Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera
Sonría, o sea funsionario.
Cualquier parecido con la realidad, es así nomás.
En la cadena de la vida:
El rico vive del pobre, el policía dice que cuida a los dos.
El ciudadano común se cuida de los tres.
El trabajador mantiene a los cuatro.
El vago vive de los cinco.
El comerciante comercia con los seis.
El abogado enreda a los siete.
El cantinero emborracha a los ocho.
El cura absuelve a los nueve.
El doctor cura a los diez.
El sepulturero entierra a los once.
El partido de turno gobierna a los doce.
El presidente engaña a los trece y a su vez:
Al rico lo hace más rico.
Al pobre lo hace más pobre.
Al más pobre lo hace imbécil.
A los imbéciles los hace ministros, diputados, senadores, y así dejan de ser pobres.
El consuelo es que en los países latinoamericanos sólo seis "personas" tienen problemas:
Yo, tú, él, nosotros, vosotros y ellos.