Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Aviación sin barreras del 26 de noviembre.

Buenos días estimados amigos:  Adjunto el enlace de Aviación sin barreras, con información de medios de comunicación de Ecuador, Perú, Argentina, Uruguay,
Colombia, Venezuela, Panamá, México, España, Europa, artículos de actualidad sobre aviación, tecnología, cultura, ecología, salud, cinco cuentos a texto
completo y la Guía de aeropuertos del Ecuador accesible para PCD.

Saludos cordiales.

Luis Cueva.

Aviación sin barreras, Martes 26 de noviembre de 2019.
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Martes, 26 de noviembre de 2019.

Buenos días estimados amigos:  Más que una lámpara con su genio vaporoso, este es un libro maravilloso de ilustre estampa.  Y magia… Sí que la tiene, pues
tan pronto se pasa sus primeras páginas emociona y entretiene en un relato que contagia de emociones existentes o ficticias, y qué más da si en cada capítulo
se acaricia realidad y fantasía al punto en que los sentidos no sé si perciben o conciben condiciones de temor, olor, sabor, miedo, fatiga, misterio  e
intriga llevados por la diestra e inigualable pluma del novel autor.

Sea dicha la verdad, que con una sola obra a Ransom Riggs no le falta ni le sobra méritos para ingresar, no a la fama ni entre los más vendidos, sino en
los gratamente leídos que perviven en el corazón de cualquier apasionado lector.

Queda así en el paladar de la lectura y la mente tanto gusto dulce e indeleble como la sana expectativa que nos brinde el escritor más obras de su capacidad
creativa.

Título:  El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares.

Autor:   Ransom Riggs.

Nota de contraportada:   Una isla misteriosa, un orfanato abandonado, una extraña colección de fotografías muy peculiares.  De niño, Jacob formó una ligazón
especial con su abuelo, que le contaba extrañas historias y le enseñaba fotografías de niñas levitando y de niños invisibles.  Ahora con 16 años, Jacob
sufre la inesperada muerte del anciano, entonces cae en manos del joven una misteriosa carta, que lo empuja a emprender un viaje hacia la isla remota de
Gales en la que su abuelo se crio, para descubrir si todas esas historias que había oído de niño son reales.

“El hogar de miss Peregrine para niños peculiares”, es una enigmática historia sobre niños extraordinarios y monstruos oscuros. Una fantasía escalofriante,
ilustrada con inquietantes fotografías de época, que deleitará tanto a jóvenes como adultos, una lectura sorprendente, inquietante e inolvidable.

Acerca del autor:  Ransom Riggs es director y guionista de cine.  “El hogar de miss Peregrine para niños especiales” es su primera novela con la que ha
cosechado un gran éxito de crítica y público, figurando en la lista de los más vendidos en el new York Times durante meses.

¿Pero por qué querían haceros daño los monstruos?, insistí.  Pues porque no éramos como el resto de la gente, éramos peculiares.  ¿Peculiares? Sí, peculiares,
continuó, había una chica que podía volar, un muchacho que tenía abejas viviendo en su interior, unos hermanos, chico y chica, que podían levantar cantos
rodados por encima de su cabeza.  Era difícil saber si hablaba en serio, por otra parte, mi abuelo no tenía fama de bromista.  Frunció el entrecejo, leyendo
la duda en mi rostro, muy bien, si no crees en mi palabra, ahora verás dijo, tengo fotografías.  Echó hacia atrás el sillón y entró en la casa dejándome
solo en el porche, al cabo de unos minutos regresó trayendo entre sus manos una vieja caja de cigarros, me incliné para mirar, mientras él extraía cuatro
instantáneas amarillentas y arrugadas.

Cita 1.

“Acababa de aceptar que mi vida sería de lo más normal cuando empezaron a suceder cosas extraordinarias.  La primera me llegó en forma de una conmoción
terrible y como cualquier cosa que te cambia para siempre, me partió la vida en dos… Antes y después.  Como muchas de las cosas extraordinarias que iban
a suceder, involucró a mi abuelo Abraham Portman”. 

Cita 2.

