Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día domingo 22 de agosto del año 2021.

“Examinando las escrituras”.
Texto del día domingo 22 de agosto del año 2021.

Jehová le hablaba a Moisés cara a cara, tal como le hablaría un hombre a otro
(Éx. 33:11).

Cuando Jehová le pidió que liberara a la nación de Israel, a Moisés le faltó confianza en sí mismo y le dijo varias veces que no se sentía capacitado para esa misión. En respuesta, Dios le mostró gran compasión y lo ayudó
(Éx. 4:10-16).
Como resultado, Moisés pudo dar al faraón unos fuertes mensajes de condenación. Después, vio a Jehová utilizar su poder cuando salvó a los israelitas y acabó con el faraón y sus ejércitos en el mar Rojo
(Éx. 14:26-31; Sal. 136:15).
Después que Moisés sacó a los israelitas de Egipto, ellos se quejaban constantemente. Durante todo ese tiempo, Moisés observó la enorme paciencia con la que Jehová trató al pueblo que había librado de la esclavitud
(Sal. 78:40-43).
También fue testigo de su extraordinaria humildad, pues Jehová cambió de opinión cuando Moisés se lo pidió
(Éx. 32:9-14).
Tras el éxodo, Moisés llegó a tener una relación tan estrecha con Jehová que era como si viera a su Padre celestial
(Heb. 11:27).
w19.12 17 párrs. 7-9

Éxodo 33:11.
11 Y Jehová le hablaba a Moisés cara a cara, tal como le hablaría un hombre a otro. Cuando Moisés salía para volver al campamento, su ayudante y siervo Josué hijo de Nun no se apartaba de la tienda.

Éxodo 4:10-16.
10 Entonces Moisés le dijo a Jehová: “Discúlpame, Jehová, pero yo nunca he tenido facilidad para hablar, ni en el pasado ni desde que empezaste a comunicarte conmigo, tu siervo. Mi habla es lenta y mi lengua es torpe”. 11 Jehová le preguntó: “¿Quién le dio la boca al hombre? ¿Quién puede hacer que alguien esté mudo o sordo? ¿Quién puede darle la vista o volverlo ciego? ¿No soy yo, Jehová? 12 Así que ahora vete. Yo estaré contigo cuando hables y yo te enseñaré lo que debes decir”. 13 Pero él le respondió: “Discúlpame, Jehová, pero manda a otra persona, a quien tú quieras, por favor”.
14 Entonces Jehová se enojó muchísimo con Moisés y le dijo: “¿No tienes a tu hermano Aarón el levita? Sé que él tiene facilidad para hablar. Ya viene hacia acá para encontrarse contigo, y él se alegrará mucho cuando te vea. 15 Cuéntale lo que te he dicho y pon mis palabras en su boca. Yo estaré con ustedes cuando hablen y les enseñaré lo que deben hacer. 16 Él le hablará al pueblo por ti y será tu portavoz. Y tú serás como Dios para él.

Éxodo 14:26-31.
26 Entonces Jehová le dijo a Moisés: “Extiende tu mano sobre el mar para que las aguas se cierren sobre los egipcios, sus carros de guerra y sus jinetes”. 27 De inmediato, Moisés extendió su mano sobre el mar y, cuando estaba a punto de amanecer, las aguas volvieron a su lugar. Los egipcios trataron de huir de ellas, pero Jehová los arrojó en medio del mar. 28 Y, cuando las aguas volvieron a su lugar, cubrieron los carros de guerra, a los jinetes y al entero ejército del faraón, que había entrado en el mar detrás de los israelitas. No sobrevivió ni uno solo de ellos.
29 En cambio, los israelitas cruzaron el fondo del mar caminando sobre tierra seca. Y las aguas formaban un muro a su derecha y otro a su izquierda. 30 Así fue como Jehová salvó ese día a Israel de las manos de los egipcios, e Israel vio los cadáveres de los egipcios en la orilla del mar. 31 Israel también vio el gran poder que Jehová usó contra los egipcios. De modo que el pueblo empezó a temer a Jehová y a poner su fe en Jehová y en su siervo Moisés.

Salmo 136:15.
15 Se sacó de encima al faraón y su ejército arrojándolos al mar Rojo, porque su amor leal dura para siempre.

Salmo 78:40-43.
40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en la tierra árida! ¡Cuántas veces hirieron sus sentimientos en el desierto! 41 Vez tras vez pusieron a Dios a prueba y entristecieron al Santo de Israel. 42 No se acordaron de su poder, del día en que él los rescató del adversario, 43 de cómo realizó sus señales en Egipto, sus milagros en la región de Zoan,

Éxodo 32:9-14.
9 Además, Jehová le dijo a Moisés: “He visto que este es un pueblo terco. 10 Ahora déjame exterminarlos, porque estoy furioso con ellos, y haré de ti una nación grande”. 11 Entonces Moisés le rogó a Jehová su Dios: “Oh, Jehová, ¿por qué vas a descargar tu furia contra tu pueblo después de haberlo sacado de la tierra de Egipto con gran poder y con mano poderosa? 12 Si lo haces, los egipcios dirán: ‘Su Dios los sacó con malas intenciones. Quería matarlos en las montañas y eliminarlos de la superficie de la tierra’. Deja a un lado tu furia y reconsidera tu decisión de mandarle esta calamidad a tu pueblo. 13 Acuérdate de tus siervos Abrahán, Isaac e Israel. Tú les juraste por ti mismo: ‘Haré que la descendencia de ustedes sea tan numerosa como las estrellas de los cielos, y a su descendencia le daré toda esta tierra que yo elegí, para que sea de ellos de forma permanente’”. 14 Y Jehová reconsideró la decisión de mandarle a su pueblo la calamidad de la que había hablado.

Hebreos 11:27.
27 Por la fe, abandonó Egipto sin miedo a la furia del rey, porque se mantuvo firme como si estuviera viendo al que es invisible.

La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo.

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
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