Texto publicado por Miguel Ángel Rodríguez Sánchez

Testeos PCR casi inalcanzables para familias; eso impide conocer la magnitud real de casos de coronavirus en este repunte

Familias se ayudan entre sí y hasta prestan dinero para alcanzar a hacerse la prueba PCR de COVID-19
18 de abril, 2021 - 06h59
Ciudadanos llegan en vehículos a nuevos puntos de toma de muestra PCR como el de Piazza Villa Club de la Junta de Beneficencia de Guayaquil. El costo es de $ 55. Foto: Jorge Guzmán
Ana, de 72 años, tiene insuficiencia respiratoria aguda. Lucha por su vida en una cama UCI del hospital de Milagro del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Hace más de 15 días tuvo los primeros síntomas de COVID-19, se hizo una prueba rápida que tenía un familiar a la mano y le salió negativo. Se confió. Los días pasaron y la fiebre, el malestar y la tos, entre otros síntomas, también los sintieron sus hijos y el resto de familia que la cuidaba.
En el entorno familiar de Ana, ocho integrantes se hicieron la prueba COVID-19, incluida ella. Seis se hicieron el test de antígeno (sangre) por su apretado presupuesto y por la premura de confirmar quiénes estaban infectados. Les costó $ 35 cada una, es decir $ 210 solo en pruebas; mientras que dos se hicieron la PCR, les salió a $ 55 cada una, $ 110.
Esta es la muestra de una realidad que vive un gran porcentaje de familias ecuatorianas por la pandemia del COVID-19. El costo para hacerse las pruebas en los laboratorios privados es alto (igual que las medicinas), sobre todo para la PCR (hisopado neofaríngeo), test oficial que maneja el Ministerio de Salud (MSP) para el registro de casos. Pero en los hospitales y centros de salud públicos, el acceso a esas pruebas es difícil, pues solo lo hacen a quienes están ya con síntomas intensos.
El costo rebasa el presupuesto familiar en medio de la crisis económica que se afronta debido a la pandemia. Esto, a nivel de salud pública, ha ocasionado que no se puedan detectar los casos, que no haya un correcto seguimiento epidemiológico y que muchas familias -sin acompañamiento médico- polimediquen a los pacientes que terminan con cuadros graves, requiriendo de una cama en la Unidad de Cuidado Intensivo (UCI) de un hospital o clínica, dicen médicos consultados por este Diario.
El pasado miércoles, el COE nacional dispuso que el MSP revise y regule los techos de los precios de las pruebas diagnósticas para COVID-19 en laboratorios privados a nivel nacional. El ministro de Salud, Camilo Salinas, indicó que se coordina con las diversas entidades para empezar operativos de control no solo del precio, también para garantizar la calidad.
Hasta el viernes 16 de abril de 2021 Ecuador reporta 1′218.869 pruebas PCR tomadas en los laboratorios autorizados a nivel nacional desde que empezó la pandemia del COVID-19, puede haber más de una prueba por paciente. De ese total, hubo 355.964 test que salieron positivo, según el reporte de ese día.
Según médicos y familiares de pacientes enfermos con el virus, los principales motivos para no hacerse una prueba PCR son económicos. “No hay circulante, las familias gastan primero en la medicina para tratar lo urgente; otra es que por esa necesidad de saber si tiene el virus se opte más por la de antígeno y hasta por las rápidas, porque son baratas, pero no certeras. Otro factor es el miedo que sienten de acudir a hospitales o laboratorios, tienen temor de contagiarse”, explicó el médico epidemiólogo Jhonny Real, exdirector de Vigilancia de la Salud Pública del MSP.
Él recordó que el costo de una prueba PCR era de más de $ 150 al inicio de la pandemia, luego bajó a $ 100 y ahora va de $ 55 hasta los $ 90 en el sector privado.
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Al momento, la Junta de Beneficencia de Guayaquil es una de las tarifas más económicas, $ 50 en el Luis Vernaza y $ 55 en los puntos estratégicos. Esta entidad, a más de tener precios reducidos también amplió los puntos de muestra para realizar más testeos que ayudarán también a detectar los casos positivos para poder tratarlos a tiempo.
