Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera

Aviación sin barreras del 17 de julio.

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completo y la Guía de aeropuertos del Ecuador accesibles para PCD.

Saludos cordiales.

Luis Cueva.

Aviación sin barreras. Miércoles 17 de julio de 2019

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Miércoles, 17 de julio de 2019.

Buenos días estimados amigos: “Lo último que verán tus ojos” es un baño de historia y arte que la autora con exquisitos detalles comparte sobre una pintura
del Greco que pasó entre diásporas, una guerra civil y mundial por varios dueños hasta llegar a un remate final de valiosísimas obras de arte, donde lo
imprevisible sucede y nada es lo que parece.

En el ínterin de tales acontecimientos se devela el lienzo pero no del cuadro que por supuesto está a buen recaudo, sino las paletadas de empatía, amistad
y algo más que se irá forjando mientras capítulos y acontecimientos vayan pasando.

Si te agobia lo cotidiano o te abruma el aburrimiento, este es un buen momento para echarle mano a este libro singular, asegura el Viejo Aviador que no
te arrepentirás.

Título: Lo último que verán tus ojos.

Autora: Isabel San Sebastián.

Nota de contraportada: La dignidad de un hombre, se mide por como hace frente a la muerte.

Un valioso Greco del que no se tenía noticia, sale a subasta en Nueva York. Carolina Valdés, sofisticada marchante de arte recibe en su hotel la visita
de Philip, un rudo taxista de Brooklyn, quien la embarca en una peligrosa aventura, destinada a demostrar que el cuadro robado por los nazis a su familia,
le pertenece.

Arranca así una investigación trepidante, que llevará a la extraña pareja desde el Budapest del holocausto, donde el diplomático español Ángel Sanz Briz
salvó a millares de judíos, hasta el Madrid de la II Guerra Mundial repleto de alemanes, con el salón de té Embassy, convertido en el epicentro del espionaje
internacional.

Juntos harán frente a terribles secretos del pasado, mientras va creciendo entre ellos una intimidad capaz de vencer sus ancestrales prejuicios.

Acción, intriga, romance e historia, en la novela más vibrante de Isabel San Sebastián.

Acerca de la autora: Isabel San Sebastián, Chile1959, es periodista todo terreno. Ha trabajado en prensa, ABC, El Mundo, radio, Cadena Ser, Onda Cero,
Radio Nacional de España, COPE, ABC. Radio y TV, Televisión Española, Antena 3, Tele 5, Tele Madrid y Tele V, actividades a las que roba tiempo para dedicarse
a su pasión, escribir.

Autora de diversos ensayos, ha publicado en la esfera de los libros “La visigoda” 2007 Premio Ciudad de Cartagena, “Astur” 2008 e “Imperator” 2010.

Sus dos últimas novelas “Un reino lejano” 2012 y “La mujer del diplomático” 2014, se han publicado en Plaza & Janés. Todas ellas han gozado de gran éxito
y superan los 300 mil ejemplares vendidos.

Cita 1.

“La mayoría de los habitantes de Budapest, no eran tan afortunados especialmente en la comunidad judía, sujeta cada vez desde hacía años a restricciones
cada vez más ominosas. Los habían marcado como al ganado, convirtiendo el signo de David en un estigma clavado en el pecho, y ese símbolo equivalía a una
condena ejecutada, cuando, cómo y en la forma que cada verdugo escogiera”.

Cita 2.

“Estaba seguro de haber cometido un error garrafal, no solo por no salvarse cuando aún estuvo a tiempo de hacerlo, sino por cuantas veces había secundado
los llamamientos a la calma de sus mayores, asegurando que de ese modo, las juderías húngaras y en particular la de la capital, correrían mejor suerte
que las polacas, ucranianas o bálticas. Qué terrible pecado de soberbia, que se habían creído superiores a los demás, hasta el extremo de insistir marcando
el orden de las palabras, en que mientras aquellos eran judíos polacos, ucranianos, letones o lituanos, ellos eran húngaros judíos”..

Cita 3.

