Texto publicado por Manuel Emilio Ballista Caro

Texto, biblico de hoy.

EVANGELIO DEL DÍA.

Miércoles 19 de Agosto de 2020.

Evangelio según San Mateo 20, 1-16a.

Porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña. Trató con ellos un denario
por día y los envió a su viña.

Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, les dijo: 'Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo'. Y ellos
fueron. Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo.

Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: '¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?'. Ellos les respondieron:
'Nadie nos ha contratado'. Entonces les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña'.

Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: 'Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por
los primeros'.

Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario. Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo
más, pero recibieron igualmente un denario.

Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, diciendo: 'Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que
hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada'.

El propietario respondió a uno de ellos: 'Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario? Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar
a este que llega último lo mismo que a ti. ¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?'.

Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos».

Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Martes 18 de Agosto de 2020.

Evangelio según San Mateo 19, 23-30.

Jesús dijo entonces a sus discípulos: "Les aseguro que difícilmente un rico entrará en el Reino de los Cielos. Sí, les repito, es más fácil que un camello
pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos".

Los discípulos quedaron muy sorprendidos al oír esto y dijeron: "Entonces, ¿quién podrá salvarse?" Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: "Para los
hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible".

Pedro, tomando la palabra, dijo: "Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué nos tocará a nosotros?".

Jesús les respondió: "Les aseguro que en la regeneración del mundo, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, que me han seguido,
también se sentarán en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y el que a causa de mi Nombre deje casa, hermanos o hermanas, padre, madre,
hijos o campos, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la Vida eterna. Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán
los primeros.

Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

Dios habla hoy martes, 18 de agosto 2020
¿a quién necesitas perdonar?

Perdonar Y Liberar.

“El perdón es algo curioso; calienta el corazón y enfría la picadura”.
Sé que todos (as) hemos leído un millón de artículos sobre el perdón y
escuchado mil charlas sobre el tema.
Pero, de todas maneras, es muy difícil de practicar.
El perdón no nos viene fácil a la mayoría de nosotros (as).
Cada vez que alguien nos lastima, quedamos con un sentimiento de
herida, ira y venganza.
Nos es muy difícil pasar por alto la herida que alguien nos ha infligido.
Pero el perdón no es olvido, es simplemente soltar la herida.
No es algo que damos a otros (as) sino a nosotros mismos (as).
La herida y dolor que alguien nos causa, pudieran ser siempre parte de
nuestra vida, pero el perdón nos ayuda a soltar su agarre para que
podamos seguir adelante.
Y en cuanto a quién perdonar, comencemos con un (a) amigo (a) que nos
ha lastimado mucho, y el extraño que nos pisó el callo en un bus, y
luego a aquellos entre esos dos extremos.
Perdonarnos a nosotros (as) mismos (as) es también importante.
Y perdonemos rápido ya que entre más tiempo tomamos y más lo pensamos,
podríamos nunca estar listos para hacerlo.
Así que hagámoslo tan pronto como podamos porque aunque no cambie el
pasado, definitivamente cambiará el futuro.
Y recordemos: “No perdonar es como ingerir raticida y entonces esperar
que la rata muera”.
El pensamiento de hoy tiene trasfondo cristiano, me encanta la manera
cómo enfoca la naturaleza e impacto del perdón.
Hoy día, algunos sectores del cristianismo han mistificado al perdón,
convirtiéndolo en “atadura” para quienes nos han ofendido y a quienes
no hemos perdonado.
Sin embargo, estoy convencido (a) de que la razón por la que el Señor
nos llama a perdonar es precisamente porque, al no hacerlo, somos
nosotros (as) mismos (as) los (as) más perjudicados (as).
Y en esto, aún la ciencia confirma el impacto sobre nuestros cuerpos
de la amargura resultante del no perdonar.
Así que, vivamos la vida abundante que Dios nos ofrece dando el
indispensable primer paso: perdonando a quienes nos ofenden.

18:21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces
perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
18:22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Mateo 18:21-22; RVR 1960

6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará
también a vosotros vuestro Padre celestial;
6:15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro
Padre os perdonará vuestras ofensas.
Mateo 6:14-15 RVR 1960

