Texto publicado por Jaime Nelson Arboleda Barrera
Sonría, o traiga otra revista.
Dos amigas se encuentran y Carmencita le dice a la María Luisa:
- Vecina, estoy preocupadísima. Imagínese que desde hace tres días, dos marihuaneros entran por la noche y se cagan en mi terreno.
- Pero Carmencita, no sea tan gila, ponga unos reflectores y verá como no vuelven.
En efecto, la Carmencita se manda dos brutos reflectores de 500 Watts cada uno. A la semana, se vuelven a encontrar, e intrigada le pregunta la María Luisa:
- Y, vecina, ¿cómo le fue con los reflectores?
- ¡Ay, me muero!, ¡mejor cállese María Luisa! ¡Ahora los turros entran a cagar igual pero traen revistas para leer!