La doctora Vicenta Cevallos, subdirectora técnica del laboratorio privado Interlab, explicó que la demanda de pruebas PCR ha aumentado en estos últimos días. Al menos se realizan 500 tomas de muestras por día entre personas que necesitan el resultado por tema médico, por viaje o para algún trámite particular.
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“El costo lo estamos estudiando, era de $ 80. Antes los costos eran muy elevados porque no se encontraban los reactivos, los insumos de bioseguridad también estaban escasos, incluso la transportación, pero esto ha cambiado, se están acomodando precios”, explicó ella.
El intensivista Omar Ávila señaló que la idea de regular los costos de las pruebas COVID-19 tanto PCR y antígeno es urgente, porque muchos pacientes gastan entre $ 150 y $ 200 solo en estos tipo de exámenes cuando puede utilizarlo para otros gastos de la enfermedad, más cuando se tienen otros enfermos en la misma familia. “Por eso que la PCR es la que menos se hace y hay un subregistro de casos positivos en el Ecuador”, lamentó.
En exteriores de Interlab llegan personas en vehículo y a pie para que les tomen la muestra con hisopo para PCR. Foto: Jorge Guzmán
Real dijo que ante este nuevo aumento de casos es fundamental mejorar la detección por la PCR, considerada como la prueba de oro por su diagnóstico-seguimiento vírico y porque permite también un seguimiento genómico del virus, situación que toma importancia con las nuevas mutaciones del Sars-CoV-2 como la brasileña P1, que ya hay dos casos en Ecuador.
“Para tomar decisiones de vigilancia y control es necesario saber dónde están los casos positivos, con eso se pueden adoptar las medidas de respuesta. Se debe testear más a la población para la vigilancia epidemiológica, por eso se viven estos escenarios de repuntes, repuntes porque no se está controlando como debe de ser... debe haber inversión para hacer vigilancia virológica y genómica en este momento de la pandemia”, explicó Real.
En Guayaquil -según el último reporte epidemiológico- se comprobaban al menos 160 casos positivos de COVID-19 por prueba PCR, detalló con preocupación el epidemiólogo Carlos Farhat, coordinador de Salud del Municipio de Guayaquil.
Fundamental hacerse en los tiempos
En los últimos días, más personas se han acercado a los laboratorios para que les tomen la muestra para este tipo de prueba; sin embargo, especialistas explican que si es para diagnóstico médico, tiene que tener en cuenta el tiempo idóneo para el test.
Kléber Sáenz, director médico y gerente de calidad de Synlab-Ecuador, dijo que la persona debe tener claro que si tuvo un contacto con un sospechoso de COVID-19 debe esperar al menos cinco días para hacerse la prueba PCR.
“Si tuvo contacto con una persona COVID-19 positivo, primero aíslese y espere (al menos) cinco días para hacerse la prueba PCR. Entre el día 0 del contacto y el día 5, ninguna prueba le va a dar un diagnóstico. ¿Por qué pasa esto? Porque este es el periodo de ventana en que los virus están replicándose y la concentración del virus que está en la nasofaringe son muy poquitos”, explicó.
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Hay galenos de hospitales de Guayaquil que recomiendan hacerse la PCR a los siete días del inicio de los síntomas, para mayor seguridad.
Sáenz afirma que al saber que hay un resultado positivo, un médico debe hacer un seguimiento cercano de la evolución de los síntomas desde el inicio de la enfermedad para poder hacer un control óptimo y no necesitar atención hospitalaria.
Los médicos aclaran que la prueba rápida (con gotas de sangre del dedo) es solo referencial y de alerta; incluso la de antígenos no da un diagnóstico preciso. Hay casos de personas que se han hecho las dos pruebas citadas y han dado negativo, pero, luego, con la PCR, han dado positivo. Por ello recomiendan no confiarse en esos test y afirman que lo mejor es aislarse de inmediato cuando sienta síntomas respiratorios.