Texto publicado por Artexanita

Mis microrelatos -Girasol-

Como hechizado, con su corola de amarillos pétalos, emulando al astro rey. Incansable, de la mañana a la noche, siguiendo absorto su trayectoria.
Un temblor recorre su cuerpo al percibir los primeros rayos. Se despereza, y como si de un sueño profundo despertara, se agita, se estremece, y con un levísimo oscilar, comienza su ceremoniosa danza.
Su cabeza, durante la noche cabizbaja se yergue muy despacio, como si reconociera en la solar luminiscencia, al hacedor de todas las cosas.
Se elevan sus hojas al notar el cálido contacto, anhelando fundirse con él en amoroso abrazo.
Exultante, gira y gira, buscándole, allá arriba, en el inmenso y celeste vacío. ¡Indescriptible, inexorable, la atracción que sobre él ejerce!
A medida que su majestad, el Sol avanza allá en el firmamento lejano, Él le sigue como embelesado, siempre su rostro contemplándolo, fijo, en ese diario deambular a través del cielo.
Llegado el crepúsculo, inevitable su declive tras el horizonte, cesa su danza y agacha triste su redondo rostro repleto de semillas.
Se repliega afligido y de nuevo recoge sobre sí su preciosa corola de amarillos pétalos.
Yo me pregunto: ¿soñará con el radiante astro, eterno errante, con su luz mágica?, ¡que todo lo hace hermoso!

Artexanita