Texto publicado por Daniel Ayala, El testigo

Texto del día lunes 12 de febrero del año 2018.

“Examinando las escrituras.”
Texto del día lunes 12 de febrero del año 2018.

La esposa no debe irse de su esposo; y el esposo no debe dejar a su esposa
(1 Cor. 7:10, 11).

Cuando no se resuelven los problemas graves en el matrimonio, es posible que uno de los cónyuges o ambos piensen en separarse o divorciarse. La decisión de separarse no debe tomarse a la ligera. Y aunque puede parecer que es la solución cuando surgen problemas graves, a menudo causa más dificultades.
En respuesta a una pregunta de los fariseos, Jesús les recordó que Dios dijo que el hombre dejaría a su padre y a su madre y se adheriría a su esposa, y añadió: “Lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre”
(Mat. 19:3-6; Gén. 2:24).
Esto significa que ni siquiera los cónyuges deberían separar lo que Dios ha unido. Jehová ve el matrimonio como una unión para toda la vida
(1 Cor. 7:39).
Recordar que todos rendiremos cuentas a Jehová impulsará a los casados a hacer lo posible por resolver los problemas enseguida, antes de que empeoren.
w16.08 2:10, 11

Fuente de consulta:
BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower