Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Aviación sin barreras del 26 de junio.

Buenos días estimados amigos: Adjunto el enlace de Aviación sin barreras, con información de medios de comunicación de Ecuador, Perú, Chile, Argentina,
Uruguay, Colombia, España, internacional, artículos de actualidad sobre aviación, tecnología, cultura, ecología, salud, cinco cuentos a texto completo
y la Guía de aeropuertos del Ecuador accesible para PCD.

Saludos cordiales y les deseo un muy buen fin de semana.

El Viejo Aviador.

Aviación sin barreras, Viernes 26 de junio de 2020.
https://www.sendspace.com/file/ty5p7f

Viernes, 26 de junio de 2020..

Buenos días  estimados amigos:  Un doble ambiente insular tan distinto como distante, pero suficiente para los amantes que no se sacian de amar, sucede
entre Menorca y Tahití, y lo que más importa es su final feliz.  Y tal es su obsesión que cultura ni tiempo son para ellos impedimento para mantener la
pasión, en el ínterin del relato se suceden sendas tormentas, verdaderos arrebatos del amor y también de la naturaleza. 

Cuando amaina el temporal del corazón y del mar, y ya en el ocaso   de la edad llega la miel y la tranquilidad tan buscada, y esa es la entereza que debe
primar para alcanzar la felicidad.

Título:  Pasaje a Tahití..

Autora:  Eva García Sáenz.

Nota de contraportada:  Dos hermanos mallorquines y la hija de un cónsul inglés, fundarán el imperio de las perlas cultivadas en el Tahití de 1890.. 

1890, Bastian y Hugo Fortuny parten a Tahití en busca de una oportunidad, después de perder su trabajo como sopladores de vidrio en su Mallorca natal.
Durante la travesía conocen a Laia Kane, la hija de un cónsul inglés corrupto en Menorca, al que han desterrado a la isla de la Polinesia.  Este encuentro
marcará la vida de los hermanos Fortuny y de Laia para siempre.

1930, Denis Fortuny, el heredero del imperio de las perlas de lujo en Manacor, decide viajar a Tahití  para averiguar el misterio que se oculta tras sus
primeros años de vida.  Una historia épica de amor, superación, lazos familiares y secretos, con el telón de fondo del Tahití colonial y el fascinante
origen de las perlas cultivadas.

Acerca de la autora:  Eva García Sáenz de Urturi, Victoria 1972, vive en Alicante desde los 15 años.  Diplomada en óptica y optometría, durante una década
ocupó diversos puestos de dirección en el sector óptico y posteriormente desarrolló su carrera profesional, ocupando una plaza de titular en la Universidad
de Alicante.  En 2012 irrumpe en el mundo de la Literatura con su novela “La saga de los longevos”, un fenómeno de ventas y crítica que ha sido traducido
al inglés y publicado con éxito en EEUU, Gran Bretaña y Australia.

En la actualidad prepara su próxima novela además de impartir cursos de marketing, motivación y literatura..

Cita 1..

“El dolor es mi elemento y el odio es el tuyo, podéis hacerme pedazos, no me importa”.

Cita 2.

“Todo lo que hemos pasado estos últimos años Bastian, debimos pasarlo juntos, ahora hemos crecido cada uno a su manera, ¿Cómo hemos podido?  Cómo la vida
nos ha dejado, somos otros, ¿Te das cuenta, verdad?”.

Cita 3.

“Tres hermanos menores nacidos cuando el dinero abundaba ya en casa, se habían limitado a quedarse entre Manacor y Palma, malgastando una fortuna familiar
que no dejaba de aumentar, gracias a la astucia de sus padres, Hugo Fortuny y Laia Kane, y de él mismo, eran un trío imbatible, bien avenidos, con reflejos,
don de gente y mucho mundo”.

Cita 4.

“¡Vaya!, los niños quieren jugar a los negocios.  Ahora que padre descansa bajo tierra y madre ya no es lo que era, pensó Denis.  Tomó asiento frente a
ellos, tres contra uno, rodeando la inmensa mesa de reuniones, robusta y brillante, donde se decidía el destino de las perlas, de las perleras y ahora
el de esa familia recién amputada… robusta y brillante, así era la familia Fortuny”.

Cita 5.

“Porque allí había más, lo intuía como un siervo intuye en el bosque un incendio voraz que se acerca, había más planes, mas traiciones, aquello no había
hecho nada más que empezar.  Pero más le valía ir ganando una a una todas las batallas que le tenían preparadas, ellos tenían ventaja, sabían el siguiente
paso, el no.  Ni siquiera les voy a decir lo rastrero que me parece que intentéis incapacitar a vuestra propia madre, la que os ha pagado la ropa que lleváis
puesta”.

Cita 6.

“Ni siquiera os habéis planteado el escándalo público que supondrá vuestra pequeña infamia.  Suspiró para sí mismo, ¿Cómo os va a detener eso?  Sin contar
con el incierto momento económico que se nos avecina, acabo de volver de EEUU, la bolsa de Nueva York se desplomó el jueves pasado, pero esta no es una
fluctuación más del mercado, es algo peor”.

Cita 7.

“Las diatribas a costa de Cuba entre la vieja España y los recién formados EEUU de Norteamérica, estaban dañando seriamente el comercio de ultramar, lo
que había dejado en la calle a más de la mitad de la población mallorquina, que huía a la lejana República Argentina con lo puesto, antes de que el hambre
los convirtiera de nuevo en parias de su propia tierra”.

Cita 8.

