Texto publicado por Manuel Emilio Ballista Caro

Texto, biblico de hoy.

¡Dios está contigo!!!

Dios aprieta pero no ahorca.

«No te preocupes por lo que no entiendas de la Biblia.
Preocúpate por aquello que entiendes y no aplicas en tu vida.» Corrie Ten Boom

Cuantas veces nos hemos encontrado en una situación difícil, con un
problema muy grande donde no vemos solución, solo vemos nubes grises o
negras sobre nuestra cabeza.
Pensamos que Dios la tiene agarrada conmigo, y nos decimos:
«Pero ni siquiera pego una con Dios», «la vida es dura», «nunca debí
haber nacido», «nunca debí haber hecho esto», «como fui tan tonto (a)»
Y pare usted de contar las conversaciones y juicios que tenemos de
nosotros (as) y del mundo que nos rodea.
Me hace pensar en la vida de José el Soñador, todo lo que le tocó
vivir antes de llegar a ser el Gobernador de Egipto.
El pudo haber tenido esa clase de conversaciones pero lo que
aprendemos de José es su actitud ante la adversidad.
Qué triste sería que tu vida se detuviera ahí en el problema,
perdiéndote de muchas cosas que puedes disfrutar si tan solo cambiaras
tu actitud sobre lo que te puede llegar a suceder.
Como a José el Soñador Dios puede tornar todo el mal en bien.

37:1 Habitó Jacob en la tierra donde había morado su padre, en la
tierra de Canaán.
37:2 Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad
de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven
estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su
padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos.
37:3 Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había
tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores.
37:4 Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus
hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente.
37:5 Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos
llegaron a aborrecerle más todavía.
37:6 Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado:
37:7 He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que
mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos
estaban alrededor y se inclinaban al mío.
37:8 Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o
señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aun más a causa de sus
sueños y sus palabras.
37:9 Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He
aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once
estrellas se inclinaban a mí.
37:10 Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le
reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos
yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?
37:11 Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto.
37:12 Después fueron sus hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Siquem.
37:13 Y dijo Israel a José: Tus hermanos apacientan las ovejas en
Siquem: ven, y te enviaré a ellos. Y él respondió: Heme aquí.
37:14 E Israel le dijo: Ve ahora, mira cómo están tus hermanos y cómo
están las ovejas, y tráeme la respuesta. Y lo envió del valle de
Hebrón, y llegó a Siquem.
37:15 Y lo halló un hombre, andando él errante por el campo, y le
preguntó aquel hombre, diciendo: ¿Qué buscas?
37:16 José respondió: Busco a mis hermanos; te ruego que me muestres
dónde están apacentando.
37:17 Aquel hombre respondió: Ya se han ido de aquí; y yo les oí
decir: Vamos a Dotán. Entonces José fue tras de sus hermanos, y los
halló en Dotán.
37:18 Cuando ellos lo vieron de lejos, antes que llegara cerca de
ellos, conspiraron contra él para matarle.
37:19 Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador.
37:20 Ahora pues, venid, y matémosle y echémosle en una cisterna, y
diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus
sueños.
37:21 Cuando Rubén oyó esto, lo libró de sus manos, y dijo: No lo matemos.
37:22 Y les dijo Rubén: No derraméis sangre; echadlo en esta cisterna
que está en el desierto, y no pongáis mano en él; por librarlo así de
sus manos, para hacerlo volver a su padre.
37:23 Sucedió, pues, que cuando llegó José a sus hermanos, ellos
quitaron a José su túnica, la túnica de colores que tenía sobre sí;
37:24 y le tomaron y le echaron en la cisterna; pero la cisterna
estaba vacía, no había en ella agua.
37:25 Y se sentaron a comer pan; y alzando los ojos miraron, y he
aquí una compañía de ismaelitas que venía de Galaad, y sus camellos
traían aromas, bálsamo y mirra, e iban a llevarlo a Egipto.
37:26 Entonces Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho hay en que
matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte?
37:27 Venid, y vendámosle a los ismaelitas, y no sea nuestra mano
sobre él; porque él es nuestro hermano, nuestra propia carne. Y sus
hermanos convinieron con él.
37:28 Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a
José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los
ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto.
37:29 Después Rubén volvió a la cisterna, y no halló a José dentro, y
rasgó sus vestidos.
37:30 Y volvió a sus hermanos, y dijo: El joven no parece; y yo,
¿adónde iré yo?
37:31 Entonces tomaron ellos la túnica de José, y degollaron un
cabrito de las cabras, y tiñeron la túnica con la sangre;
37:32 y enviaron la túnica de colores y la trajeron a su padre, y
dijeron: Esto hemos hallado; reconoce ahora si es la túnica de tu
hijo, o no.
37:33 Y él la reconoció, y dijo: La túnica de mi hijo es; alguna mala
bestia lo devoró; José ha sido despedazado.
37:34 Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre sus
lomos, y guardó luto por su hijo muchos días.
37:35 Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para
consolarlo; mas él no quiso recibir consuelo, y dijo: Descenderé
enlutado a mi hijo hasta el Seol. Y lo lloró su padre.
37:36 Y los madianitas lo vendieron en Egipto a Potifar, oficial de
Faraón, capitán de la guardia.
Génesis 37 RVR1960

