Texto publicado por Antonio Gracia Diaz

mi experiencia de madrugada con mi selección

Soy español. Si, pero quién ha dicho que no me pueda gustar otra selección también?. Hay partido contra brasil, y solo queda ganar esa copita américa. Estoy en España con muchísima tensión y con cinco horas más de diferencia. Soy ciego y no veo nada pero algo grande sé que stá apunto de pasar en mi vida. Miro las noticias cuando me levanto y me preocupo de ponerme una alarma para despertarme a las dos de la madrugada. El día va pasando y voy mirando los relojes a ver cuanto tiempo queda. Porfín es de noche en España. Ceno, lo suficientemente rápido como para preparar mi portátil y buscar una emisora en condiciones. Me dan las once de la noche. Escucho la secta deportiva y cuando me entero de que están los míos en el autobús camino al maracaná, tiemblo y me pongo nervioso. Estoy asta las doce de la noche. A esa hora me acuesto porque sé que me tengo que despertar a las dos. No duermo nada. Mi móvil está en mi cama y yo estoy mirando la maldita hora de vez en cuando. La una, la una y cuatro, la una y 29 y así asta que dan la una y cincuenta. Me quedo sentado en la cama asta que dan las dos justas. Me despierto, me voy al ordenador, y de nuevo la secta deportiva. Empieza lo bueno y tras unos minutos de infarto, aparece mi fideo, mi Angelito Dimaría, para ponernos por delante en el 22 de partido. Después de una segunda parte de infarto, pita el árbitro Osto gill, y nos metemos la copa en el bolsillo. Yo ya estaba loco y empecé a cantar dale campeón dale campeón. Después de la celebración me acuesto a las cuatro y 20 de la mañana. Y asta hoy, no he dormino nada nisiquiera tranquilo.