Texto publicado por Manuel Emilio Ballista Caro

Nota: esta publicación fue revisada por su autor hace 4 años.

Historia víblica .

Sudán del Sur, 26 de octubre
UNA BÚSQUEDA EN TRECE IGLESIAS
Mary JohnIjaa no se imaginaba lo difícil que seríaencontrar un lugar para congregarse creció asistiendo cada mañana a una iglesia de una importante denominación cristiana en lo que actualmente es Sudán del Sur.
Pero ella no se sentía feliz, ya que no veía ni unidad ni amor, así que cuando cumplió dieciséis años, se fue a otra iglesia.
Se dió cuenta que en la nueva iglesia la gente competía para llegar a ser diáconos y ancianos. Se la pasaban discutiendo sobre quién era el líder. No encontró amor en este lugar, así que a los dos años se fue de allí también.
La siguiente iglesia parecía tener un espíritu misionero pero, en una ocasión, recibieron un gran cargamento de ropa de ayuda humanitaria y los miembros comenzaron a pelearse en cuanto a cómo dividir los vestidos, pantalones y camisa, Mary se fue.
En la cuarta iglesia, Mary se sintió mal mientras barría el patio del templo. De repente sintió como un calambre en su pierna, y la pierna se le inflamó. Mary visitó a una curandera, la cual después de oír lo sucedido le dijo que lo que había ocurrido es que mientras barría, ella había pisado suelo embrujado. Alguien en la iglesia se había enojado contra ella y le había preparado esa brujería, le dijo.
La curandera tomó una hojilla y comenzó a hacerle pequeños cortes en la piel, desde la cabeza hasta sus pies. Luego, le untó agua caliente y después le pasó unas raíces. Después, le dio un té hecho con las raíces. Este tratamiento se lo repitió dos veces al día durante tres años. Mary tenía tanto dolor, que no podía caminar, sino arrastrarse.
Un día, sin embargo, el dolor desapareció y Mary logró caminar de nuevo. La curandera le dijo que el tratamiento había sido efectivo y finalmente le dijo a Mary que tendría que pagarle: dos cabras vivas y una gran suma de dinero.
Mary no regresó a su iglesia porque tenía miedo de que la volvieran a embrujar. Conoció una quinta iglesia y comenzó a asistir todos los domingos, hasta un día en que abrieron una nueva iglesia cerca de allí, la cual se convirtió en la sexta iglesia. Pero luego vino una séptima y también una octava.
En el ínterin, Mary tuvo un bebé. Mientras estaba en cama tomando algo de agua, comenzó a sentir un fuerte dolor en su garganta, y el cuello comenzó a hincharse. La curandera le dijo que alguien había tratado de matarla echando algo en su bebida.
Mary pasó un año más en cama, mientras la curandera le daba tés de raíces molidas cada día hasta que finalmente se recuperó.
Mary continuó visitando iglesias, en busca de amor y unidad. También siguió enfermándose y los curanderos, una vez más, le dijeron que era producto de una brujería. La cuarta vez su cuello se hinchó y la hinchazón se extendió al resto del cuerpo. Un curandero le dijo que alguien había colocado algo en su comida y que él no podía hacer nada para ayudarla. Mary visitó a otro curandero y luego a otro. Todos coincidieron en que alguien había envenenado su comida, incluso le mostraron en la computadora dónde había ingerido el veneno, pero ninguno le podía ofrecer una solución.
En ese momento Mary estaba asistiendo a la decimotercera iglesia, y por primera vez decidió orara Dios para pedirle ayuda.
Desesperada, oró y ayunó durante tres días. Luego, fue al hospital. Cuando el médico escuchó que ella estaba en oración y ayuno, le dijo: