Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Mortal, débil mortal, tal es tu suerte.

Abate Marchena.
Mortal, débil mortal, tal es tu suerte.

Mortal, débil mortal, tal es tu suerte;
los placeres más dulces nos fastidian;
Venus, la Diosa Venus, que hermosea
la tierra que vivimos, y las flores
a manos llenas sobre el hombre esparce;
Venus, sagrada Diosa, sus delicias
niega al mortal profano y corrompido,
que en un serrallo obscuro impenetrable
de eunucos y de esclavos rodeado
del dulce amor ignora los delirios.
¡Cuántas veces, amigo, cuántas veces
de amor en los placeres anegado
en ardientes suspiros el sensible,
el inflamado corazón se exhala
en brazos de mi Doris! ¡Cuántas veces
sus lágrimas mis besos enjugaron!
Y cuando Amor nos dio su dulce néctar...
Nuestros sentidos todos embriagados
en deleites divinos, nuestra alma
gustó la dicha y el placer supremo.

Mortal, débil mortal, tal es tu suerte.
Abate Marchena.