Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Aviación sin barreras del 18 de julio.

Buenos días estimados amigos:  Adjunto el enlace de Aviación sin barreras, con información de medios de comunicación de Ecuador, Perú, Argentina, Uruguay,
Colombia, Venezuela, Panamá, México, España, Europa, artículos de actualidad sobre aviación, tecnología, cultura, ecología, salud, cinco cuentos a texto
completo y la Guía de aeropuertos del Ecuador accesibles para PCD.

Saludos cordiales.

Luis Cueva.

Aviación sin barreras, Jueves 18 de julio de 2019.
https://www.sendspace.com/file/o9ugo9

Jueves, 18 de julio de 2019.

Buenos días estimados amigos:  Para acceder al salón de la fama a través del abecedario, un solo libro fue necesario crear para esta dama: Margaret Mitchell
y su Premio Pullitzer.

Así fue como la cruenta guerra de secesión de la naciente potencia, es descrita con vehemencia e inacabable pasión, y el nombre de su protagonista  claramente
representa el frenesí de su alma inquieta, sangre, fuego, Escarlata ardiendo e incinerando de obra, pensamiento  e infinita ambición. 

Pero… es que eso es la guerra, torva y oscura escuela donde moral y ética no se practican y solo se reivindican  y rinden frutos las argucias del astuto,
y así es como se logró describir la insufrible guerra civil de un pueblo dividido entre esclavitud y libertad y cuya única dignidad fue mantenerse vivo.

La voluminosa presentación de tan excelsa obra inicialmente causa desánimo y zozobra, pero como por arte de magia una vez iniciada la lectura es tan intenso
cada evento que invade la nostalgia y el sentimiento nos apura nada más en el pensamiento a intentar solucionar cada singular desencuentro.  Nada más por
decir para el Viejo Aviador, que aquí hay mil maneras de expresar y vivir gamas de un arcoíris del odio al amor.

Título:  Lo que el viento se llevó.

Autora:  Margaret Mitchell.

Nota de contraportada:  Scarlett O’Hara vive en Tara, una gran plantación del estado sureño de Georgia, y está enamorada de Ashley Wilkes, que en breve
contraerá matrimonio con Melanie Hamilton. Estamos en 1861, en los prolegómenos de la guerra de Secesión, y todos los jóvenes sureños muestran entusiasmo
por entrar en combate, excepto el atractivo aventurero Rhett Butler. A Butler le gusta Scarlett, pero ésta sigue enamorada de Ashley, que acaba de hacer
público su compromiso con Melanie. Despechada, Scarlett acepta la propuesta de matrimonio de Charles, el hermano de Melanie, al que desprecia. Años más
tarde, y como consecuencia del final de la guerra, ya viuda, Scarlett debe afrontar situaciones nuevas como el hambre, el dolor y la pérdida e instalarse
en Atlanta, donde Melanie espera noticias de Ashley y Butler aparece de nuevo...

Acerca de la autora: “Lo que el viento se llevó”, la primera y única novela publicada por Margaret Mitchell, fue suficiente para que el nombre de esta
escritora se hiciera famosa en todo el mundo, a partir del instante en que la obra fue editada por primera vez.

La resonante y súbita buena acogida alcanzada por la novela, dio lugar a que se hiciera de ella una película, que  análogamente constituyó uno de los éxitos
más extraordinarios de la historia cinematográfica.

Cabe recordar que la filmación de “Lo que el viento se llevó” dirigida por Víctor Fleming, tuvo entre sus principales intérpretes a Clarck Gable,  Vivian
Lee, Leslie Howard Olivia de Haviland.

La autora de la novela, Margaret Mitchell, hija de una acomodada familia del sur de los EEUU, nació en Atlanta, Georgia en 1900.  Después de licenciarse
de bachiller en el Seminario de Atlanta, donde estudió de 1914 a 1918, ingresó en el Colegio Superior Smith de  Massachusetts, para cursar la carrera de
medicina.  Un año después al fallecer su madre y por requerimiento de su padre, tuvo que abandonar sus estudios y regresar a Atlanta.

Llevada por su afición a escribir, se empleó en la redacción del Atlanta Journal para el que trabajó desde 1922 a 1926.  Sus escritos aparecieron firmados
con el nombre de Peggy Mitchell. Poco después de iniciar sus actividades literarias en el Atlanta, contraería matrimonio con el también periodista Red
Ackshal, pero acaso por la conducta irregular de este, aquella unión resultó un fracaso y obtuvo el divorcio al cabo de un año de la boda.

En 1925, contraía nuevas nupcias con el abogado John Marsh, aunque no tuvieron hijos, siempre dieron la sensación de ser muy felices y llevaron una vida
de tranquilidad, casi sin salir nunca de su retiro en el suntuoso piso que lograron poseer en Atlanta. Es en esta instancia, donde Margaret Mitchell obligada
a pasar largas horas quieta, escribió su apasionante y arrebatadoramente pletórica de acontecimientos y famosa novela.