Perdonar a alguien que ha hecho algo contra ti, ya sea relativamente
pequeño o sea una acción sumamente seria, puede en ocaciones
convertirse en algo insuperable.
Y algunas veces es un proceso que toma realmente mucho tiempo.
Sin embargo, la Biblia es muy clara diciendo que esto es sumamente
necesario que perdonemos.
No hay ninguna condición como “a menos que”, “si” o “pero”.
Sobre todas las cosas, debemos enfocarnos en Cristo nuestro Precursor,
Guía y Maestro como modelo a seguir.
“Padre, perdónalos”
Cristo padeció injusticia – cruel injusticia.
Nadie a padecido mas injusticia que Cristo.
Y una de las palabras que dijo en sus últimos momentos fueron:
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.”
Lucas 23:34
¿Es fácil?
No.
¿Es posible?
“Si puedes creer, al que cree todo le es posible.”, dijo Jesús
(Marcos 9:23)
todo.
Si no tienes la fuerza para esto, y sabes que el perdonar no esta en
ti, entonces debes hallarla en Cristo.
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
Filipenses 4:13.
¿Borra el perdón el dolor que has sufrido?
¿Revierte todas las cosas que te han sucedido?
¿Significa entonces, que la persona que cometió la injusticia no
necesita tomar responsabilidad de las cosas que realizó?
No, pero tú te puedes hacer libre de todos esos pensamientos de odio y
rencor, y así mismo de la carga que llevas.
El perdón no es solo para la persona que perdonas, sino también para
ti mismo (a), de manera que ya no necesitas vivir con esta carga.
“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y
en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de
la manada.”
Malaquías 4:2.
El que perdones, no significa que lo que te hayan hecho sea aceptable,
y de ninguna manera de que sea algo “bueno.”
La confianza no esta implícita en el perdón, y el olvidarlo no es obligatorio.
“Perdonar y olvidar” no es una cita de la Biblia.
Una cosa es ser prudente y consciente, y otra cosa es odiar y estar resentido.
Dios es justo.
Sería lo ideal, que el que te ha hecho daño se arrepintiera, en las
áreas que te afectó.
Mas busca que tu recuperación no dependa de esto.
Debes perdonar sin importar cual sea la actitud del/la otro (a).
Sus pecados son asunto de ellos (as) y Dios.
Por otro lado, es correcto para algunos (as) pagar las consecuencias
de sus actos, ante las leyes y autoridades de la tierra, más de igual
forma, algún día también estarán frente al rostro de Dios, y se
ajustarán las cuentas de sus actos, y a todo esto Dios es justo.
Mas la venganza y el juicio le corresponden a Dios.
Es importante comprender que el perdón no es un sentimiento, sino una decisión.
El elegir el perdón significa que debes acercarte a Dios de rodillas,
para recibir la fuerza de perdonar.
Esto es elegir y no permitir que pensamientos de odio y rencor
gobiernen en tu corazón.
Esto es elegir, el acercarse a Dios, para encontrar ayuda y consuelo,
en vez de vivir en el pasado, a pesar de que nuestros sentimientos
quieran otra cosa.
La fuerza que necesitamos proviene del Espíritu Santo.
Está escrito acerca de Jesús:
“quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando
padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga
justamente…”
1 Pedro 2:23.

Que Tus ojos estén abiertos a la súplica de Tu siervo y a la súplica
de Tu pueblo Israel, para escucharlos siempre que Te invoquen.
1 Reyes 8:52

Si Me piden algo en Mi nombre, Yo lo haré.
Juan 14:14

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1:20 porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por
medio de nosotros, para la gloria de Dios.
2 Corintios 1:20 Reina Valera 1960

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¡Que Dios te bendiga y hasta la próxima meditación!

Dios habla hoy lunes, 17 de agosto 2020
¡Hoy puedo decir: Hasta Aquí Me Ha Ayudado el Señor!

“Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso
por nombre Ebenezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó el Señor.
1 Samuel 7:12.

Qué me espera en los próximos días, los próximos meses o los próximos años.
Yo no lo se.
Sin duda habrá días soleados y hermosos, sin duda habrá tormentas.
Venga lo que venga necesito estar preparado (a) para darle la
bienvenida con firmeza y mucho ánimo.
Porque esa es la vida y aunque la vida varía, el Señor jamás varía, él
es el mismo, ayer y hoy y por los siglos.
Hoy me siento seguro (a) de la vida en Cristo.
Hasta este momento puedo decir que algunas veces el mar ha estado
quieto y los cielos azules.
Algunas veces las olas se han levantado amenazadoramente y la
tempestad ha rugido, pero nunca mi embarcación se ha partido estando
Jesús a bordo.
A través del sube y baja de las olas, yo he visto su amor y su poder
gobernando esa olas y manteniéndolas a ellas en el hueco de su mano.
Si viene una hora que anuncia tempestad y la luz de la playa no se
alcanza a ver, nunca temeré, porque se que el Señor está aún en el
barco y el que hasta ahora me ha ayudado, se que me ayudará.
Hoy he aprendido que la tormentas siempre vendrán y por lo tanto
necesito estar listo (a) para recibirlas, más mi confianza necesita
incrementarse porque Jesús está conmigo y él me hace estar seguro (a)
y gozoso (a) a su lado.
Dios tiene un propósito en mi vida y ese propósito será cumplido a
pesar de las tempestades.
Señor, Gracias porque hasta aquí me has ayudado.
Estoy donde estoy y hago lo que hago no por mi fuerza, tú me has
sostenido y me has guardado.
A veces las tempestades que se anuncian intentan atemorizarme, pero
hoy quiero recordar que mi vida está en tus manos y tu sostienes mi
vida y me fortaleces.
Si hasta aquí me has ayudado, eso me da la certeza que aún mañana y el
próximo mes y el próximo año tu me ayudarás. Amén.