“Claro que sí, seguro que sus vecinos estaban despiertos, aunque nadie asomaría su nariz al descansillo, ni siquiera pronunciarían su nombre cuando se
uniera a la larga lista de desaparecidos en plena noche. Prohibirían a sus hijos preguntar, tratarían de borrar esa sensación atroz de sus estómagos encogidos
y elevarían una plegaria al cielo rogando a Yahvé, no ser los siguientes, intentarían sobrevivir a cualquier precio, librar a sus seres queridos del genocidio,
¿Qué otra cosa podían hacer?”.

Cita 4.

“Judah Sofer encajaba de lleno en esa categoría, presidía hasta que la última ley anti semita se lo prohibió, uno de los principales bufetes de la ciudad
fundado por su padre. Un despacho influyente, extraordinariamente bien relacionado, que lo había llevado a lo más alto, tras graduarse en la Universidad
de Budapest, dentro del exiguo grupo reservado a los judíos en las leyes de los números clausus, aprobada en los años 20, con el fin de restringir severamente
el acceso a los estudios superiores, a los hombres y mujeres pertenecientes a su confesión”.

Cita 5.

“Habían vuelto a coincidir en marzo, con motivo de una reunión convocado por el alto mando de las S.S, para transmitir a la congregación israelita de Pest,
que la población judía de la ciudad no tenía nada que temer si obedecía las consignas, y él había vuelto a creerse esos embustes, ahora era consciente
de ello”.

Cita 6.

“Ese cuadro, señalaba un paisaje urbano evidentemente antiguo, colgado en la pared a la altura de la cabecera de la mesa. Debería habérmelo vendido cuando
tuvo ocasión de hacerlo. ¿Habría cambiado eso algo? Desde luego, usted habría obtenido un permiso para abandonar el país junto con su familia tal como
yo le ofrecí, y aceptaron otros más listos. Hoy estaría en Palestina o en América, en compañía de sus compatriotas y con cierta cantidad de dinero en el
bolsillo, modesta desde luego, aunque generosa dadas las circunstancias”.

Cita 7.

“El rostro de Karlman reflejaba la satisfacción del triunfador, que sabe a su adversario derrotado, a punto de implorar clemencia, aunque Judah no había
terminado de expresar su pensamiento. Los húngaros judíos, prosiguió, hemos visto mutilados nuestros derechos civiles, expoliadas nuestras propiedades
y privadas de valor nuestras vidas. Se nos ha prohibido ejercer cargos públicos, administrar empresas y hasta mantener relaciones sexuales con gentiles,
como si el hecho de adorar al ios de Abraham nos convirtiese en gentes impuras, pero ninguna ley humana puede despojarnos de nuestra patria húngara”.

Cita 8.

“Aunque la comunidad hebrea de Budapest estaba compuesta mayoritariamente por asuenasis, Judah no había conocido a un sefardí que añorara ese hogar perdido
500 años atrás y no llorara su pérdida, el exilio forzoso derivado de esa expulsión, era evocado por la diáspora como algo semejante a la esclavitud en
Egipto!”.

Cita 9.

“¿Qué le había hecho pensar que esta vez sería distinto? Al principio la ingenuidad, o acaso la cobardía de no querer aceptar lo que la evidencia hacía
indiscutible. Después de la ferocidad de la persecución desatada, un proyecto de aniquilación sistemática y total, implacable, brutal, demoníaco, inhumano
y por ende incompatible con cualquier cálculo racional. Las leyes raciales impuestas por los alemanes y las matanzas sobrevenidas después, eran tan bárbaras,
tan venidas de un odio ciego, que un jurista como Judah no había hilado su aplicación con la rapiña más burda”.

Cita 10.

“¿Es usted ésta Carolina Valdés? El hombre del pasillo había formulado la pregunta, subrayando el adjetivo, mientras señalaba la información en cuestión
de manera que ella pudiera verla a través de la rendija. El artículo iba acompañado de una imagen a todo color del cuadro atribuido al Greco, cuya inminente
subasta susceptible de batir marcas históricas motivaba semejante despliegue. Esa soy yo, sí, confirmó Carolina sin disimular su orgullo”.

Cita 11.

