Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Aviación sin barreras del 22 de julio.

Buenos días estimados amigos:  Adjunto el enlace de Aviación sin barreras, con información de medios de comunicación de Ecuador, Perú, Chile, Argentina,
Uruguay, Colombia, España, Internacional, artículos de actualidad sobre aviación, tecnología, cultura, ecología, salud, cinco cuentos a texto completo
y la Guía de aeropuertos del Ecuador accesible para PCD.

Saludos cordiales.

El Viejo Aviador.

Aviación sin barreras, Miércoles 22 de julio de 2020.
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Miércoles, 22 de julio de 2020.

Buenos días estimados amigos:  Sería colosal la diferencia si el aporte individual se sumara a voluntad en unidad y conciencia; si en una misma dirección
se aplicaran los vectores y de mil amores  y profunda convicción, consagráramos como meta el bienestar de todos en el planeta, y esa es la obra que se
sugiere ahora “Un millón de gotas” que por unidad no llegan a representar lo que juntas un inmenso mar pueden formar.  Anima el Viejo Aviador a hacer tuyas
las citas, pues en más de una de ellas se invita a meditar sobre el amor en tiempos de guerra y destrucción.

Título:  Un millón de gotas.

Autor:  Víctor del Árbol.

Nota de contraportada:  Gonzalo Gil, es un abogado metido en una vida que le resulta ajena, en una carrera malograda, que trata de esquivar la constante
manipulación de su omnipresente suegro, un personaje todopoderoso de sombra muy alargada, pero algo va a sacudir esa monotonía.  Tras años sin saber de
ella, Gonzalo recibe la noticia de que su hermana Laura se ha suicidado en dramáticas circunstancias.  Su muerte obliga a Gonzalo a pensar hasta límites
insospechados, el frágil hilo que sostiene  el equilibrio de su vida como padre y esposo.  Al involucrarse decididamente en la investigación de los pasos
que han llevado a su hermana al suicidio, descubrirá que Laura es la sospechosa de haber torturado y asesinado a un mafioso ruso, que tiempo atrás secuestró
y mató a su hijo pequeño.  Pero lo que parece una venganza, es solo el principio  de un tortuoso camino, que va a arrastrar a Gonzalo a espacios inéditos
de su propio pasado y el de su familia, que tal vez, hubiera preferido no afrontar.

Tendrá que adentrarse de lleno en la fascinante historia de su padre, Elías Gil, el gran héroe de la resistencia contra el fascismo, el joven ingeniero
asturiano que viajó a la URSS, comprometido con los ideales de la revolución, que fue delatado, detenido y confinado en la pavorosa isla de Náfina, y que
se convirtió en personaje clave, admirado y temido de los años más oscuros de España.

Una gran historia de ideales traicionados, de vidas zarandeadas por un destino implacable, una visceral y profunda historia de amor perdurable y de venganza
postergada, un intenso thriller literario que  recorre sin dar respiro la historia europea.

Acerca del autor:  Víctor del Árbol, nacido en Barcelona en 1968, fue mozo de escuadre desde 1992 hasta 2012.  Cursó estudios de historia en la Universidad
de Barcelona, colaboró durante dos años como locutor en el programa radiofónico de realidad social Cataluña Sense barrares, Radio Stel 11.  Su primera
novela “El peso de los muertos Editorial Castalia, ganó el premio Tiflos de novela en 2006, fue finalista del décimo tercer premio Fernando Lara en 2008
con “Elabismo de los sueños”.  En 2011 publicó “La tristeza del samurái”, Editorial al revés, traducida a una decena de idiomas y Best seller en Francia. 
Cuenta con el reconocimiento de la crítica y de numerosos premios.  En 2013 publicó “Respirar por la herida” Editorial al revés, finalista en el festival
internacional de cine negro de Bon 2014, a la mejor novela extranjera.

Cita 1.

“También las lobas son madres, Antonio Reyes Huertas, Cuentos extremeños”.

“Toda verdad es simple, ¿No es esto una mentira al cuadrado?  Frederick Nietzsche, El ocaso de los ídolos”.

Cita 2.

“Si no hubiera existido aquel sótano, probablemente él hubiera sido otro hombre.  Había aprendido a vencer esos temores, a convertir el miedo en fortaleza,
lo que no te mata, te endurece”.

Cita 3.

