Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Lecciones que aprendo de la Biblia. (LECCIÓN 84).

“Lecciones que aprendo de la Biblia”.

LECCIÓN 84
Jesús camina sobre el agua

Jesús podía curar enfermos y resucitar muertos. Además, podía controlar el viento y la lluvia. Después de orar en la montaña, Jesús miró abajo al mar de Galilea y vio una tormenta. Sus apóstoles estaban en una barca remando con todas sus fuerzas contra el viento. Así que Jesús bajó y empezó a caminar sobre el agua hacia la barca. Cuando los apóstoles vieron a alguien caminando sobre el agua, se asustaron mucho. Pero Jesús les dijo: “Soy yo. No tengan miedo”.
Pedro dijo: “Señor, si eres tú, ordéname que vaya hacia ti”. Jesús le ordenó: “¡Ven!”. Así que Pedro se bajó de la barca y fue caminando sobre el agua hacia Jesús en medio de la tormenta. Pero cuando Pedro se estaba acercando a Jesús, miró la tormenta, y le dio miedo. Sintió que empezaba a hundirse y gritó: “¡Señor, sálvame!”. Jesús lo agarró de la mano y le dijo: “¿Por qué empezaste a dudar? ¿Es que no tienes fe?”.
Jesús y Pedro se subieron a la barca, y la tormenta se detuvo enseguida. ¿Te imaginas cómo se sintieron los apóstoles? Dijeron: “Es verdad, tú eres el Hijo de Dios”.
Esa no fue la única vez que Jesús controló las fuerzas de la naturaleza. Otro día, cuando Jesús y los apóstoles viajaban en la barca al otro lado del mar, Jesús se quedó dormido en la parte de atrás. Mientras estaba durmiendo, comenzó una fuerte tormenta. Las olas chocaban contra la barca, y la barca se empezó a llenar de agua. Los apóstoles despertaron a Jesús gritándole: “¡Maestro, nos vamos a morir! ¡Ayúdanos!”. Jesús se levantó y le dijo al mar: “¡Silencio! ¡Calla!”. En ese momento, el viento y el mar se calmaron. Entonces Jesús les preguntó a los apóstoles: “¿Es que no tienen fe?”. Y ellos se dijeron unos a otros: “¡Hasta el viento y el mar le obedecen!”. Los apóstoles aprendieron que, si confiaban por completo en Jesús, no debían tener miedo de nada.

“¿Dónde estaría yo si no tuviera fe en que vería la bondad de Jehová en la tierra de los vivos?” (Salmo 27:13).

Preguntas:
¿Por qué empezó a hundirse Pedro?
¿Qué aprendieron los apóstoles?

Mateo 8:23-27; 14:23-34.
Marcos 4:35-41; 6:45-52.
Lucas 8:22-25.
Juan 6:16-21.

^ (Sal. 27:13) ¡Si no* hubiera tenido fe en ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivos...!

^ (Mat. 8:23-27) Y cuando hubo subido en una barca, le siguieron sus discípulos. 24 Ahora bien, ¡mire!, se levantó una gran agitación en el mar, de modo que las olas cubrían la barca; él, sin embargo, dormía. 25 Y ellos vinieron y lo despertaron, diciendo: “¡Señor, sálvanos, estamos a punto de perecer!”. 26 Pero él les dijo: “¿Por qué se acobardan, hombres de poca fe?”. Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y el mar, y sobrevino una gran calma. 27 Por consiguiente, los hombres se asombraron, y dijeron: “¿Qué clase de persona es esta, que hasta los vientos y el mar le obedecen?”.

^ (Mar. 4:35-41) Y en aquel día, al anochecer, les dijo: “Pasemos a la otra ribera”. 36 Por eso, después de haber despedido ellos a la muchedumbre, lo llevaron en la barca, tal como estaba, y había con él otras barcas. 37 Ahora bien, estalló una grande y violenta tempestad de viento, y las olas seguían lanzándose dentro de la barca, de modo que faltaba poco para que la barca se llenara. 38 Pero él estaba en la popa, durmiendo sobre una almohada. De modo que lo despertaron y le dijeron: “Maestro, ¿no te importa que estemos a punto de perecer?”. 39 Con eso, él se despertó, y reprendió al viento y dijo al mar: “¡Silencio! ¡Calla!”. Y el viento se apaciguó, y sobrevino una gran calma. 40 De modo que les dijo: “¿Por qué se acobardan? ¿Todavía no tienen fe?”. 41 Pero ellos sintieron un temor extraordinario, y se decían unos a otros: “¿Quién, realmente, es este, porque hasta el viento y el mar le obedecen?”.

^ (Mar. 6:45-52) Y, sin demora, él obligó a sus discípulos a subir a la barca e ir adelante a la ribera opuesta hacia Betsaida, en tanto que él mismo despedía a la muchedumbre. 46 Pero después de haberse despedido de ellos, se fue a una montaña a orar. 47 Cuando ya había anochecido, la barca estaba en medio del mar, pero él solo en tierra. 48 Y cuando vio que se hallaban en un aprieto al remar, porque el viento estaba en su contra, como a la cuarta vigilia de la noche* vino hacia ellos, andando sobre el mar; pero pensaba pasarlos de largo. 49 Al alcanzar a verlo andando sobre el mar, ellos pensaron: “¡Es un fantasma!”, y gritaron. 50 Porque todos lo vieron y se perturbaron. Pero él inmediatamente habló con ellos, y les dijo: “Cobren ánimo; soy yo; no tengan temor”. 51 Y subió a la barca con ellos, y el viento se apaciguó. Con esto, se asombraron mucho dentro de sí, 52 pues no habían captado el significado de los panes, sino que su corazón continuaba embotado e incapaz de entender.

^ (Luc. 8:22-25) En el transcurso de uno de los días, él y sus discípulos entraron en una barca, y él les dijo: “Pasemos al otro lado del lago”. De modo que se hicieron a la vela. 23 Pero, mientras navegaban, él se durmió. Ahora bien, una violenta tempestad de viento descendió sobre el lago, e iban llenándose de [agua] y estaban en peligro. 24 Por fin fueron a él y lo despertaron, diciendo: “¡Instructor, Instructor, estamos a punto de perecer!”. Despertándose, él reprendió al viento y al furor del agua, y estos se apaciguaron, y sobrevino una calma. 25 Entonces les dijo: “¿Dónde está su fe?”. Pero ellos, sobrecogidos de temor, se maravillaban, y se decían unos a otros: “¿Quién, realmente, es este, porque ordena hasta a los vientos y al agua, y le obedecen?”.

^ (Juan 6:16-21) Al anochecer, sus discípulos bajaron al mar, 17 y, subiendo a una barca, se pusieron a cruzar el mar en dirección a Capernaum. Pues bien, ya había oscurecido, y Jesús aún no había venido a ellos. 18 También, el mar empezó a agitarse a causa de un viento fuerte que soplaba. 19 Sin embargo, cuando hubieron remado unos cinco o seis kilómetros,* contemplaron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y se sobrecogieron de temor. 20 Pero él les dijo: “¡Soy yo; no teman!”. 21 Por lo tanto estuvieron dispuestos a recibirlo en la barca, y en seguida la barca llegó a la tierra a la cual trataban de ir.

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
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