Había sucedido que a causa de una caída con graves lesiones en un pie, ella contrajo un estado artrítico agudo, por tanto tuvo que abandonar su trabajo
en el periódico y permanecer en casa tendida o sentada el mayor tiempo posible.  No sabiendo permanecer inactiva y por sugerencia de su marido, decidió
escribir dicha novela.

Con una máquina portátil sobre sus rodillas, emprendió la ardua tarea que habría de durar diez años, de 1926 a 1936 y dar como resultado feliz “Lo que
el viento se llevó”, cuya primera edición fue de 1039 páginas.  Se sabe que redactó el original sin orden ni método alguno, casi puede decirse de un modo
caótico.

Editada por primera vez en 1936, solo pasado seis meses desde su aparición, ya se habían vendido un millón de ejemplares.

Cita 1.

“Escarlata O’Hara no era bella, pero los hombres no solían darse cuenta de ello, hasta que se sentían ya cautivos de su embrujo, como le sucedía a los
gemelos Tarleton. En su rostro contrastaban acusadamente las delicadas facciones de su madre, una aristócrata de la costa de familia francesa, con las
toscas de su padre, un rozagante irlandés.  Pero era el suyo con todo, un semblante atractivo de barbilla puntiaguda y anchos pómulos, sus ojos eran de
un verde pálido sin mezcla de castaño”.

Cita 2.

“La vida es aún nueva en la Georgia del norte, Condado de Clayton y un tanto ruda, como lo es también en Augusta, Savannah o Charleston. Los de las provincias
del sur, las viejas y sedentarias, miran por encima del hombro a los georgianos de las tierras altas, pero allí en Georgia del norte, no avergonzaba la
falta de esas sutilezas de la educación clásica, con tal que un hombre fuera diestro en  las cosas que importasen como cultivar buen algodón, montar a
caballo, ser buen cazador, bailar con agilidad, cortejar a las damas con elegancia y aguantar la bebida como un caballero”.

Cita 3.

“Además no importa gran cosa, hubiéramos tenido que volver a casa de todos modos antes de fin de curso.  ¿Por qué? ¡La guerra, tonta! La guerra va a estallar
el día menos pensado, y no imaginarás que ninguno de nosotros va a seguir en el colegio mientras dure la guerra, ¿Verdad? Ya sabéis que no va a ver guerra,
replicó Escarlata enojada, nadie habla de otra cosa”.

Cita 4.

“Ashley Wells y su padre dijeron a papá la semana pasada precisamente, que nuestros delegados en Washington llegaría a… a un acuerdo amistoso con Mister
Lincoln sobre la confederación”.

Cita 5.

“Pero después de ver la forma en que el General Porregart los arrojó anteayer del Fuerte Sampter tendrán que luchar para no quedar ante el mundo entero
como unos cobardes.  El fuerte Sampter, levantado en la orilla del Charlestone, fue escenario de uno de los primeros choques militares que enfrentaron
a los Yanquis con los Sudistas, antes que se declarase la guerra”.

Cita 6.

“Beatriz Tauton era una mujer muy activa, que regentaba por sí misma no solo una extensa plantación de algodón, un centenar de negros y ocho hijos, sino
también la más importante hacienda de cría caballar  del condado”.

Cita 7.

“La primavera había llegado pronto aquel año, con sus furiosos chaparrones y con el repentino florecer de los melocotoneros y de los almendros, que salpicaban
de estrellas el oscuro río pantanoso y las colinas lejanas.  Ya la labranza estaba casi terminada, y el sangriento resplandor del ocaso teñía los surcos
recién abiertos en la roja arcilla de Georgia de tonalidades más rojas aún.  La húmeda tierra  hambrienta de jugo, esperaba arada y las simientes de algodón  
mostraban tintes rosados, bermellón y escarlata”.

Cita 8.

“Era una tierra agradable, de casas blancas, apacibles labrantíos y perezosos ríos amarillos.  Pero una tierra   de contrastes, con el sol más radiantemente
deslumbrador y las más densas sombrías, los claros de la plantación y las millas de campos de algodón sonreían al sol cálido, sereno, complaciente.  A
los lados se extendían los bosques vírgenes, oscuros y fríos aún en las tardes más sofocantes”.

Cita 9.

“De dentro de la casa, llegaba la suave voz de la madre de Escarlata, Helena O’Hara, llamando a la negrita que llevaba el cestillo de sus llaves”.

Cita 10.

“mientras en el intervalo, un negro alto y de su misma edad corrió jadeante dando vuelta a la casa y se dirigió hacia donde estaban trabados los caballos. 
Jeems era el criado personal de los gemelos, y lo mismo que los perros, los acompañaba a todas partes.  Había sido el compañero de juegos de su infancia,
y les había sido regalado a los gemelos cuando cumplieron los 10 años”.