“Cuando Zinoviev quiso reaccionar, ya había recibido el impacto de la culata de la escopeta en la frente.  ¿Cuántos finales puede tener un hombre?  Todos
los que sea capaz de imaginar, y las peores premoniciones pasaron por la mente de Zinoviev, cuando abrió los ojos para encontrarse con una capucha de lana
aplastándole el rostro.  La lana se le metía en la boca y le ahogaba, la capucha apestaba a sudor”.

Cita 4..

“Todo yo soy molesto y desagradable, por eso me van a jubilar, eso es lo que somos los viejos.  Puntos negros y nubarrones en el horizonte de los jóvenes
y sus vanas ilusiones.  No seas cínico, no quería decir eso”.

Cita 5..

“¿Qué clase de abogado es usted?  Gonzalo entendió su perplejidad, esperaba que le mintiera.  Todos lo esperaban al entrar por esa puerta, como si en lugar
de asesoramiento legal, acudieran en busca de un quiromántico, que por arte de magia solucionara sus problemas.  La cuestión es que no sabía mentir”.

Cita 6.

“¿Cuándo vas a aprender, que en nuestro trabajo la mentira no presupone necesariamente la ausencia de la verdad, sino meramente un recurso para vestirla
con subterfugios legales hasta hacerla irreconocible?  Además de ser uno de los mejores abogados de la ciudad, su suegro, Don Agustín González, era un
cínico sin redención posible”.

Cita 7.

“Al menos no le he sacado la pasta con promesas inútiles, la honradez solo honra al honrado, y tenemos que pagar facturas, el alquiler de este bonito despacho
a tu suegro y sí, pequeño detalle, mi nómina”.

Cita 8.

“Uno hace lo que no quiere hacer cuando se enamora, y lo disfraza de propia iniciativa, aunque en el fondo solo sea renuncia.  Perdido en conjeturas inútiles,
Gonzalo volvió la cabeza hacia el balcón contiguo”.

Cita 9.

“Los hijos de los héroes nunca están a su altura.  No era una afirmación hiriente, sino la constatación de  un hecho incuestionable”.

Cita 10.

“De no haberme interpuesto entre la mirada de Laura y el desierto, ambos hubiéramos seguido aquel viaje en nuestra burbuja, sin interferir en la del otro”.

Cita 11.

“O aquel artículo que Laura publicó en 1992 sobre su padre, destruyendo su mito.  Su madre nunca la perdonó, como Gonzalo nunca aceptó los reproches de
Laura, por haberse casado con la hija de un reconocido militante del franquismo.  Laura siempre despreció a la familia de Lola, tanto como su esposa llegó
a despreciar a su hermana”.

Cita 12.

“Le dije que no podía luchar ella sola contra toda la maldad del mundo, que sus esfuerzos eran solo una gota en el océano, ¿Y sabes lo que me respondió? 
¿Qué es el océano?, sino un millón de gotas”.

Cita 13.

“Durante unos segundos, Gonzalo pensó en las vidas que encerraban un mismo axioma, que la gente debía aceptar la derrota de la realidad, porque a pesar
de los esfuerzos, no siempre se lograba hacer lo que uno había soñado, que el único sustento ante todo ello, era soñar”.

Cita 14.

“Elías se arrebujó bajo el cuello de su abrigo y se asomó a la ventanilla sin importarle el aire cortante, ni la fealdad que aquella primera visión del
paraíso  del que tanto le había hablado su padre.  Con sus 4 millones de almas, y pese a haber recuperado la capitalidad en 1918, Moscú era todavía  una
inmensa aldea de calles estrechas, un caos que se expandía como una mancha que se estaba expandiendo a marchas forzadas.  Legiones de obreros trabajaban
día y noche, en la construcción del metro, por todas partes se derrumbaban viejas edificaciones y los grandes palacios de la época del Zar, eran literalmente
trasladados de su emplazamiento piedra por piedra, para no estorbar en el diseño de las nuevas avenidas, lo clásico y lo moderno, buscaban un nuevo encaje”.

Cita 15.

“Ser comunista no soviético es algo sospechoso, incluso en la URSS, ironizó Cloth”.

Cita 16.

“Elías se dio cuenta de que también en la URSS escaseaba esa rara virtud que era la sinceridad.  Nikolai ponderaba mucho sus palabras, primando el instinto
de conservación sobre la conciencia, su propio instinto le advirtió pronto, que debía ser discreto con sus opiniones y comentarios”.

