Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Aviación sin barreras del 25 de marzo.

Buenos días estimados amigos:  Adjunto el enlace de Aviación sin barreras, con información de medios de comunicación de Ecuador, Perú, Argentina, Uruguay,
Colombia, Venezuela, Panamá, México, España, Internacional, artículos de actualidad sobre aviación, tecnología, cultura, ecología, salud, cinco cuentos
a texto completo y la Guía de aeropuertos del Ecuador accesible para PCD.

Saludos cordiales y por favor, quédate en casa.

Luis Cueva.

Aviación sin barreras, Miércoles 25 de marzo de 2020.
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Miércoles, 25 de marzo de 2020.

Buenos días estimados amigos:  Desde la primera página leída por el Aviador emplumado, este quedó virtualmente atrapado en la remota Australia.  Lejano
en el tiempo y la distancia, al interior de un barco a vapor se cuece una historia de amor donde vence la  constancia, y en lugar de viento y velas de
quien navega en la mar, hay carbón y leña que alimentan las calderas de los que allí se van a amar. 

Aquí las descripciones tan cercanas a la realidad, nos permiten vislumbrar sus intensas emociones, y entre curvas y recodos del río y sus marineros, vemos
como Eros   se va dando modos, para que sus protagonistas en este cauce silvestre y duro, arriben a puerto seguro.

Una vez más, sin oficinas de migración, visas ni pasaportes, se ha encontrado el soporte para la aventura y la emoción, lectura sugerida para una fuerte
dosis de vida.

Título:  El río de la fortuna.

Autora:  Elizabeth Haran.

Nota de contraportada:  “Elizabeth Haran, la autora de “El río de la fortuna”, ha logrado vender más de un millón y medio de ejemplares de sus 12 novelas
publicadas en Alemania, donde todos sus libros han coronado la lista de más vendidos de Derspiegel durante semanas.  Sus apasionantes sagas familiares
ambientadas en Australia, donde reside, la han convertida como la mejor embajadora del Continente rojo en el mundo, Melbourne 1983.

Francesca se ve obligada a hacerse cargo del negocio de su padre, que recorre un río australiano, transportando mercadería en su barco de vapor.  Aunque
está dispuesta a todo con tal de ayudar  a su envejecido padre, la joven pronto deberá lidiar con los prejuicios de un oficio pensado para hombres, mientras
a su paso despierta pasiones, envidias, venganzas y destapa un gran secreto que cambiará su vida para siempre.  El Continente Rojo amenaza con quebrantar
la unión de una familia.

Acerca de la autora:  Elizabeth harán nació en Zimbawe en 1954 y emigró a Australia siendo una niña.  Pronto el Continente Rojo obró su hechizo sobre ella,
convirtiéndola en una de sus mejores embajadoras, con  sus novelas de amor y aventuras ambientadas en la Australia del siglo XIX y comienzos del XX.  En
Alemania, sus 12 novelas publicadas, han vendido un millón y medio de ejemplares y han permanecido durante semanas en la lista de Derspiegel.  Fruto de
ese éxito, han sido publicadas en 8 idiomas.  “El río de la fortuna”, es su primera novela traducida al castellano.

Cita 1.

“Descubrieron una pepita de oro considerable, que les dio la posibilidad de dar una paga y señal para el anhelado vapor de ruedas, que pasado casi un año 
que a ellos les pareció una eternidad estaba listo.  El barco de vapor no era especialmente grande ni algo extraordinario, pero era su hogar de verdad. 
Su felicidad hubiera sido completa de haberse cumplido también el deseo de tener un hijo, pero tras 15 años de matrimonio  los Callaghan habían dado por
perdido esa posibilidad”.

Cita 2.

“Sin embargo, Joe no había perdido la pasión por los barcos.  No es que quisiera hacerse de nuevo a la mar, eso habría significado volver a separarse de
Mary durante un período prolongado, pero el Río Murray ejercía una atracción mágica en él”.

Cita 3.

“Cuando Joe vio el vapor de  ruedas en la dársena del astillero, gritó:  Es ese!  Aunque no fuera precisamente el barco más grande del río, llamaba la
atención por sus amplios guardaruedas, inclinados y arqueados hacia arriba, para proteger las ruedas de paletas”.

Cita 4.

“A Joe le causó una gran impresión el gusto y detalle de Ezra, así como el evidente orgullo que sentía por su trabajo.  Las embarcaciones se terminaban
en la orilla, un poco escarpada, para poder botarlas en el agua deslizándolas”.

Cita 5.

“hay que tener cuidado con los bancos de arena, las zonas poco profundas y los troncos que flotan en el agua, y en verano se secan algunos tramos del río,
pero he dejado mapas en la caseta del timonel.  Lanzó una mirada a Joe, le sugiero que estudie esas cartas náuticas a conciencia”.