Cita 11.

“Gorjeaba alegre como un pájaro, hasta el momento en que empezaron ustedes a contarle lo de que el señorito Ashley y la señorita Melania Hamilton se iban
a casar, entonces se quedó callada como un pájaro cuando va el halcón a echarse sobre él”.

Cita 12.

“Sí, ya sabes cómo son los Welbs, tienen la manía de la música, de los libros y el teatro, mamá dice que es porque su abuelo vino de Virginia, y que la
gente de allá es muy aficionada a esas cosas. Buen provecho les haga, a mí dadme un buen caballo para montar, un buen vino que beber, una buena muchacha
que cortejar y una mala para divertirme… Y que se queden ellos con su Europa”.

Cita 13.

“¿Piensan ir a la hacienda del señor Winter? Si van no cenarán muy bien, dijo Jeems.  Se les murió la cocinera y no han comprado otra, han tomado una me
dijeron los negros, que es la peor cocinera del estado.  ¡Dios mío! ¿Por qué no compran otra? ¿Cómo van a poder esos blancos pobretones comprar ni un negro?
No han tenido nunca ni un puñado de ellos”.

Cita 14.

“”La milicia de caballería había sido organizada tres meses antes, el mismo día que Georgia se separó de la Unión, y desde entonces los reclutas se venían
preparando para la guerra.  El batallón carecía de nombre aún, aunque no por falta de sugerencias, todos tenían su idea sobre el asunto y no se sentían
dispuestos a abandonarla, de igual manera que todos tenían idea sobre el color y corte de los uniformes”.

Cita 15.

“”Los oficiales eran elegidos entre los propios miembros, porque nadie en el condado tenía la menor experiencia militar, excepto algunos veteranos de las
guerras de México y la de los Seminolas, y además la milicia hubiera rechazado como jefe de un veterano, si no le hubieran querido y apreciado personalmente”.

Cita 16.

“Ashley no podía estar enamorado de Melania porque… Oh! Era imposible que se equivocase, ¿Por qué estaba enamorado de ella? ¡Era a ella, Escarlata, a quien
él amaba! Lo sabía, sí, Escarlata oyó los pesados pasos de mamita, que hacía retemblar los pisos del vestíbulo”.

Cita 17.

“si la curiosidad de mamita no quedaba satisfecha, pondría enseguida al corriente del asunto a Helena, y entonces Escarlata no tendría más remedio que
contárselo todo a su madre o inventar una mentira aceptable.  Mamita llegó al vestíbulo, era una mujer enorme, con ojillos penetrantes de elefante, una
negra reluciente, africana pura, devota de los O’Hara, hasta dar por ellos la última gota de su sangre”.

Cita 18.

“Era cierto, el dolor se le clavaba en el corazón brutalmente, como los colmillos de un fiero animal.  Como a través de la niebla, sintió como los ojos
de su padre la observaban con una mirada entre compasiva y enojada, por tener que enfrentarse a un problema al que no encontraba solución.  Quería mucho
a Escarlata, pero le resultaba desagradable verse obligado a buscar solución a los pueriles problemas de la muchacha”.

Cita 19.

“La casa grande se incendió hace un año y en los campos crecen malezas y pinos, pero ya son suyos. No mezcles nunca las cartas con el wiski, como no hayas
sido destetado con aguardiente irlandés, dijo gravemente aquella noche Gerald a Pork, mientras éste le ayudaba a acostarse, y el criado, que había empezado
a chapurrear el dialecto irlandés por admiración a su amo, le respondió en una extraña combinación de jerga negra y de dialecto del Condado de Miff, que
hubiera confundido a cualquiera excepto a ellos dos”.

Cita 20.

“El algodón era el latir del corazón de la comarca, la siembra y la recolección eran la sístole y la diástole de la rojiza tierra.  De los surcos sinuosos
brotaba la riqueza, y también la arrogancia creada por las verdes matas y los acres de blanco vellón. Si este los había hecho ricos en una generación,
cuanto más lo harían la próxima, la seguridad del mañana daban placer y entusiasmo por la vida y la gente del condado gozaba de la existencia con una sinceridad
que Helena no comprendió jamás”.

Cita 21.

Señor Gerald, siento mucho molestarle, pero quería venir a darles las gracias por haberme comprado a mí y a mi niña.  Los señores han querido comprarme,
pero no querían comprar también a mi Prici, y por eso sobre todo, quiero darle las gracias, me portaré lo mejor que pueda para demostrarle que no lo olvido”.

Cita 22.