“Fue mi Tío Morís quien vino en nuestro auxilio, al acudir a sus contactos cuando se enteró de que al ingeniero Eifel no le salían las cuentas y su monstruosa
torre de hierro no iba a estar listo para el día de la inauguración de la exposición, debido a las algaradas de sus obreros y las cortapisas legalistas
de sus compatriotas, así que reclutó mas mano de obra y mejor pagada, lo suficiente como para compensar los pasajes de Palma a Marsella y de allí a París”.

Cita 9.

“No contento con el decadente espectáculo, visité el imponente Palet du Coloní, donde Francia exhibía sus recientes colonias de Indochina, Las Marquesas,
Madagascar y Tahití.  Fue precisamente una inmensa fotografía en sepia de Tahití la que llamó mi atención.  En ella una figura humana que daba la espalda
al observador, se reflejaba en una cascada2.

Cita 10..

“De hecho todo el mundo lo hace, replicó, pero nuestras islas son vírgenes y aún hay para todos.  Hasta la llegada de los europeos, los maoríes no necesitábamos
trabajar, los árboles frutales crecen muy rápido en el interior de la isla, y basta acercarse a la selva para volver con naranjas, mangos, limones, frutos
del árbol del pan.  Del mar solo extraemos la pesca que necesitamos, algo que a ustedes los occidentales les sorprende mucho, pero hace 10 años llegaron
los franceses y nos convirtieron en colonia”.

Cita 11.

“No sabía que hubiera perlas de ese color, murmuré perplejo.  El color se debe a las barbas oscuras de nuestras ostras, son únicas en el mundo, pero hay
que abrir 14 veces mil para encontrar una perla, el negocio está en el nácar  en realidad, porque no depende del azar”. 

Cita 12.

“¿Cuánto tiempo dijo que duraba el trayecto?, pregunté, no quise mirarle.  Dos meses escasos, a lo sumo dos meses y cuatro días si la mar no nos acompaña. 
Dos meses en el infierno, puedo con ello decidí, y Hugo también podrá.  No sabía, ni siquiera imaginaba que ese viaje nos cambiaría a Hugo y a mí para
siempre”.

Cita 13.

“Hoy escribo desde el miedo, la vergüenza  y la rabia.  Miedo a que mi cuerpo se haya contagiado de esta pestilencia, que a tantos ha matado ya en este
vapor perdido en las antípodas, rumbo a una isla de nombre Tahití en los mares del sur, colonizada por los enemigos de la corona británica, los franceses”.

Cita 14.

“Habrá destinos más cercanos, comentó mi madre en un susurro, necesitó sentarse y yo también.  No para mí, Gran Bretaña vive un momento delicado, tiene
grandes problemas con Egipto y el Sudán, fricciones con Rusia y Afganistán, y en los Balcanes intenta mantenerse al margen de la política expansionista
de Bismark, en los mares del sur está tratando de contrarrestar la hostilidad y rivalidades coloniales con Francia.  No nos engañemos, es una misión menor,
pero no tengo elección, eso o una investigación de mis negocios y un juicio público”.

Cita 15.

“Mientras nos hacíamos adolescentes y aprendíamos las reglas del disimulo en sociedad.  La hipocresía de los salones de baile, las normas que los adultos
nos imponían, creyendo que su estricta educación nos mantendría a salvo de nuestros instintos juveniles.  Nuestros progenitores creían que la lujuria,
era patrimonio exclusivo de sus clubes, sus alcobas, sus amantes, las esposas y los jóvenes solteros estábamos al margen como objetos inanimados.  Todo
nos lo recordaba, las puritanas institutrices, los sermones del sacerdote, incluso la literatura”.

Cita 16.

“Vamos a ser cuñados, que sucia y retorcida ironía.  Tal vez aquella primera frase ofendió al destino, porque la vida nos dio mil giros, como si él y yo
estuviéramos siempre el en el vórtice de un ciclón.  Hizo con nosotros lo que quiso, todo por aquella frase de Bastian, durante los siguientes cuarenta
años no dejé de recordar aquel momento”.

Cita 17.

“Agueda estuvo ausente y sonrió risueña, como quien guardaba un secreto que no compartiría con nosotros, pero finalmente se cansó de la reprimenda de su
mellizo.  ¿Qué dicen las leyes francesas acerca de la sodomía? Interrumpió a mi hermano sin previo aviso.  Él palideció, era la primera vez que alguna
de nosotras le amenazaba con contar lo que los tres sabíamos.  Lancé una mirada de reproche a Agueda, había sido un gesto ruin y Antony no lo merecía. 
Si mi padre se llegaba a enterar, lo repudiaría como hijo al momento, lo dejaría sin nada.  No te atreverás, se limitó a decir.  No, porque no será necesario”.

Cita 18.

“Jugar partidas a oscuras contra sí mismo, le permitía fiarse de otros sentidos que a menudo despreciaba, un oído fino, el olor de alguien acercándose. 
Después comprobó con asombro que su juego había mejorado, que tenía ventaja cuando jugaba con sus adversarios habituales.  Comprendió entonces la enseñanza:
Juega a oscuras, cuando llegue el día y todo se aclare, serás mejor jugador que el resto”.

Cita 19.

“Qué sentido de la oportunidad el mío, estaba negociando una partida de ginebra española robada al cónsul inglés con el cuñado del rey de Tahití.  Finalmente
sí que iba a conocer la cárcel colonial.  Así es, Tati Salmón, para servirle a usted dijo levantando el sombrero”.

Cita 20.

“aquella fue la primera vez que vi algo irracional en Laia, un desequilibrio antiguo  muy bien oculto, que solo salió a la superficie aquella noche en
la que tantas decisiones se estaban tomando.  Nada de palabras esta noche Laia y por fin se calmó y confió en mí”.

Muy atentamente.

Luis Eduardo Cueva Serrano.

Aviación sin barreras.

Quito, Ecuador, Sudamérica