“El abuelo Portman era la persona más fascinante que conocía, había vivido en un orfanato, combatido en guerras, surcado océanos en barcos de vapor, cruzado
desiertos a caballo, actuado en circos, lo sabía todo sobre armas y autodefensa”.

Cita 3.

“Creo que les preocupaba que mi abuelo fuera a infectarme con alguna ensoñación incurable de la que jamás me recuperaría, que aquellas fantasías me estuvieran
vacunando de alguna manera contra ambiciones más realistas, así que un buen día mi madre me hizo sentar, y me explicó que no podía convertirme en explorador
porque ya no quedaba nada por descubrir en el mundo.  Yo había nacido en el siglo equivocado y me sentí estafado”.

Cita 4.

“Los relatos más fantásticos giraban siempre en torno a su infancia, como que había nacido en Polonia, pero a los doce años lo habían enviado en barco
a un hogar para niños en Gales.  Cuando le preguntaba por qué había tenido que dejar a sus padres, su respuesta era siempre la misma:  Los monstruos iban
tras él, Polonia estaba sencillamente llena de monstruos según él.  ¿Qué clase de monstruos? Preguntaba yo con los  ojos como platos”.

Cita 5.

“sintiéndome culpable, decidí otorgarle el beneficio de la duda, ¿pero por qué querían haceros daño los monstruos? Insistí.  Pues porque no éramos como
el resto de la gente, éramos peculiares”.

Cita 6.

“¡No me crees? Pensé en ello, miré las fotografías y luego a mi abuelo que tenía una expresión seria y franca.  ¿Qué motivo tendría para mentirme? Te creo,
respondí finalmente y de verdad que le creí, durante unos cuantos años al menos, aunque principalmente porque quería hacerlo, igual que otros críos de
mi edad querían creer en Papá Noel”.

Cita 7.

“¿Por qué me había engañado haciéndome creer, que esas cosas asombrosas eran posibles cuando no lo eran? No fue hasta unos años más tarde, que mi padre
me lo explicó todo.  El abuelo también le había contado algunas de esas mismas historias cuando él era niño y no eran mentiras, al menos no exactamente,
sino versiones exageradas de la realidad, porque la infancia del abuelo no había sido exactamente un cuento de hadas, sino un cuento de terror”.

Cita 8.

“mi abuelo, fue el único de su familia que logró escapar de Polonia antes de que estallara la II Guerra mundial.  Tenía 12 años, cuando sus padres lo dejaron
a cargo de desconocidos, subieron a su hijo a un tren con dirección a Gran Bretaña con tan solo una maleta y las ropas que llevaba puestas… El billete
era solo de ida”.

Cita 9.

“La peculiaridad por la que habían sido perseguidos era simplemente la de ser judíos, eran huérfanos de guerra, arrojados a esa pequeña isla por una marea
de sangre. Lo que los convertía en seres asombrosos, no era que poseían poderes especiales, sino que al haber escapado a los guetos y las cámaras de gas,
ya era milagro suficiente”.

Cita 10.

“Hola abuelo Portman, Jacob, gracias a Dios, necesito mi llave, ¿Dónde está mi llave? Sonaba alterado, sin aliento.  ¿Qué llave?  No juegues conmigo, espetó,
¡Ya sabes a qué llave me refiero! Probablemente la habrás extraviado, tu padre te obligó a hacerlo, dijo, sólo dímelo, no tiene que saberlo”.

Cita 11.

“Te prometo que solucionaré este asunto del abuelo pronto, ¿de acuerdo? Todo este asunto del abuelo, ¿Te refieres a meterlo en un asilo? Pregunté, hacer
que se convierta en el problema de otros.  Mamá y yo no lo hemos decidido aún.  Claro que lo habéis decidido.  Puedo manejarlo papá, tal vez ahora puedas,
pero no hará más que empeorar”.

Cita 12.

“En eso consistía nuestra amistad, partes iguales de irritación y cooperación.  La parte de cooperación, era  un oficioso acuerdo de intercambio de inteligencia
por músculos, mediante el cual yo le ayudaba a no suspender inglés y él evitaba que me mataran los sociópatas hinchados de esteroides que rondaban por
los pasillos de nuestra escuela.  El hecho de que mis padres se sintieran profundamente incómodos con él, también le daba puntos extras, era supongo mi
mejor amigo”.