“La pintura en cuestión enmarcada de un modo diferente al que aparecía en el rotativo aunque claramente reconocible, colgaba de la pared detrás de su abuelo,
en el comedor de su casa dejada atrás en Budapest, que con tanta nostalgia parecía recordar ella. Naguiapa Judah repetía una y otra vez, apuntando con
el dedo índice deformado por la artritis, al rostro del abuelo”.

Cita 12.

“hacía años que Philip no pensaba ni en su abuela ni mucho menos en la foto de marras, el último lugar en el que habría pensado encontrar ese paisaje,
eran las páginas del diario más leído en Wall Street, bajo un titular que rezaba: “A subasta un Greco desconocido hasta ahora, que batirá récords en Cristis”,
la cifra barajada más abajo en letra pequeña 15 millones de dólares, le había dejado mareado”.

Cita 13.

“La abuela no tiene muy bien la cabeza, olvida lo que hizo esta mañana pero recuerda constantemente a su marido asesinado por los nazis en 1944, cosas
de la vejez supongo. Philip como cualquier niño preguntaba, ¿Cómo se salvó ella, cómo te salvaste tú? Cuéntame cosas de esa época, como hacía mi Seides
Saúl, el otro abuelo. Lo pasado pasado está, de nada sirve removerlo, deja a tu abuela con sus sueños y haz como que la entiendes, sé un buen chico”.

Cita 14.

“Pero le juro por lo más sagrado que ese cuadro estaba en el comedor de mis abuelos en Budapest, que me saquen la piel a tiras si miento. El tono era tan
firme y tan desesperado que ella volvió a sentarse, tal vez mereciera otra oportunidad para seguir explicándose como trataba de hacer, poniendo su mejor
empeño. Mire, no puedo pagarle por sus servicios, tampoco garantizarle que vayamos a sacar un dólar de esto ni usted ni yo, aún así, le doy mi palabra
de que lo que digo es la verdad. Haga unas llamadas, seguro que sabe a quién recurrir, pregunte por el origen dl cuadro, el periódico dice que se trata
de un hallazgo extraordinario”.

Cita 15.

“Él había dejado patente su antipatía, que ella atribuía en parte a un talante profundamente machista y en parte a cierto desprecio indisimulado hacia
todo lo que simulara latino, en ese terreno su perfil, era parecido al de Donald Trump, sin su toupé, su fortuna ni mucho menos sus mujeres”.

Cita 16.

“El Greco no se limitaba a plasmar en sus cuadros figuras o paisajes, señor Smith, iba más allá. Reflejaba en sus telas el alma de sus modelos, sus pasiones,
las ansias que los poseía, él que había nacido en Creta, supo captar como nadie el espíritu castellano con sus contrastes y tormentos”.

Cita 17.

“Y ya que se ponía interesante, ¿Sabía que Hungría fue uno de los últimos países en permitir que los nazis pusieran en práctica su solución final? Si le
soy sincera, se poco o nada de ese episodio, lo que he visto en las películas y lo relacionado con el expolio que atañe en cierta medida a mi actividad.
Mi campo de estudio se remonta más a la expulsión de los judíos de España, cinco siglos atrás por la huella que dejó en nuestro arte, pero estoy dispuesta
a aprender todo lo que quiera compartir conmigo”.

Cita 18.

“Le contó cómo al comienzo de la guerra Hungría se alineó en el bando nazi, lo que permitió al regente Jorgi evitar que los judíos fuesen deportados en
masa, siguiendo el ejemplo de Polonia y el resto de los países ocupados en el arranque de la contienda. Relató con detalle lo ocurrido a partir de 1944,
cuando el país fue invadido por las tropas alemanas y un gobierno de fanáticos cruces flechadas, sirvió en bandeja a los invasores las cabezas de unos
700 mil hebreos”.

Cita 19.

“En términos históricos y de acuerdo a lo que me está contando, los judíos conversos al cristianismo en España, siempre fueron los más fanáticos inquisidores,
los predicadores más aficionados a prender la hoguera de los pogromos, los más ardientes partidarios de inculcar la verdadera fe con sangre, en lugar que
con razones”.