Cita 6.

“habían invertido en el barco todos sus ahorros, y no sabían exactamente en qué aventura se estaban embarcando.  No tenía ni idea de los precios de la
leña, y mucho menos de los gastos de mantenimiento del barco, aún así, Mary se sentía llena de esperanza, porque por fin tenían un techo, un sitio al que
poder llamar hogar”.

Cita 7.

“Normalmente el comercio de madera se basaba en la confianza.  La madera caída se apilaba en el siguiente atracadero, y si un barco atracaba para cargar
leña y en ese momento no había nadie, se dejaba el dinero”.

Cita 8.

“había pasado años deseando tener un niño, por eso le costaba más aún entender que alguien pudiera rechazar a su propia hijita indefensa.  El destino nos
ha traído esta pequeña, dijo Joe en un tono solemne, los caminos del Señor son inescrutables, añadió Ted con presteza. Tenía la sensación de que una fuerza
benévola la había llevado hasta allí”.

Cita 9.

“Sóis nuevos en la zona verdad? Preguntó Ned.  Joe y Mary asintieron.  Entonces solo nosotros tres sabemos que no sois los padres biológicos de la niña. 
Ned miró a Mary, y en cuanto a a la gente… haz dado a luz a la niña esta noche”.

Cita 10.

“Cuando se estropeó la caldera, no tenía dinero para arreglarla, tuve que pedir prestada una cantidad muy elevada, luego pasaron semanas hasta que se completó
la reparación.  Además durante ese tiempo, se me puso el brazo tan rígido que ya no podía gobernar el barco”.

Cita 11.

“A Francesca se le encogió el corazón, le habría gustado parar en ese momento para poder saborearlo.  Francesca miró a Monty mientras se iba por el muelle
casi desierto y se lo tragaban las sombras.  Paró un momento, se deleitó en el recuerdo de las horas anteriores y dejó escapar un profundo suspiro al pensar
en su nostalgia, y que en el futuro pasaría más tiempo en compañía de Monty”.

Cita 12.

“Entendería tu inquietud si saldría con alguien como Neil Mason, papá.  Pero Monty es un perfecto caballero.  Cualquier hombre se consideraría feliz al
encontrar una mujer como tú que correspondiera a su amor, Fran.  Pero la gente de la alta sociedad, se casa por otros motivos, planifican su vida sin escuchar
a su corazón, como si fueran operaciones comerciales”.

Cita 13.

“¿Una mujer Capitán de barco?  Regina estaba atónita.  El trabajo en el Marylú, me brinda la oportunidad de pasar bastante tiempo con mi padre y nuestro
maquinista Ned, los he echado mucho de menos durante mi ausencia, conseguir la licencia de Capitán  es un motivo importante, comentó Frederick”.

Cita 14.

“Pero el hecho de que Regina mostrara su sincero afecto y aprecio por Francesca, confirmaba su certeza de por fin haber encontrado a la mujer con la que
quería compartir su vida.  Es obvio que has sucumbido a sus encantos, dijo con una sonrisa”.

Cita 15..

“Pero Regina también sabía que dos amantes, siempre encontraban los medios y la vía para estar juntos.  Los hombres que desean impresionar a una mujer,
pueden ser muy ocurrentes, dijo”.

Cita 16.

“Al principio le preocupaba, pero luego comprendió que había sufrido muchas desgracias y que su estancia en el barco tenía un significado muy especial
para ella.  Algo que guardaría como un buen recuerdo.  Le alegraba por una vez en la vida, poder darle algo bueno.  ¿no se lo merecía todo el mundo?”.

Cita 17.

“Ella sabía que intentaba disimular la cicatriz en la mejilla.  Todos tenemos cicatrices Joe, dijo con suavidad, algunas van por dentro, dijo con suavidad,
le acarició la cara, y otras van  por fuera, Joe no contestó.  Creo que usted podría hacer la vista gorda de mis cicatrices, y yo con las suyas”.

Cita 18.

“No lo he olvidado Elizabeth, ha llevado una vida de la que se avergüenza, pero usted no la eligió, lo hizo para sobrevivir.  Todo el mundo se avergüenza
de algunas cosas que ha hecho en la vida, pero no por eso hay que sufrir hasta el fin de los días.  A Liz le cayeron lágrimas por las mejillas”.

Cita 19.

“Era consciente de que no podía seguir evitando la preguntas de Francesca.  Tarde o temprano el pasado volvía a todo aquel que intentaba huir de él”.

Muy atentamente.

Luis Eduardo Cueva Serrano.

Aviación sin barreras.

Quito, Ecuador, Sudamérica