Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día miércoles 28 de octubre del año 2020.

“Examinando las escrituras”.
Texto del día miércoles 28 de octubre del año 2020.

El rey no debe multiplicarse esposas, para que no se desvíe su corazón
(Deut. 17:17).

Salomón desobedeció y con el tiempo se casó con 700 mujeres y tomó 300 concubinas
(1 Rey. 11:3).
Muchas de ellas no eran israelitas y adoraban a dioses falsos. Así que Salomón también desobedeció la ley que decía que los israelitas no debían casarse con mujeres extranjeras
(Deut. 7:3, 4).
Poco a poco, Salomón perdió el amor por las leyes divinas e hizo cosas muy malas. Construyó un altar para la diosa Astoret y al menos otro para el dios falso Kemós. Allí practicó la adoración falsa junto con sus esposas. Se atrevió a hacer aquellos altares en una montaña que estaba justo enfrente de Jerusalén, donde había construido el templo de Jehová
(1 Rey. 11:5-8; 2 Rey. 23:13).
Quizá se engañó a sí mismo pensando que Dios pasaría por alto su desobediencia siempre y cuando siguiera ofreciéndole sacrificios en el templo. Pero Dios nunca pasa por alto el pecado.
w18.07 18 párrs. 7-9

La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo.

Deuteronomio 17:17.
17 Tampoco debe tener muchas esposas, para que su corazón no se desvíe. Tampoco debe adquirir grandes cantidades de plata y oro.

1 Reyes 11:3.
3 Tuvo 700 esposas, que eran princesas, y 300 concubinas. Y, poco a poco, sus esposas le desviaron el corazón.

Deuteronomio 7:3, 4.
3 No formes ninguna alianza matrimonial con ellas. No cases a tus hijas con sus hijos ni cases a tus hijos con sus hijas. 4 Porque ellos harán que tus hijos dejen de servirme para servir a otros dioses; entonces Jehová se enojará con ustedes y los aniquilará rápidamente.

1 Reyes 11:5-8.
5 Y Salomón siguió a Astoret, la diosa de los sidonios, y a Milcom, el repugnante dios de los ammonitas. 6 Salomón hizo lo que estaba mal a los ojos de Jehová, y no siguió a Jehová plenamente como su padre David. 7 Fue entonces cuando Salomón le construyó un lugar alto a Kemós, el repugnante dios de Moab, y otro a Mólek, el repugnante dios de los ammonitas, en la montaña que estaba enfrente de Jerusalén. 8 Hizo lo mismo por todas las esposas extranjeras de él que hacían humo de sacrificio y les ofrecían sacrificios a sus dioses.

2 Reyes 23:13.
13 Y el rey hizo que ya no sirvieran para la adoración los lugares altos enfrente de Jerusalén que estaban al sur del monte de Arruinamiento, los cuales Salomón —el rey de Israel— les había construido a Astoret, la repugnante diosa de los sidonios, a Kemós, el repugnante dios de Moab, y a Milcom, el detestable dios de los ammonitas.

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
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