Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Efemérides del 18 de julio.

En Coatcongar, (Ploujean), el 18 de Julio de 1845, nacía el poeta francés Tristan Corbière,. Su obra maestra es “La feria de las vanidades”, llevada al
cine en distintas ocasiones. Su trabajo fue poco conocido hasta que Paul Verlaine lo incluyó en su prosa poética de Los poetas malditos (poètes maudits);
pero la recomendación de Verlaine fue suficiente para llevar su trabajo a la luz pública y establecerlo como uno de los maestros reconocidos del Simbolismo.
 
Datos biográficos del autor.
 
Tristan Corbière.
Édouard-Joachim Corbière.
(Coat-Congar, 18 de julio de 1845 – Morlaix, 1 de marzo de 1875).
 
Poeta Francés.
 
 
Su trabajo fue poco conocido hasta que Paul Verlaine lo incluyó en su prosa poética de Los poetas malditos (poètes maudits); pero la recomendación de Verlaine
fue suficiente para llevar su trabajo a la luz pública y establecerlo como uno de los maestros reconocidos del Simbolismo.
 
Ingresado en 1857 en el colegio de Saint-Brieuc, Tristan Corbière volvió a su casa al cabo de treinta meses debido a su precaria salud. Más tarde prosiguió
su formación en Nantes; pero, a los dieciséis años, una crisis de reumatismo articular lo dejó deforme para siempre y le obligó a renunciar definitivamente
a los estudios. Trasladado al sur, no tardó en regresar a su mar de Bretaña; allí, en Roscoff, permanecería hasta 1869. Alto, delgado, extravagante en
la indumentaria y los modales, era aficionado a los paseos marítimos en bote o balandro y a la compañía de pintores, que alentaron su pasión de dibujante
y caricaturista.
 
A fines del citado año marchó a Italia y llegó hasta Nápoles, como un turista singular y burlón que alegremente se mofaba del "Vesubio y Compañía" y de
la ciudad "patria de ingleses". Prefirió su Roscoff, adonde regresó en la primavera de 1870. En la del año siguiente, y también allí, habría de conocer
su última ilusión: una mujer llegada de París con su acaudalado amigo, la Marcela de Los amores amarillos, o sea la italiana Armida Giuseppina Cuchiani.
En marzo de 1872 se dirigió a su encuentro en París. Sin embargo, fue éste un amor sin alegría, torturado por la sospecha de que la mujer se moviera sólo
a impulsos de la compasión o de una curiosidad morbosa.
 
En París llevó una vida miserable y en absoluto adecuada a su quebrantada salud. Colaboró en algunos periódicos, publicando a fines de 1873, y con la ayuda
paterna, Los amores amarillos, que nadie supo apreciar, y proyectó un segundo tomo de versos, Mirlitons. En diciembre de 1874 se le encontró desvanecido
en el suelo de su pobre habitación y fue llevado primeramente a una casa de socorro (a la que acudió a asistirle Armida) y luego a su Bretaña, donde murió.

 
Su único trabajo publicado en vida apareció en Les amours jaunes, 1873. Es un libro de poemas en el que el lirismo descriptivo, el reflejo de la atracción
que despertaron en el autor el océano y la tierra y la gente de Bretaña se unen a originales hallazgos formales, presididos por el sarcasmo, la crítica
irónica y el espíritu de rebeldía.