Texto publicado por Manuel Emilio Ballista Caro

Texto, Bíblico De Hoy.

EVANGELIO DEL MARTES

EVANGELIO DEL DÍA.

Martes 24 de Marzo de 2020.

Evangelio según San Juan 5, 1-16.

Se celebraba una fiesta de los judíos y Jesús subió a Jerusalén.

Junto a la puerta de las Ovejas, en Jerusalén, hay una piscina llamada en hebreo Betsata, que tiene cinco pórticos. Bajo estos pórticos yacía una multitud
de enfermos, ciegos, paralíticos y lisiados, que esperaban la agitación del agua. Porque el Angel del Señor descendía cada tanto a la piscina y movía el
agua. El primero que entraba en la piscina, después que el agua se agitaba, quedaba curado, cualquiera fuera su mal.

Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años. Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó:
"¿Quieres curarte?".

Él respondió: "Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes". Jesús le
dijo: "Levántate, toma tu camilla y camina".

En seguida el hombre se curó, tomó su camilla y empezó a caminar. Era un sábado, y los judíos dijeron entonces al que acababa de ser curado: "Es sábado.
No te está permitido llevar tu camilla". Él les respondió: "El que me curó me dijo: 'Toma tu camilla y camina'".

Ellos le preguntaron: "¿Quién es ese hombre que te dijo: 'Toma tu camilla y camina?'". Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido entre
la multitud que estaba allí.

Después, Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: "Has sido curado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas todavía". El hombre
fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado.

Ellos atacaban a Jesús, porque hacía esas cosas en sábado.

Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

25:32 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que el mal irá de
nación en nación, y grande tempestad se levantará de los fines de la
tierra.
25:33 Y yacerán los muertos de Jehová en aquel día desde un extremo de
la tierra hasta el otro; no se endecharán ni se recogerán ni serán
enterrados; como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra.
Jeremías 25:32-33 Reina Valera 1960

¡Que Dios te bendiga y hasta la próxima meditación!