Hay muchas historias sobre las actitudes, esta me pareció interesante:
Se trata sobre la manera en que una madre criaba a su hijo.
“Entraba en su dormitorio y lo despertaba a las 5:30 AM, diciendo
“Luis, hoy va a ser un gran día”.
Pero eso no era lo que el niño deseaba oír a esa hora de la mañana.
Su primer trabajo cada día era salir y traer el carbón (leña) para
encender el fuego y calentar la casa.
Lo aborrecía.
Un día, cuando su madre entró al cuarto y dijo “Va a ser un gran día”,
Luis respondió bruscamente:
“No mamá. Va a ser un día asqueroso.
Estoy cansado.
La casa está fría.
No quiero levantarme y traer carbón (leña).
¡Es un día horrible!”.
Querido, ella contestó, no sabía que te sentías así.
¿Por qué no vuelves a la cama y duermes otro poco?
¿Por qué no pensé en esto antes?, Se dijo creyendo que había dado en el clavo.
Despertó dos horas después.
La casa estaba caliente, y podía oler el desayuno que estaba preparando.
Salió de la cama, se vistió y fue a sentarse a la mesa de la cocina.
Estoy hambriento, dijo.
He descansado bien.
Ya está listo el desayuno.
Esto está perfecto.
Querido, dijo la mamá, hoy no hay comida para ti.
¿Recuerdas que dijiste que iba a ser un día horrible?
Como madre, voy a hacer lo mejor que pueda para que tengas un día horrible.
Vuelve a tu dormitorio y quédate allí todo el día.
No tienes permiso para salir de allí, y vas a tener poco qué comer hoy.
Nos veremos mañana a las cinco y media.
Luis regresó a su dormitorio desanimado y sé acostó.
Pudo dormir más o menos otra hora.
Pero eso era todo lo que una persona puede dormir.
Pasó todo el día deprimido en la habitación, con un hambre que crecía
con el paso del tiempo.
Cuando oscureció volvió a meterse en la cama y trató de dormir.
Despertó varias horas antes del amanecer.
Se vistió.
Estaba sentado en la orilla de la cama cuando la mamá abrió la puerta
de su habitación a las cinco y media.
Antes que ella dijera algo, Luis se puso de pie de un salto y dijo
“Mamá, va a ser un gran día”.
Lo que era cierto para Luis es cierto para usted también.
Podemos cambiar nuestra actitud hacia Dios, hacia la vida, hacia
otras personas.
Quizás hay cosas que no pueda cambiar, pero usted puede hacer que su
actitud sea más positiva.
Cuando nuestras actitudes superan nuestras habilidades, aún lo
imposible se hace posible.
Hay muchos beneficios en mantenerse con una actitud positiva.
Se han realizado investigaciones donde se ha comprobado que mantenerse
positivo (a) trae ventajas como:
buena salud, larga vida, felicidad, buenas relaciones, ascenso
laboral, aumento de sueldo, buenos negocios, entre otras ventajas.
Siendo positivo (a) no es solamente un modo agradable de vivir, es el
modo con el cual debemos vivir, vivir con amor, fe y esperanza.