Cita 17.

“Moscú será el puerto de los cinco mares, proclamó con orgullo indisimulable Nikolai.  El gran canal debía conectar con el Volga Don y dar salida a los
Mares Blanco, Báltico, Caspio, Azov y negro.  Desde Alejandro Magno a Pedro El Grande, los grandes líderes soñaron algo así, pero somos nosotros, los bolcheviques
quienes estamos abriendo cauces de ríos en las estepas para hacerlo posible.  Sin duda es impresionante, reconoció Elías viendo los planos de aquella obra
faraónica, pero la realidad le golpeaban brutalmente la cara, al mostrarle los medios inhumanos con que la empresa se llevaba a cabo.  La mano de obra
era forzosa en su inmensa mayoría, prisioneros condenados con escusas en algunos casos realmente ridículas”.

Cita 18.

“¿Dónde estaba esa labor educativa?  En las muertes a causa del escorbuto, malaria, la sobre explotación o las palizas?  Le preguntó horrorizado Elías. 
La educación del silencio o la muerte, una lección que los vivos aprenden y no olvidan, respondió Nikolai con la proverbial tradición satírica de los soviéticos. 
¿Y qué hay del pueblo?  El pueblo es una masa elemental, una fuerza bruta, voluble y manejable, confiar en su amor es una estupidez, la única garantía
de su fidelidad es el temor”.

Cita 19.

Agustín contemplaba el retrato de su hija y sus nietos, Gonzalo nunca le había caído bien.  Desde el día que Lola lo presentó en casa, sabía que ese muchacho
de aspecto tímido, nunca tendría el carácter para darle a su hija lo que ella merecía, ni para formar parte de la familia.  Hizo que lo investigaran, y
averiguó que era hijo de un comunista desaparecido en 1967, cuando era un niño.  Su madre era de origen bielorruso  y estaba medio loca, y su hermana había
estado en Afganistán durante el conflicto con los soviéticos”.

Cita 20.

“La visión de su suegro sentado frente a él con las piernas abiertas, era la exacta medida de a donde se encaminaba sin remedio su vida.  Todos sus esfuerzos,
todos sus sueños de juventud, cuando internado en aquel colegio para niños sin recursos, regentado por padres claretianos soñaba ser como su padre, y puesto
que nunca supo cómo fue en realidad, luego se concentraba en la ambigua ambición  de ser libre, como aquel lobo flaco de la fábula”.

Cita 21.

“No te vi derramar ni una lágrima en el entierro de tu hija, ¿Eso no es ser una madre desnaturalizada?  La anciana se volvió con furia, una furia que podía
haberle roto el frágil y arrugado cuello.  Una hija que vitupera la memoria de su padre y que traiciona su sangre trabajando para el policía que lo asesinó,
no merece ese nombre.  El rostro de Esperanza se había descompuesto con la rabia, y con un odio que parecía imposible que cupiera en aquel cuerpecillo
achacoso”.

Cita 22.

“Su hijo no sabía de lo que hablaba.  La ignorancia siempre es atrevida, y él creía en la arrogancia de las palabras.  Sobrevaloraba su uso, sin saber
que las palabras son a veces como cristales rotos, y que no puedes empujar a alguien a caminar sobre ellas con los pies desnudos”.

Cita 23.

“El amor, demuestra lo inútil de los prejuicios”.

Cita 24.

“Las esperanzas más frágiles se convierten en increíbles, cuando no hay otra cosa a la que aferrarse”.

Cita 25.

“pero los años de cautividad, habían minado el orgullo de aquellos ojos casi blancos, que lo miraban con indiferencia.  No quedaba nada de instinto, solo
sumisión y tristeza.  Gonzalo lo miraba esperando algo, le habría gustado que aquel animal recobrara su mirada feroz, ver al menos una vez, su cuerpo erguido 
sobre la roca ya hecha de cartón y piedra, aullando, reclamando la herencia de sus ancestros, desafiante, libre a pesar de todo”.

Cita 26.

“La vida siempre dejaba de ser lo que se esperaba, si se esperaba demasiado de ella”.

Muy atentamente.

Luis Eduardo Cueva Serrano.

Aviación sin barreras.

Quito, Ecuador, Sudamérica.