Texto publicado por Ma. Guadalupe Hernández Méndez

Si me faltara tu mano...

Si me faltara tu mano

La vida me enseñó que no siempre se tiene lo que uno quiere, sino que ella va hilando día tras día lo que te dará con calma y conforme pasan los años acomoda, quita, pone y recompone lo que te dará. Hoy que me siento tan triste y deprimida sin motivo alguno me he puesto a pensar en lo mucho que ha mi me ha dado, me llenó las manos de amor y alegrías sin olvidar las penas y las tristezas porque ellas me hicieron crecer como persona fuerte llena de compasión por la vida de otros seres que no han sido tan afortunados y están tan solos a una edad madura en la que las relaciones son difíciles. Y miro atrás dándome cuenta que en el camino he dejado huellas firmes pero nunca van solas porque a mi lado siempre estás tú, aún en lo indescifrable de los sueños estás dentro de lo más incognito de una manera tangible o intangible estás ahí con tu mano siempre lista para apoyarme y yo la he tomado una y otra vez esperando que nunca me falte porque dentro de la oscuridad siempre será el muro que detenga mi paso para no caer en el abismo. Será mi estrella que alumbre de tal forma para ser mi guía. La mano que me consuela cuando lloro, que me da calor si tengo frío, pan si tengo hambre y la que llena mi alma de amor y no solo el amor terrenal sino el amor infinito ese que solo de tu mano puedo alcanzar.