Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día domingo 2 de mayo del año 2021.

“Examinando las escrituras”.
Texto del día domingo 2 de mayo del año 2021.

Soy carnal, fui vendido al pecado
(Rom. 7:14).

Una prueba del amor que Jehová nos tiene es cómo actuó cuando Adán lo desobedeció. Como consecuencia de este acto, tanto él como sus descendientes dejaron de pertenecer a la feliz familia de Dios
(Rom. 5:12).
Pero Jehová tomó cartas en el asunto. Aunque castigó a Adán, no dejó sin esperanza a sus descendientes. Prometió de inmediato que los seres humanos obedientes volverían a ser parte de su familia
(Gén. 3:15; Rom. 8:20, 21).
Lo hizo posible gracias al sacrificio de su amado Hijo, Jesús. Al entregarlo por nosotros, demostró lo mucho que nos ama
(Juan 3:16).
Es el mejor Padre que podemos tener. Escucha nuestras oraciones y nos da lo necesario en sentido material y espiritual. Nos educa y ayuda. Además, tiene preparadas bendiciones extraordinarias para nosotros.
¿Verdad que nos conmueve saber que nuestro Padre nos ama y nos cuida?
w20.02 6 párrs. 16, 17; 7 párr. 20

La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo.

Romanos 7:14.
14 Porque sabemos que la Ley es espiritual, pero yo soy carnal, fui vendido al pecado.

Romanos 5:12.
12 Así pues, por medio de un solo hombre, el pecado entró en el mundo y por medio del pecado entró la muerte, y así fue como la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos habían pecado...

Génesis 3:15.
15 Y haré que haya enemistad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te aplastará la cabeza, y tú le herirás el talón”.

Romanos 8:20, 21.
20 Porque la creación fue sometida a la inutilidad —no por su propia voluntad, sino por la de aquel que la sometió— tomando como base la esperanza 21 de que la creación misma también será liberada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios.

Juan 3:16.
16 ”Porque Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo unigénito para que nadie que demuestre tener fe en él sea destruido, sino que tenga vida eterna.

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
jw.org