A continuación te muestro nueve ventajas de mantener una actitud positiva.
1) La gente positiva vive más tiempo, aquellos )as) que con
regularidad expresan emociones positivas viven 10 años más sobre el
promedio.
2) La gente positiva, optimista obtienen más que la gente pesimista,
aquellos )as) que dicen que la situación está dura.
3) Las personas positivas son capaces de hacer mejores decisiones bajo presión.
4) Los matrimonios tienen mayor probabilidad tienen éxito cuando la
pareja experimenta actitudes positivas.
5) La gente positiva que con regularidad expresa emociones positivas
son más resistentes afrontando la tensión, desafíos y adversidad.
6) La gente positiva es capaz de mantener una perspectiva más amplia y
ver el cuadro completo que les ayuda identificar soluciones donde la
gente negativa mantiene una perspectiva más estrecha y tiende a
enfocarse en los problemas.
7) Emociones positivas como la gratitud y la apreciación ayudan a los
atletas funcionar en un nivel más alto.
8) La gente positiva tiene más amigos que son un factor clave de
felicidad y la larga vida.
9) Las personas positivas y sociables tienen más probabilidades para
recoger el apoyo de otros, y recibir aumentos de paga y promociones y
alcanzar el mayor éxito en el lugar de trabajo.

Sin entrar a analizar cada una de las ventajas, quedémonos con la enseñanza.
Mantengamos buena actitud frente a la vida, seamos positivos (a).
No te conviertas en un derrotista, Dios no patrocina fracasos ni
perdedores (as).
Hay asuntos en la biblia que usted entiende y son claras para su vida,
póngalas en práctica, la obediencia es el lugar donde caen las
bendiciones.
En muchas situaciones el mensaje de Jesús fue:

9:29 Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.
Mateo 9:29 RVR 1960

y el autor de los Hebreos nos recuerda:
11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que
el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los
que le buscan.
Hebreos 11:6 RVR1960

Hoy es el mejor día para cambiar nuestras actitudes, para ser positivo
ante la vida.
Tú puedes!

Regocíjense en Ti los que aman Tu nombre.
Salmos 5:11

Los discípulos estaban continuamente llenos de gozo y del Espíritu Santo.
Hechos 13:52

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A Cristo Jesús le interesas más de lo que te puedas imaginar, quiere
que tengas vida eterna y una vida feliz y productiva, y que seas una
influencia positiva en las vidas de las personas a tu alrededor.

Pide a Jesús que entre en tu corazón a través de esta oración:
“ Jesús, deseo los dones que Tú nos ofreces: la vida eterna, el amor y
un sentido a la vida.
Te abro mi vida y mi corazón ahora y acepto Tu don de salvación.
Te ruego que me perdones todas mis malas acciones, que me ayudes a
volver a empezar, a llegar a conocerte íntimamente y a sentir tu amor.
Amén ”.

14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie
viene al Padre, sino por mí.
Juan 14:6 RVR 1960

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¡Que Dios te bendiga y hasta la próxima meditación! EVANGELIO DEL DÍA
Viernes 16 de abril de 2021.
Evangelio según San Juan 6, 1-15.
Jesús atravesó el mar de Galilea, llamado Tiberíades. Lo seguía una gran multitud, al ver los signos que hacía curando a los enfermos.
Jesús subió a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar los ojos, Jesús vio que una gran multitud acudía a él y dijo a Felipe: "¿Dónde compraremos pan para darles de comer?" Él decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer.
Felipe le respondió: "Doscientos denarios no bastarían para que cada uno pudiera comer un pedazo de pan".
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: "Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?"
Jesús le respondió: "Háganlos sentar". Había mucho pasto en ese lugar. Todos se sentaron y eran uno cinco mil hombres.
Jesús tomó los panes, dio gracias y los distribuyó a los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que quisieron. Cuando todos quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: "Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada". Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada.
Al ver el signo que Jesús acababa de hacer, la gente decía: "Este es, verdaderamente, el Profeta que debe venir al mundo".
Jesús, sabiendo que querían apoderarse de él para hacerlo rey, se retiró otra vez solo a la montaña.
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.