Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día martes 17 de agosto del año 2021.

“Examinando las escrituras”.
Texto del día martes 17 de agosto del año 2021.

No se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen con los demás, porque estos sacrificios le agradan mucho a Dios
(Heb. 13:16).

Simeón era un anciano leal de Jerusalén al que Jehová le prometió que antes de morir vería al Mesías. Esta promesa debió animarlo muchísimo, pues había estado esperando su llegada durante años. Jehová lo recompensó por su fe y aguante. Cierto día, “guiado por el espíritu”, Simeón fue al templo, y allí vio a Jesús. Entonces, Jehová lo usó para pronunciar una profecía sobre este niño, que llegaría a ser el Cristo
(Luc. 2:25-35).
Aunque Simeón probablemente no vivió para ver el ministerio de Jesús, agradeció el honor que se le concedió. Y a este hombre fiel le espera lo mejor cuando vea en el nuevo mundo que el gobierno de Jesús bendecirá a todas las familias de la Tierra
(Gén. 22:18).
Nosotros también podemos sentirnos agradecidos por lo que Jehová nos permita hacer al servirle.
w19.10 22 párr. 7; 23 párr. 12

La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo.

Hebreos 13:16.
16 Además, no se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen con los demás, porque estos sacrificios le agradan mucho a Dios.

Lucas 2:25-35.
25 Resulta que había en Jerusalén un hombre justo y devoto llamado Simeón, que esperaba el consuelo de Israel, y el espíritu santo estaba sobre él. 26 Es más, por medio del espíritu santo había recibido la revelación divina de que no vería la muerte sin antes ver al Cristo de Jehová. 27 Entonces, guiado por el espíritu, entró en el templo. Y, cuando los padres entraron con el pequeño Jesús para hacer por él lo que era costumbre según la Ley, 28 tomó al niño en sus brazos, alabó a Dios y dijo: 29 “Señor Soberano, ahora estás dejando que tu esclavo muera en paz, tal como dijiste, 30 porque mis ojos han visto el medio que usarás para traer salvación,
31 que has preparado a la vista de todos los pueblos. 32 Es una luz para quitarles el velo a las naciones y una gloria para tu pueblo Israel”. 33 El padre y la madre del niño no salían de su asombro por las cosas que se decían de él. 34 Además, Simeón los bendijo y le dijo a María, la madre del niño: “Escucha, este niño está designado para que en Israel muchos caigan y muchos vuelvan a levantarse, y será una señal contra la que se hablará 35 (y a ti una espada larga te atravesará el alma) para sacar a la luz los razonamientos de muchos corazones”.

Génesis 22:18.
18 Y todas las naciones de la tierra conseguirán una bendición para ellas mismas mediante tu descendencia, porque tú has escuchado mi voz”.

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
jw.org