Texto publicado por Artexanita

Mis microrelatos -Erguidos-

En algún tiempo remoto, sus congéneres habían subido a los árboles buscando la protección de las altas ramas. Pero ahora él, estaba allí, en el suelo, aterido, asustado… Un terrible dolor en su costado le impedía trepar.
Una y otra vez, en su mente aparecía la imagen de aquel ser brutal, iracundo, que en cuestión de segundos le había lanzado fuera de su reino arbóreo, ¡de la seguridad conocida!, ¡de su paraíso!

Gritó pidiendo ayuda, pero no obtuvo ninguna respuesta, solo se oían los gruñidos lejanos de aquellas horribles criaturas.

Al fin, acabó quedándose dormido entre unas retorcidas raíces. De repente, una mano peluda, grande le zarandeó y le despertó de una sacudida. Sus miradas se encontraron. Ella le sonreía, y su rostro era familiar y hermoso para él. Más tarde supo que también ella había sido expulsada por aquellos seres que ahora ocupaban su antiguo territorio.
Compañía, alimento y de tanto en tanto un poco de agua hicieron que lentamente se recuperara y así se libró de una muerte segura.
Sabían que juntos podrían sobrevivir, pero también intuían los múltiples peligros que le acechaban allí, en la tierra plana.
Esperaron la salida del sol, y agarrados de la mano, vacilantes, echaron a caminar... Desde los altos árboles les vieron erguirse, orgullosos entre el alto pastizal.
Artexanita