Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día viernes 30 de octubre del año 2020.

“Examinando las escrituras”.
Texto del día viernes 30 de octubre del año 2020.

¿Qué tengo que hacer para salvarme?
(Hech. 16:30).

Fijémonos en que el carcelero de este relato bíblico cambió de actitud y pidió ayuda después del terremoto
(Hech. 16:25-34).
Del mismo modo, puede que algunas personas que en el pasado no escucharon el mensaje de la Biblia cambien y pidan ayuda después de sufrir una sacudida en su vida. Quizás hayan perdido de repente su empleo, se les diagnostique una enfermedad grave o se les muera un ser querido.
Puede que por primera vez se hagan preguntas sobre el sentido de la vida. Quizás hasta pregunten lo mismo que el carcelero: “¿Qué tengo que hacer para salvarme?”. Cuando las encontramos en la predicación, es posible que por primera vez deseen escuchar el mensaje de esperanza que llevamos. Así pues, si seguimos predicando fielmente, podremos dar consuelo a las personas cuando estén dispuestas a aceptarlo
(Is. 61:1).
w18.05 19, 20 párrs. 10-12

La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo.

Hechos 16:30.
30 Luego los sacó y les dijo: “Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?”.

Hechos 16:25-34.
25 Como a medianoche, Pablo y Silas estaban orando y alabando a Dios con canciones, y los presos los estaban escuchando. 26 De repente hubo un terremoto tan grande que sacudió los cimientos de la cárcel. Al instante se abrieron todas las puertas y se soltaron las cadenas de todos. 27 Cuando el carcelero se despertó y vio que las puertas de la prisión estaban abiertas, sacó su espada y estaba a punto de matarse porque pensaba que los presos se habían escapado. 28 Pero Pablo gritó con fuerza: “¡No te hagas daño! ¡Todos estamos aquí!”. 29 De modo que el carcelero pidió luz, corrió adentro y cayó temblando a los pies de Pablo y Silas.
30 Luego los sacó y les dijo: “Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?”. 31 Ellos respondieron: “Cree en el Señor Jesús, y tú y tu casa serán salvados”. 32 Entonces le predicaron la palabra de Jehová a él y a todos los de su casa. 33 En aquella misma hora de la noche, el carcelero se los llevó y les lavó las heridas. Enseguida, él y todos los de su casa fueron bautizados. 34 Él los hizo entrar en su casa y les preparó la mesa. Y él se alegró muchísimo con todos los de su casa porque ahora creía en Dios.

Isaías 61:1.
61 El espíritu del Señor Soberano Jehová está sobre mí, porque Jehová me ungió para anunciarles buenas noticias a los mansos. Me envió para vendar a los que tienen el corazón destrozado, para proclamar libertad a los cautivos y anunciar que los ojos de los prisioneros serán abiertos por completo,

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
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