a repetir.

Ponme a prueba, Señor, e interrógame; examina mis intenciones y mi corazón.
Salmos 26:2 (NTV)

26:2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos
pensamientos y mi corazón.
Salmos 26:2 (RVR 1960)

Sometamos nuestras intenciones a Dios.

Cuidemos mucho nuestro comportamiento, lo que hacemos, lo que vamos a decir.
Antes de abrir la boca o decidir una acción, sometamos la idea a Dios.
Consultemos con Él.
¿Realmente debo decir esto?
¿Lo que voy a hacer tiene una buena intención?
¿Va a servir de ayuda o va a dañar a alguien?

Dime, ¿qué he hecho mal? Muéstrame mi rebelión y mi pecado.
Job 13:23 (NTV)

13:23 ¿Cuántas iniquidades y pecados tengo yo? Hazme entender mi
transgresión y mi pecado.
Job 13:23 (RVR 1960)

Podemos disfrazar nuestras intenciones y convencernos nosotros mismos
de que no queríamos hacer daño.
Pero Dios nos conoce, sabe incluso nuestros pensamientos.
Nadie engaña a Dios.
Ten mucho cuidado de convencerte a ti mismo de algo que no es cierto y
pretender convencer a Dios.

En cambio, probemos y examinemos nuestros caminos y volvamos al Señor.
Lamentaciones 3:40 (NTV)

3:40 Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová;
Lamentaciones 3:40 (RVR 1960)

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A Cristo Jesús le interesas más de lo que te puedas imaginar, quiere
que tengas vida eterna y una vida feliz y productiva, y que seas una
influencia positiva en las vidas de las personas a tu alrededor.

Pide a Cristo Jesús que entre en tu corazón a través de esta oración:

SEÑOR Jehová Creador del cielo y de la tierra:
yo sé que soy pecador (a).
Yo creo que Cristo Jesús el Mesías, me sustituyó en mis pecados cuando
murió en la cruz del calvario.
Yo creo que su sangre, muerte y resurrección fueron para mí.
En el nombre de Cristo Jesús le pido que me perdone de mis errores y
pecados y recibo a Cristo Jesús como mi Señor y Salvador.
Yo entrego mi corazón y vida a ti Padre Creador, y deseo hacer tu voluntad.
Lo pido en el nombre de Cristo Jesús.

14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie
viene al Padre, sino por mí.
Juan 14:6 (RVR 1960)

10:10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación.
Romanos 10:10 (RVR 1960)

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