Cita 20.

“Convino ella: Por eso me gusta tanto el arte y tan poco la política, el artista convierte las ideas en principios a través de la emoción, las eleva y
las difunde hasta conseguir que arraiguen; el político las utiliza para medrar, las pervierte, las retuerce en su beneficio, ¿Me sigue? Él no estaba en
ese instante para profundidades filosóficas, acababa decaerse uno de los mitos más sólidos y solo podía pensar en el destino de sus impuestos, que veía
en el bolsillo de un uniforme de las S.S. manchado de sangre judía”.

Cita 21.

“Así como de otras disposiciones anteriores y posteriores a 1944, si lograban demostrar que la obra de esa judería había pertenecido a la familia de Philip
y formaba parte de las obras saqueadas por los nazis, le sería automáticamente devuelta, independientemente de quien fuese su propietario actual y donde
hubiese estado escondido el cuadro todo ese tiempo”.

Cita 22.

“y mientras las cuerdas del solista desgarraban el silencio, con notas infinitamente tristes, supo que iría a Hungría con ese hombre en busca de su legado.
Apostaría por él, aunque el tiempo y la maldad hubiesen borrado cualquier rastro del pasado, aunque no hallaran la menor prueba capaz de vincular a la
familia del taxista con el cuadro del Greco, aunque todo fuese simplemente un sueño fruto de las fantasías de un niño, viajaría con él a Budapest, sin
otra pista que una dirección memorizada de oído”.

Cita 23.

“Simón llevaba toda una vida cuidando ese recuerdo, estaba deseando liberarse de su carga. Se lo llevaron una mañana muy parecida a esta, a finales de
noviembre de 1944 los nazis. Lo metieron en un coche oscuro los guardias de la S.S. y nunca volvimos a verle, también aquel día llovía. ¿A quién?, inquirió
el neoyorquino. A su abuelo Juda, un hombre bueno, recto, un pilar de la comunidad. Él permaneció en esta casa después de que su familia se marchara, ¿No
le habló de ello su padre?”.

Cita 24.

“Su padre, su tía y su abuela, Philip, se salvaron gracias al diplomático español, el Ángel de Budapest, le llamábamos, a él debemos nuestras vidas muchos
miles de judíos húngaros, y la espiga del recuerdo a fin de que fluyera el relato”.

Cita 25.

“¿Cómo se sobrevive al odio? Berent la miró directamente a los ojos, amagando una sonrisa amarga. Sobrevivimos muy difícilmente al odio señora, muy difícilmente.
Ya supongo, comentó ella, tratando de apoyarle con su acuerdo. Sus vecinos, sus amigos, sus compatriotas vieron lo que les estaba ocurriendo y consintieran
sabiendo lo que sucedía. Que tanta gente callara, debe de ser muy difícil hallar el modo de perdonar algo así, a fin de seguir adelante. Perdonar… Es un
concepto demasiado amplio, respondió el anciano al cabo de unos instantes, yo he aprendido a asumir que las personas siempre actúan como las instituciones
policiales o políticas les ordenan actuar, obedecen, declinan su responsabilidad sobre las espaldas de los poderosos y acatan, tenemos que vivir con ello”.

Cita 26.

“En 1944, los judíos no éramos propietarios ni de nuestras vidas hijo, nos habían despojado de todo, empezando por la dignidad. Comprendo. Ellos tomaban
lo que se les antojaba, al amparo de las leyes anti semitas, claro que a esas alturas, ya no nos quedaba prácticamente nada de valor, lo habíamos vendido
todo para comer y calentarnos”.

Cita 27.

“Le explicó de Doménico Esteostocópulos, nacido en la isla griega de Creta, había llegado a España hacía 1575 en pleno auge de la inquisición, con un grueso
manto de sospechas sobre las espaldas, debido a su origen foráneo, una presunción de culpabilidad que le obligaría a extremar la precaución y los signos
externos de devoción, con el fin de eludir posibles investigaciones del Santo Oficio”.

Muy atentamente.

Luis Eduardo Cueva Serrano.

Aviación sin barreras.

Quito, Ecuador, Sudamérica