Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Lecciones que aprendo de la Biblia. (LECCIÓN 68).

“Lecciones que aprendo de la Biblia”.

Introducción a la sección 11
En esta sección, comenzaremos a leer relatos de las Escrituras Griegas Cristianas. Veremos que Jesús nació en una familia con poco dinero que vivía en un pueblo y trabajó con su padre, que era carpintero. Jesús sería el Salvador de la humanidad. Jehová lo escogió para ser Rey del Reino de los cielos. Si usted tiene hijos, ayúdelos a entender que Jehová eligió con cuidado la familia de Jesús para que creciera en un buen ambiente. Explíqueles que Jehová protegió a Jesús cuando Herodes quiso matarlo. Nada puede impedir que el propósito de Jehová se cumpla. Enséñeles que Jehová escogió a Juan para prepararle el camino a Jesús. Destaque que, desde pequeño, Jesús amaba la sabiduría de Jehová y confiaba en la guía de Dios, no en su propia manera de pensar.

LECCIONES IMPORTANTES
Seamos leales a Jehová y agradezcamos todo lo que hace para nuestro bien.
Jesús, el poderoso Hijo de Dios, estuvo dispuesto a venir a la Tierra y empezar su vida humana como un bebé.
Juan el Bautista ayudó con humildad a la gente a estar lista para la llegada del Mesías.

LECCIÓN 68
Elisabet tiene un bebé

Un sacerdote llamado Zacarías y su esposa, Elisabet, vivían cerca de Jerusalén. Ya habían pasado más de 400 años desde que las murallas de Jerusalén se habían construido de nuevo. Zacarías y Elisabet llevaban muchos años casados, pero no tenían hijos. Un día, mientras Zacarías ofrecía incienso en el santuario del templo, se le apareció el ángel Gabriel. Zacarías se asustó mucho, pero Gabriel le dijo: “No tengas miedo. Te traigo buenas noticias de parte de Jehová. Tu esposa, Elisabet, va a tener un hijo, y su nombre será Juan. Jehová ha elegido a Juan para un trabajo especial”. Zacarías le preguntó: “¿Cómo sé que lo que dices es verdad? Mi esposa y yo somos muy mayores para tener un hijo”. Gabriel le respondió: “Dios me ha enviado para darte esta buena noticia. Pero como no me creíste, no podrás hablar hasta después que nazca el niño”.
Zacarías se quedó en el santuario más tiempo de lo normal. Cuando por fin salió, la gente que estaba esperando fuera quería saber qué había pasado. Pero Zacarías no podía hablar, solo podía hacer señas. Entonces la gente se dio cuenta de que él había recibido un mensaje de Dios.
Tiempo después, Elisabet quedó embarazada y tuvo un niño, tal como había dicho el ángel. Los amigos y familiares de Elisabet vinieron a conocer al bebé y se alegraron por ella. Elisabet dijo: “Se va a llamar Juan”. Ellos le respondieron: “Nadie se llama así en tu familia. Mejor pónganle Zacarías, como su padre”. Pero Zacarías escribió: “Su nombre es Juan”. En ese momento, Zacarías pudo volver a hablar. Las noticias sobre el bebé se supieron en toda Judea, y la gente se preguntaba: “¿Qué va a ser este niño cuando crezca?”.
Entonces Zacarías se llenó de espíritu santo y dijo una profecía: “¡Alabemos a Jehová! Él le prometió a Abrahán que enviaría a un salvador, el Mesías, para rescatarnos. Y Juan va a ser un profeta que preparará el camino para el Mesías”.
También le pasó algo muy especial a una familiar de Elisabet que se llamaba María. Vamos a verlo en el siguiente capítulo.

“Para los humanos esto es imposible, pero para Dios todo es posible” (Mateo 19:26).

Preguntas:
¿Qué le dijo el ángel Gabriel a Zacarías?
¿Qué trabajo especial haría Juan?

Mateo 11:7-14.
Lucas 1:5-25, 57-79.
Isaías 40:3.
Malaquías 3:1.

^ (Mat. 19:26) Mirándolos al rostro, Jesús les dijo: “Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todas las cosas son posibles”.

^ (Mat. 11:7-14) Mientras estos iban por su camino, Jesús comenzó a decir a las muchedumbres respecto a Juan: “¿Qué salieron a contemplar en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? 8 Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿A un hombre vestido de prendas de vestir suaves? ¡Si los que llevan prendas de vestir suaves están en las casas de reyes! 9 Verdaderamente, pues, ¿por qué salieron? ¿A ver a un profeta? Sí, les digo, y mucho más que profeta. 10 Este es aquel acerca de quien está escrito: ‘¡Mira! ¡Yo mismo envío a mi mensajero* delante de tu rostro, que preparará tu camino delante de ti!’. 11 En verdad les digo: Entre los nacidos de mujer no ha sido levantado uno mayor que Juan el Bautista;* mas el que sea de los menores en el reino de los cielos es mayor que él. 12 Pero desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos es la meta hacia la cual se adelantan con ardor los hombres, y los que se adelantan con ardor se asen de él. 13 Porque todos, los Profetas y la Ley, profetizaron hasta Juan; 14 y si ustedes quieren aceptarlo: Él mismo es ‘Elías,* que está destinado a venir’.

^ (Is. 40:3) ¡Escuchen! Alguien está clamando* en el desierto: “¡Despejen el camino* de Jehová! Hagan recta* la calzada para nuestro Dios a través de* la llanura desértica.

^ (Mal. 3:1) “¡Miren!, envío mi mensajero,* y él tiene que despejar un camino delante de mí. Y súbitamente vendrá a Su templo* el Señor [verdadero],* a quien ustedes buscan, y el mensajero* del pacto en quien se deleitan. ¡Miren! Ciertamente vendrá”, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
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