Cita 13.

“Se me cayó el alma a los pies, finalmente el abuelo Portman se había vuelto loco.  Grité su nombre, pero no oí nada, fui de habitación en habitación,
encendiendo luces y mirando en cualquier rincón donde un anciano paranoico pudiera esconderse de los monstruos, detrás de los muebles, en el angosto espacio
del altillo, bajo la mesa de trabajo del garaje, incluso comprobé si estaba dentro de su armario de las armas”.

Cita 14.

“Yo no era ningún rastreador ni tampoco lo era Vicky y sin embargo, algo pareció guiarme de todos modos.  Una aceleración en el pecho, un susurro en el
aire viscoso y de repente a no pude esperar ni un segundo más.  Me metí entre los matorrales bajos como un sabueso olfateando un rastro invisible”.

Cita 15.

“Repetí su nombre hasta que sus ojos  parecieron fijarse en mí, y entonces inhaló con fuerza y dijo en voz baja pero clara: Ve a la isla Jacob, esto no
es seguro.  La vieja paranoia volvía, le oprimí la mano y le dije que estábamos perfectamente, que él iba a estar perfectamente… Era la segunda vez que
le mentía en el mismo día”.

Cita 16.

“Entonces alzó la cabeza del suelo, temblando por el esfuerzo y me musitó al oído:  Encuentra al Pájaro en el bucle, en el otro lado de la tumba del viejo,
13 de septiembre de 1940.  Asentí, pero él pudo darse cuenta de que no le comprendía, con el último ápice de energía que le quedaba añadió:  Emerson, la
carta, cuéntales lo que sucedió”.

Cita 17.

“Pasé los meses que siguieron a la muerte de mi abuelo, recorriendo un purgatorio de salas de espera y oficinas anónimas, analizado y entrevistado, convertido
en tema de conversación cuando no podía oírles, asintiendo cuando me hablaban, siendo objeto de un millar de miradas compasivas y entrecejos fruncidos”.

Cita 18.

“Ni siquiera mi mejor y único amigo Ricky me creía, y eso que él había estado allí conmigo.  Juró y perjuró que no había visto ninguna criatura en el bosque
aquella noche, aún cuando yo había dirigido la luz de la linterna directamente hacia ella, eso fue todo lo que contó a los polis. Había oído ladridos,
no obstante los dos lo habíamos oído, de modo que no fue ninguna sorpresa cuando el policía concluyó que una jauría de  perros asilvestrados había atacado
y matado a mi abuelo”.

Cita 19.

“Al final mis padres me llevaron a un loquero, un hombre tranquilo de piel aceitunada llamado Doctor Golan.  No me resistí, sabía que necesitaba ayuda,
pensé que yo sería un caso difícil, pero el Doctor Golan fue sorprendentemente rápido conmigo.  El modo sosegado y carente de emoción con que explicaba
las cosas era casi hipnótico”.

Cita 20.

“Entonces mi padre gritó:  ¡Mira!, y al alzar la vista descubrí una altísima masa de roca que emergía del lienzo en blanco  que teníamos delante: Era la
isla de mi abuelo, elevándose imponente y desolada, envuelta en neblina y custodiada por  un millón de aves chillonas, parecía una inmensa fortaleza construida
por gigantes”.

Cita 21.

“Me estremecí sin querer y respiré con fuerza, solo había explorado tres metros de la casa y ya estaba a punto de mearme en los pantalones.  Mantén la
calma me dije y luego avancé poco a poco, con el corazón martillándome en el pecho.  Cada habitación era increíblemente más desastrosa que la anterior,
había periódicos acumulados por montones, juguetes desperdigados, evidencia de niños que se habían marchado hace mucho”.

Cita22.

“Imaginé mentalmente la última vez que ella la había ocupado, saliendo a toda prisa de debajo de las sábanas a media noche, al oír el gemido de la sirena
antiaérea, reuniendo a los niños todos adormilados y cogiendo a toda prisa los abrigos mientras se dirigían abajo”..

Muy atentamente.

Luis Eduardo Cueva Serrano.

Aviación sin barreras.

Quito, Ecuador, Sudamérica.