Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día lunes 11 de noviembre del año 2019.

“Examinando las escrituras”.
Texto del día lunes 11 de noviembre del año 2019.

Un solo testigo no puede testificar contra un alma para que muera
(Núm. 35:30).

Jehová mandó a los ancianos de Israel que imitaran sus elevadas normas de justicia. Lo primero que debían hacer era establecer los hechos. Luego, al decidir si mostrarle o no misericordia al homicida, debían analizar con cuidado sus motivos, actitud y conducta anterior. Para reflejar la justicia de Jehová, tenían que determinar si había actuado movido por odio y “con mala intención”
(Núm. 35:20-24, nota).
Por otro lado, si se usaban declaraciones de testigos, se necesitaban al menos dos testigos para poder probar una acusación de asesinato intencionado.
Como vemos, luego de establecer los hechos del caso, los ancianos tenían que pensar en la persona, no solo en lo que había hecho. Necesitaban perspicacia, es decir, la capacidad de ver más allá de lo obvio para captar lo que hay detrás de cierta situación. Sobre todo, necesitaban que Jehová les diera espíritu santo para poder reflejar su perspicacia, misericordia y justicia
(Éx. 34:6, 7).
w17.11 16 párrs. 13, 14

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
jw.org