“Vilci se volvió a Escarlata, y algo como una sonrisa arrugó las comisuras de sus ojos. Señorita Escarlata, Pork me ha dicho que usted le había pedido
a su papá que me comprase, y por eso  le voy a dar a usted mi Prici para que sea su doncella.  Se volvió e hizo adelantarse a su chiquilla, era una criaturita
morena, de piernas delgaduchas como las de un pajarito y con una profusión de trencitas cuidadosamente enrolladas sobre su cabeza”.

Cita 23.

“Vaciado el plato y cuando Gerald apenas había llegado a la mitad de sus observaciones sobre los latrocinios de los yanquis, que querían la libertad de
los negros sin pagar no obstante ni un céntimo por su libertad, helena se levantó.  ¿Vamos a rezar? Preguntó él de mala gana. Sí es tan tarde, las diez
ya, mientras el reloj daba la hora con sus tañidos ásperos y metálicos”.

Cita 24.

“¿Cómo podía saberlo?  Me he comportado siempre con tanta reserva, que probablemente se imagina que me interesa solo como amigo.  Sí, por esto no me ha
hablado, cree que su amor no tiene esperanza y por eso parece tan… Su memoria volvió velozmente a los días en que le había sorprendido mirándola de una
manera extraña, cuando los ojos grises que disimulaban tan bien sus pensamientos, le parecían completamente vacíos, con una expresión de tormento y desesperación”.

Cita 25.

“helena no le había dicho nunca, que desear y conseguir eran dos cosas completamente distintas, la vida no le había enseñado que correr, no siempre significa
alcanzar.  Permaneció bajo la luz plateada, forjando los proyectos que una chica de 16 años puede hacer, cuando  la vida ha sido siempre para ella tan
agradable, que una derrota parece imposible y un vestido bonito y un bello rostro, son armas para vencer al destino”.

Cita 26.

“”no nos calentemos demasiado la cabeza  y no habrá ninguna guerra, la mayor parte de la miseria del mundo, ha sido causada por las guerras y cuando las
guerras acaban, nadie sabe lo que las motivó”.

Cita 27.

“No podéis querer la lucha, yo he combatido y sé lo que es.  Estuve en la guerra de los Seminolas y fui lo bastante loco para ir a la de México, ninguno
de vosotros sabe lo que es la guerra. ¿Creéis que es únicamente montar en un hermoso caballo  y que las muchachas os tiren flores al pasar llamándoos héroes?
No es así señores, es padecer hambre, y coger erupciones y pulmonías por dormir a la humedad, y si no son estas, serán los intestinos.  Sí señores, lo
que la guerra da a los hombres es eso, disentería y cosas por el estilo”.

Cita 28.

“¿Ha pensado alguno de ustedes señores, que no hay ni una fábrica de cañones al sur de la línea Nelson-Dizon? ¿Y en las pocas municiones que hay en el
sur?  ¿Han pensado ustedes que no tenemos ni un barco de guerra, y que los yanquis pueden embotellar nuestros puertos en una semana, y que no podremos
vender nuestro algodón al extranjero? Pero claro, ya habrán pensado ustedes en estas cosas”.

Cita 29.

“Tiene mucho dinero, pero, pensó rápidamente Escarlata mientras en su cerebro formaba un nuevo plan.  Y no tiene padres que puedan molestarme, y además
vive en Atlanta.  Si me casara pronto, haría ver a Ashley que me importa un comino, que quiero un cambio, coquetear, y para Honey sería la muerte.  No
encontrará nunca otro cortejador, todos se reirán de ella, Melania sufrirá por ello, porque quiere mucho a Carlos, también sufrirán Stuart y Brent… No
sabía precisamente por qué quería perjudicarles a ellos, a no ser porque tenían hermanas antipáticas.  Todos se sentirían despechados cuando yo volviera
aquí de visita en un buen coche, con gran cantidad de vestidos, con casa propia, no podrán nunca, nunca reírse de mí”.

Cita 30.

“Dos semanas después Escarlata estaba casada, y dos meses más tarde… viuda. Fue liberada pronto de las ligaduras que había atado con tanta prisa y con
tan poca reflexión.  La descuidada libertad de cuando estaba soltera había desaparecido para siempre, la viudez había seguido de muy cerca al matrimonio,
y la maternidad para desánimo suyo siguió después de breve tiempo”.

Cita 31.

“El sur estaba ebrio de entusiasmo y de excitación, todos se hallaban convencidos de que una batalla bastaría para terminar la guerra y los jóvenes  se
apresuraban a enrolarse antes de que la guerra terminase, y se daban prisa a casarse antes de ir a batir a los yanquis.  Se hicieron docenas de casamientos
de guerra en el condado, quedaba muy poco tiempo para sentir el dolor de la separación”.

Muy atentamente.

Luis Eduardo Cueva Serrano.

Aviación sin barreras.

Quito, Ecuador, Sudamérica.